Conoce los peores casos de brutalidad policial en EU

Imágenes Deja vú

Ricardo Rivas

En los últimos días un par de imágenes han recorrido el mundo principalmente por las redes sociales. En la Primera se aprecia la parte trasera de un automóvil de la policía de Minneapolis, detrás de la cual, un oficial somete brutalmente a un hombre afroamericano aplicando presión con su rodilla en el cuello del sometido, mientras éste yace bocabajo en el suelo.

En la segunda se observa un espectáculo de contrastes de luces producido por un edificio que arde en llamas con la oscuridad de la noche como fondo. Gracias a la velocidad del internet y de algunos medios de comunicación, sabemos que la primera corresponde al asesinato de George Floyd, ocurrido durante una detención con claros rasgos de brutalidad policiaca y desprecio racial; mientras que la segunda se ubica en el marco de las protestas de Minneapolis desencadenadas por tal hecho; una como consecuencia de la otra.

Lamentablemente, no es la primera vez que ocurre y, aunque sostengo que ni la historia ni las fotografías se repiten, sí existen continuidades estructurales que generan que  algunas imágenes o sucesos tengan cierto aire de deja vú.

La larga historia del racismo en EU

La historia de la violencia racial en Estados Unidos no es reciente, data del siglo XVII, cuando los primeros africanos fueron traídos para trabajar como mano de obra esclava en las plantaciones y granjas coloniales.

Aunque la esclavitud fue abolida en 1863 por Abraham Lincoln en plena guerra civil, todavía en los años cincuenta del siglo XX, en algunos estados tenían vigencia una serie de leyes de segregación racial heredadas de los tiempos de la esclavitud, las que provocaron protestas y movilizaciones que se extendieron por dos décadas y que lograron que la Suprema Corte de Justicia declarara que dichas leyes eran algo inconstitucional.

Algunas protestas fueron pacíficas, como las promovidas por Martin Luther King, y otras no tanto, como las encabezadas por Malcolm X o la organización social denominada como las Panteras Negras. Aunque ello significó un gran paso en la lucha de los afroamericanos por la conquista de sus derechos civiles, estuvo lejos de terminar con el racismo, la segregación y la brutalidad policiaca.

Los supuestos violadores de Central Park

Uno de los casos más impactantes en los que el prejuició racial jugó un papel determinante tuvo lugar en 1989, cuando un grupo de cuatro adolescentes afroamericanos y un latino fueron acusados de violar y golpear a una mujer en Central Park, Nueva York, siendo considerados culpables hasta el 2002, cuando el verdadero delincuente confesó su crimen. En este hecho está basada la miniserie original de NETFLIX When they see us.

Policía abate a tiros a joven de 18 años en 2014

Ya entrado el Siglo XXI esos fenómenos siguen vigentes, apenas en 2014 ocurrió algo parecido cuando en Ferguson, un agente de la policía del estado de Missouri abatió a tiros a Michael Brown al considerarlo sospechoso de un reporte de robo, el joven afroamericano de 18 años era inocente e iba desarmado, no obstante  recibió seis impactos de bala.

Toque de queda ante protestas

El incidente desencadenó una oleada de protestas locales y nacionales que obligaron al FBI a abrir una investigación y al presidente Barak Obama a hacer una declaración pública de condolencias. La situación llegó a tal punto que la ONU hizo un llamado al gobierno de los Estados Unidos para asegurar la protección de los manifestantes y Amnistía Internacional envió observadores de derechos humanos. Sin embargo, las protestas continuaron hasta de que el gobernador de Missouri declaró el estado de emergencia y el toque de queda.

Lo anterior es solo por poner un ejemplo, ya que existen muchos otros casos. En 2018 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos publicó un informe sobre la violencia policial contra afrodescendientes en Estados Unidos (http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/ViolenciaPolicialAfrosEEUU.pdf), en el que señala que los afroamericanos tienen casi tres veces más probabilidades de ser víctimas de la fuerza policial.

Así pues, si bien existen leyes que en teoría deberían asegurar que estos hechos ya no ocurrieran, en una sociedad como la de Estados Unidos con un racismo tan históricamente arraigado esto está lejos de ser una realidad, en especial si tomamos en cuenta que en la mayoría de los casos los victimarios son exonerados. El racismo, la segregación racial y la brutalidad policial, lejos de ser viejas fotos fantasmales, son imágenes cotidianas, más vivas que nunca.

