Alteridad

¿Quiénes pueden “escribir en libertad”?

Miguel Ángel Maciel Galindo


miguelmg28

21 mayo, 2020 @ 7:11 pm

¿Quiénes pueden “escribir en libertad”?

La Brigada para Leer en Libertad, aquella asociación civil que durante 10 años han acercado la lectura a las comunidades más alejadas del país y a los rincones más recónditos en los que probablemente la mayoría de nosotros jamás ha estado, recientemente se ha visto envuelta en una polémica debido a un curso que impartirían en línea titulado “PARA ESCRIBIR EN LIBERTAD”. La intención de este curso fue invitar a diez intelectuales, entre ellos escritores, filósofos e historiadores con el objetivo de compartir su experiencia y conocimiento respecto a cómo escribir un cuento, una novela,  cómo redactar correctamente y entre otros aspectos relacionados con el mundo de las letras.

La polémica

Lo que sucedió fue que en el cartel en donde se presentó el curso sólo estaban contemplados hombres: Paco Ignacio Taibo II, Oscar de la Borbolla, Alberto Chimal, Gerardo de la Torre, Diego Enrique Osorno, Oscar de Pablo, entre otros. La polémica surgió debido al señalamiento que se le realizó a la Brigada, de manera que en la publicación del cartel pueden leerse comentarios como “¿No hay mujeres escritoras en México”, “¿Nosotras no podemos leer en libertad?”, “¿Y las escritoras?” hasta otros más agresivos como “Ay qué perro oso, un club de tobi en pleno 2020”, “ Qué  vergüenza de curso”, “¿No les da vergüenza su despliegue de machismo?”, entre otros.

Debido al ruido generado que causó la publicación del cartel, la Brigada para Leer en Libertad, siendo consecuentes con su espíritu solidario y comunitario que por 10 años han demostrado, lanzaron un comunicado explicando que lamentaban se sugiriera que la Brigada para Leer en Libertad no fuera incluyente hasta tal punto de tacharlos de misóginos. Así, explicaron la razón por la cual mujeres escritoras no formaban parte del curso: “A este curso estaban invitadas varias mujeres y coincidió que las que habíamos propuesto no podían, no se trababa solamente que fuera mujer, sino que fuera un tema de su especialidad, en el caso de Mónica Lavín era la del cuento; de Laura Esquivel, la literatura en el cine; de Elena Poniatowska, el periodismo y la novela. Como verán, no se trataba de excluir a nadie, y sí de una malíssima suerte que ninguna de ellas tres podían en esas fechas en las que ya teníamos contratado el lugar”.

Las mujeres contempladas para formar parte del curso habían sido invitadas no por su mera condición de mujer, sino porque son mujeres destacadas en algún ámbito de la escritura. Ya aclarada la situación por la ausencia de mujeres en el curso, la Brigada para Leer en Libertad decidió cancelarlo como un acto de “disculpa”.

La Brigada para leer en libertad tiene años promoviendo la lectura y la inclusión

Lo de menos es haber dado marcha atrás al curso, sin embargo, me parece que se llevó la discusión a un plano en el cual no tiene lugar. Quiero decir, señalar a los organizadores de machistas e incluso misóginos, es no saber del arduo trabajo que han realizado los organizadores de la brigada, especialmente Marina Taibo, Paloma Sáiz y Paco Ignacio Taibo II. Cada uno de ellos durante años han sumado esfuerzos por acercar la lectura, poner libros en rebajas de hasta $10 pesos, ofrecer cursos gratuitos sobre historia, literatura, cómo ser escritores, entre otros cursos.

Los esfuerzos realizados por parte de la brigada, como ofrecer cursos gratuitos y poner a disposición más de un centenar de libros en descarga gratuita, no responde únicamente a las circunstancias de la pandemia, ya que, quienes seguimos a la brigada desde hace algunos años, reconocemos que estos esfuerzos no son de ahora. Haber señalado a los organizadores del curso de misóginos, además de haber criticado que Taibo II apareciera en dos ocasiones en el mismo, es definitivamente potenciar al máximo un “error” el cual ya fue aclarado y explicado. Está por demás mencionar que las acusaciones son aventuradas, de manera que no debe por qué concebirse que el curso fue pensado con la intención de que fuera impartido únicamente por “machos”.

