De Norte a Sur Opinión

Anonymous: el espectacular regreso de la legión

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unogermango

1 junio, 2020 @ 3:33 pm

Anonymous: el espectacular regreso de la legión

“El oficial Chauvin debería enfrentar cargos por asesinato. Desafortunadamente, no confiamos en su organización corrupta para hacer justicia. Por eso, mostraremos sus crímenes a todo el mundo. Somos legión. Espérenos”. Estas palabras finalizan un video que ha dado la vuelta al mundo. La legión internacional de hackers ha vuelto y, con ella, un caudal de señalamientos contra los poderes dominantes del mundo.

La revuelta en USA

Distintos sitios de Estados Unidos arden. No es retórica. Las manifestaciones contra el asesinato de George Floyd han terminado con incendios de distintos edificios. El más espectacular ha sido la comisaría de Minneapolis, donde trabajaba Derek Chauvin, el policía asesino de Floyd y sus cómplices. La primera ola de indignación dejó en cenizas al recinto policiaco.

Foto: Reuters

En medio de las revueltas reaparece Anonymous. El video, inicialmente, fue colocado en YouTube, pero después desapareció. No queda claro si fue eliminado por los hackers o por la misma empresa. No importa. Una vez en línea, está destinado a no desaparecer jamás. El video ha sido compartido millones de veces, en todas las redes y en miles de portales informativos. Pero el marco de reaparición de Anonymous no sólo son las protestas por la brutalidad policiaca y el asesinato de Floyd. Apenas regresó, y la legión asestó su siguiente golpe enseguida.

Donald Trump y Anonymous

El 30 de mayo, Donald Trump escribió en Twitter: “Es ANTIFA y la izquierda radical. ¡No culpen a otros!” Se refería a los manifestantes contra el asesinato de George Floyd, quienes ya habían iniciado una revuelta mayúscula. Ese mismo día, la Guardia Nacional llegó a la ciudad de Minneapolis para contener los disturbios. Horas más tarde, el presidente estadounidense volvió a escribir en su cuenta, esta vez más amenazante, que los grupos antifascismo serían considerados terroristas. Con ello, hizo más notorio su abierto apego al fascismo y su intención de reducir los derechos de grupos políticos contrarios a su gobierno. En Estados Unidos, los “terroristas” pueden ser “abatidos” sin juicio de por medio.

Anonymous respondió: “Mataron a Jeffrey Epstein para encubrir su historia de tráfico y violación de niños”, y dejó una liga donde se puede consultar “El pequeño libro negro”, una especie de lista donde aparecen decenas de personajes involucrados con el magnate acusado de pedofilia, violación y prostitución de menores. Epstein apareció muerto en su celda en agosto del 2019, pero su suicidio causó demasiadas suspicacias, especialmente porque actores famosos, millonarios de todo el mundo y hasta la realeza británica, estaban relacionados con la red de pederastia de Epstein. Por supuesto, uno de los nombres que más sonaron fue el del actual presidente de Estados Unidos: Donald Trump.

La lista que acompaña a Trump y Epstein es enorme y peligrosísima para un mundo donde el capitalismo ha sido cuestionado con seriedad desde el inicio de la pandemia: Bill Clinton, Melania Trump, John Podesta, Bill Gates, Tony Blair, Rupert Murdoch, John Kerry, Mick Jagger, Naomi Campbell, Kevin Spacey, Alec Baldwin, entre muchos otros. Destaca el Príncipe Andrew, quien es un caso aparte, porque despertó, otra vez, la teoría de que la princesa Diana de Gales fue asesinada por la corona británica después de haber descubierto un secreto espantoso. Esta vez, el móvil salta a la vista.

Esto también reabre el #PizzaGate, el caso de pornografía infantil supuestamente ocultado por las autoridades. “Cheese pizza”, según correos filtrados por Wikileaks, funcionaba como un acrónimo donde las iniciales significaban: “Ch” (child) y “P” (porn). El nombre más sonado en este caso fue el de Hillary Clinton.

El vaticano en la mira

No sólo en Estados Unidos resintieron el regreso de Anonymous. La alta jerarquía católica también es observada. Según usuarios de distintas redes, el grupo de hackers subió información  del Vaticano sobre pederastia y encubrimiento, aunque las capturas de pantalla se acompañaban de frases como: “esta es la información que Anonymous subió del Vaticano. Compartan porque Twitter está borrando todo”. Y las imágenes a veces no correspondían a la noticia o viceversa. No obstante, miles de solicitudes surgieron de inmediato para que los hackers publicaran información confidencial del Vaticano sobre el abuso a menores.

No se pudo corroborar la actividad en las redes sobre Anonymous contra los magnates del catolicismo. No obstante, es imposible olvidar que la Iglesia es una de las instituciones sobre la que penden más acusaciones y, sobre todo, pruebas de pederastia y protección a sacerdotes violadores de niños. Muchos litros de tinta se han gastado, muchos terabytes de información hay al respecto, y muchas vidas ha costado tener información sólida contra sacerdotes infames. Y, en pleno siglo XXI, casi nada se ha hecho por infligir castigo a los depredadores católicos. Por ello y aunque no sea cierta la publicación de documentos contra el Vaticano, esos actos hay que mencionarlos para no olvidarlos.

We are legion

El regreso de Anonymous es una buena noticia. Las fuerzas armadas estadounidenses y sus cuerpos policiacos están obligados a tomar decisiones importantes relacionadas con su población. El Twitter de la legión contiene decenas de videos de abusos de autoridad contra los manifestantes y son una fuente de información valiosa en momentos donde la mayoría de los medios son propiedad de magnates cercanos a los gobiernos.

Donald Trump, por su parte, azuza a sus seguidores, casi todos blancos supremacistas, a radicalizar también sus actos. La peligrosidad del presidente naranja nunca fue más evidente que en esta crisis. A diario, sus declaraciones son gasolina arrojada a una llameante indignación popular. Cada palabra suya parece dirigirse hacia la búsqueda de una rebelión que podría ser controlada con violencia. El más reciente conflicto racial estadounidense no tiene, todavía, una ruta definida.

En un mundo afectado por la pandemia Covid-19, con decenas de economías en quiebra, el aumento de pobreza en el mundo, el inminente desempleo de millones de personas, el acoso del hambre y las enormes desigualdades sociales, la reaparición de Anonymous implica una fuente alternativa de información contra el poder y sus injusticias. Muchas esperanzas, nuevamente, se instalan en el rostro dramatizado de Guy Fawkes. Sus 4 millones de seguidores están a la espera, ansiosos, de información fresca que señale la corrupción de las altas esferas del poder.

El regreso de Anonymous
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Editor de contenidos en la Revista Consideraciones. Profesor de la UNAM y estudioso del comportamiento de los gatos. El lenguaje lo es todo.