Adultos mayores en México
Marco Antonio Hernández Aguilar*
Las personas adultas mayores en México, se enfrentan día a día a un sinnúmero de situaciones adversas que limitan su autonomía como individuos. Este sector de la población, cuyas edades van de los 60 años en adelante, vive, en su mayoría, en condiciones precarias. Como adultos mayores, se les identifica dentro de la población económicamente no activa.
Sólo la tercera parte están pensionados
Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018, en México existe una población de 15.4 millones de personas con 60 o más años de edad, es decir, el 12.3% de la población total del país. En este sentido, la misma ENADID 2018 identifica que un 41.4% de los adultos mayores que viven solos, se encuentran dentro de la población económicamente activa. Además, el ingreso de los adultos mayores que viven solos se da por diversas fuentes: 36.7% obtiene sus ingresos de su pensión o jubilación, un 36.6% obtiene sus ingresos de algún programa gubernamental y un 34.4% trabaja para lograr obtener algún ingreso.**
27% de los adultos mayores sufren alguna discapacidad
Las múltiples problemáticas a las que se ve expuesta esta parte de la población van desde las enfermedades crónicas, aunadas a un sistema de salud deficiente (al que se puede acceder sólo en el caso de ser derechohabiente[1]); así como la violencia que viven por su condición de vejez, lo que disminuye su autonomía y su calidad de vida. Por ejemplo, el 27.1 % de los adultos mayores que viven solos sufren alguna discapacidad.
Muchos sufren violencia en su propia casa
Según la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores en su artículo 3ro Fracc. XII., se entiende por “violencia contra las Personas Adultas Mayores, cualquier acción u omisión que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público” (2018, p. 2).
Las y los adultos mayores se encuentran expuestos a las acciones violentas hacia su persona por su incapacidad de responder ante ellas. Es preocupante saber que la mayoría de estas agresiones se da en el entorno familiar y que, además, la o el adulto mayor no denuncia a sus agresores por encontrarse “entre la espada y la pared”, por lo que no se pueden tener datos certeros de los niveles de violencia que viven al interior de sus hogares.
Covid-19 y los adultos mayores
Los adultos mayores forman parte de un sector de la población que, por su edad y las enfermedades crónicas que padecen, en su mayoría, se encuentran más expuestos ante el nuevo coronavirus.
Desde el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia se tomaron medidas precautorias que evitaran la propagación y el contagio del COVID-19 entre dicha población. Ejemplo de ello es el plan presentado por el Instituto Mexicano del Seguro Social[2] (IMSS) para evitar el contagio del nuevo coronavirus en las personas adultas mayores.
La polémica Guía Bioética
Han existido noticias (algunas de ellas falsas) que vulneran la integridad de dicha población. La más polémica se dio tras la publicación de la Guía Bioética para Asignación de Recursos Limitados de Medicina Crítica en Situación de Emergencia[3]. Dicho documento arroja una serie de recomendaciones éticas al personal que está al frente de la atención de la epidemia de Covid-19.
Sin embargo, la propia guía deja muy en claro que: “Es un error que ha de evitarse a toda costa asumir que tener cierta edad o cualquier discapacidad es sinónimo de tener una calidad de vida inferior, un pronóstico desfavorable, o mala salud” (Guía Bioética para Asignación de Recursos Limitados de Medicina Crítica en Situación de Emergencia, 2020, p. 5).
Hacia la atención integral de los adultos mayores
Atender de manera integral a dicho sector de la población debe entenderse como una necesidad prioritaria del Gobierno de México. Ha quedado claro que el alcance de los programas sociales destinados a atender a las y los adultos mayores es limitado. No basta con otorgarles un ingreso bimestral para garantizar una línea de bienestar que les permita subsistir. Se debe ir más allá y entender que las y los adultos mayores se encuentran expuestos a diversas modalidades de violencia que les impiden ejercer su autonomía como individuos. Además se debe implementar un plan que ayude a corregir los malos hábitos en las edades que anteceden a la vejez. Con ello se evitará que las y los adultos mayores sigan siendo una población altamente vulnerable, haya pandemia o no.
* Marco Egresado de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la FES Acatlán.
** La suma total de los porcentajes, da un número superior a 100, debido a que una persona puede contar con ingresos de más de una fuente, según el propio INEGI
Bibliografía:
Comunicado de prensa núm. 475/19. (30 de septiembre de 2019). Estadísticas a propósito del día internacional de las personas de edad (1ºde octubre). Disponible en https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2019/edad2019_Nal.pdf
Consejo de Salubridad General. (30 de abril de 2020). Guía Bioética para Asignación de Recursos Limitados de Medicina Crítica en Situación de Emergencia. Disponible en http://www.csg.gob.mx/descargas/pdf/index/informacion_relevante/GuiaBioeticaTriaje_30_Abril_2020_7pm.pdf
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores. (Última reforma publicada en el
DOF 24-01-2020). Disponible en
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/245_240120.pdf
[1] De los adultos mayores que viven solos 44.1% están afiliados al IMSS, 40% al Seguro Popular o Seguro Médico Siglo XXI y 14.8% al ISSSTE (ENADID 2018).
[2] Véase “Presenta IMSS plan para evitar contagios por COVID-19 en embarazadas, adultos mayores y pacientes con enfermedades crónicas”. Disponible en: http://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/202003/163