Extremadamente incluyentes nos puede llevar a la exclusión 

Quienes tenemos un mínimo de consciencia sabemos que vivimos en tiempos distintos, es decir, que la igualdad, la tolerancia, el respeto y el ser incluyente en todos sentidos debe ser la máxima y los principios que guíen nuestro día a día. En este sentido, pareciera ser que en la necesidad por ser extremadamente incluyentes nos convertimos en extremadamente excluyentes.  El ser humano no siempre controla los efectos de sus acciones y de si cada una de ellas afectará o no a terceros. Es decir, que particularmente este curso de la Brigada para Leer en libertad esté formado únicamente por hombres, aun sabiendo que no incluyeron mujeres por problemas meramente de agenda, no representa automáticamente estar en contra de ellas.

Cuando lo “políticamente correcto” sustituye la equidad de género

La intención no es ahondar sobre lo extremista que, en ocasiones, pudieran ser algunas posturas; sin embargo, sí me parece alarmante que existan individuos capaces de atacar e insultar a alguien cuya intención en un inicio no fue lastimar ni mucho menos ofender. Pareciera ser que todo el tiempo, durante todo el día, a todas horas del día, se debe tener presente lo “políticamente correcto”, es decir, lo que los tiempos dictan que está bien y que así sólo debe ser. En este sentido, ¿Lo políticamente correcto hubiera sido realizar un curso de puras mujeres? Además de que ya se ha realizado, sin mencionar que las organizadoras y fundadoras de la brigada son mujeres, el hecho de hacer este tipo de “críticas” deja el horizonte abierto para que en una próxima ocasión se les critique por no haber incluido a jóvenes, a personas de color, a personas de otra nacionalidad, a personas indígenas, etc.  

Resulta igual de lamentable, que si para un curso específico, no se logra convocar a algunas autoras por temas de agenda personal de ellas, se tenga que recurrir a la cuota de género, con calzador, sólo para evitar el linchamiento mediático, pues eso, como dice Paloma Sáiz, “sería sólo para tapar el ojo al macho, y decir que hay paridad de género; disculpen, pero respetamos mucho a las escritoras como para hacerles una jugada así.”

No se puede reducir y juzgar un esfuerzo colectivo de varios años, por una sola acción

Por supuesto que en México existen excelentes escritoras y también es un hecho que la Brigada para Leer en Libertad ha llevado a cabo un enorme esfuerzo para que la asociación sea incluyente en todo sentido. Este error no tiene por qué costarles caro, ni mucho menos tomar acciones negativas en contra de los escritores hombres que iban a participar en él. Oscar de Pablo, quien ya ha participado en la realización del curso en ocasiones pasadas, mencionó en uno de los comentarios que ya habían detectado la ausencia de mujeres y, en un acto de plena solidaridad, decidió no impartir el curso.

Bienvenida la crítica  y el debate público sobre la cultura

Sin duda es loable que los organizadores estén al tanto de las críticas de nosotros, sus consumidores y lectores al fin, pero debieron asumir una postura menos endeble dejando bien en claro que la intención no era presentar a puros hombres como una forma de “superioridad intelectual”. Cedieron a los caprichos de un sector que vieron algo en donde, a todas luces, no lo hay. Claro está que, al cancelar el evento por solidaridad, forman parte de ese juego y lo llevan a un plano en donde la discusión se enfoque en problemáticas de género. Para nada es así y para muestra de ello, sólo basta revisar el canal de Youtube y dar cuenta de cuántas mujeres y temáticas sobre feminismo han sido abordados en distintas ferias impartidas por toda la República.

Miguel Ángel Maciel Galindo

Licenciado en Psicología Social y estudiante de Ciencia Política. Ambos por la UAM Iztapalapa.