 

Una larga lista de abuso policiaco contra afroamericanos en EU

Raúl González Rendón

El caso de Floyd fue la gota que derramó el vaso, recordemos que la brutalidad policial es una constante en muchos oficiales estadounidenses, que, abusando del poder conferido por una placa y pistola, han pisoteado en repetidas ocasiones los derechos humanos de los ciudadanos. Recordemos algunos de los más atroces.

Falcón Heigths, Minnesota, fue el escenario de la muerte de Arlon Sterling, afroamericano de 37 años que vendía CD´s en el estacionamiento de un centro comercial, abatido en 2016, por un policía que le disparó directamente en el cuello, mientras lo tenía sometido en el suelo junto con otro oficial.

Diamond Reynols, grabó la agonía de su novio, Philando Castile, que igualmente en 2016, recibió varios disparos en el abdomen durante un control policial, el afroamericano de 32 años, se desangra en el asiento de un automóvil mientras su novia narra lo sucedido.

Freddie Grey, de 25 años, falleció el 12 de abril de 2015, mientras se encontraba en custodia policial acusado de portar una navaja, perdió la vida a consecuencia de un coma producido por lesiones en su medula espinal. 6 policías de Baltimore, participaron en su detención y custodia.

Michael T. Slager, le disparó más de ocho veces a Walter Scott, detenido por tener una de las luces de su vehículo rota, y aunque Slager alegó en un primer informe, haber defendido su vida porque Scott intentó quitarle su teaser, un vídeo captó que lo único que hizo Scott fue correr por su vida, mientras el oficial lo mató por la espalda.

Saqueos y protestas violentas sobrevinieron al homicidio de Michael Brown, un joven de 18 años, que murió el pasado 9 de agosto de 2014, en Ferguson, San Luis Misuri, después ser tiroteado por Darren Wilson, absuelto de la muerte de Brown.

Eric Garner fue estrangulado el 17 de julio de 2014, mientras lo arrestaban agentes de la policía de Nueva York, su amigo, Ramsey Orta, documentó su muerte con un teléfono móvil. Su arresto fue “supervisado” por una oficial afroamericana, Kizzy Adoni, que a pesar de escuchar en voz de Garner que no podía respirar, no intervino. Daniel Pantaleo, el policía que estranguló a Garner, no fue procesado por su muerte.

Clinton Alford recibió múltiples golpes en la cabeza, cuando 3 policías de Los Ángeles, lo tenían neutralizado en el piso. Ray García, el agente que lo pateó y golpeó aun cuando sus 3 compañeros ya lo tenían esposado, no midió su fuerza mientras lo hería.

Noel Aguilar, un hispano radicado Long Beach, California, murió en 2013, tras recibir tres disparos a quemarropa, cuando dos oficiales lo tenían sometido por la espalda.

Acusado de vender narcóticos, Francisco Caminero, recibió golpes y patadas de 5 policías de Nueva York, el dominicano, sufrió múltiples contusiones en su cara, espalda, abdomen y su pierna derecha.

Demetrious Hollins, obtuvo un puñetazo en su rostro, un oficial de la policía de Atlanta, Georgia, quien lo golpeó cuando alzaba las manos para entregarse. Poco después, otro policía le propinó una patada en su cabeza, cuando ya se encontraba en el suelo. Por fortuna, el joven no perdió la vida. Ambos oficiales fueron despedidos.

Inclusive, una estudiante afroamericana fue sometida violentamente por un policía, después de que se negara a entregar su celular al profesor que se lo había requerido. Abusando de su fuerza, el policía la arrastró en pleno salón, con todo y pupitre. El agente, tiene antecedentes de violencia excesiva a estudiantes. El vídeo que reveló lo sucedido, ocurrió en medio de un contexto desconocido en 2015.

Eran afroamericanos, fueron asesinados. Su muerte quedó grabada para la posteridad. Neutralizados por varios efectivos del orden, fueron objeto de golpes, descargas eléctricas y disparos. Estos agentes, además de ser justificados por las instituciones a las que pertenecieron, en la mayoría de los casos, fueron beneficiados con la impunidad oficial, al amparo de jueces y autoridades que desestimaron su comportamiento policial.

El racismo es una constante en todos estos episodios violentos. Muy posiblemente, de haber sido personas de tez blanca, hubiesen tenido un trato diferente, mucho más relajado. Quizá, estarían vivos.