Piel mestiza; máscaras blancas: Black metal mexicano

Marco García “Cannibal”

Black metal, género musical que llegó a México a través de fanzines

Hablar del Black metal es complicado debido a las connotaciones paganas del género, pues nace a partir de un movimiento que reivindica raíces culturales de los pueblos originarios escandinavos. Y también debido a que la música, como producto global, actualmente llega a diversas partes del mundo. A México por ejemplo, el Black metal llegó por medio de fanzines, cintas grabadas rudimentariamente y a través de quienes tuvieron la posibilidad de viajar e importar dichos materiales discográficos. Es decir, arribó a México del mismo modo que los otros subgéneros del metal.

A diferencia de otras vertientes del Metal, el Black  Metal es racista en sus orígenes

A diferencia del Heavy, el Thrash y el Death, en este subgénero se desarrollan prácticas culturales específicas, las cuales son el objeto de análisis de la presente Investigación: saber, los procesos de aculturación y racismo. En particular se examinan las formas de reapropiación de ideales de la rama del Black metal denominada: NS Black metal. Dicha categoría se distingue por muestras de nacionalismo exacerbado, chovinismo y racismo.

Hibridación cultural

A cuarenta años de la llegada del metal en México, es importante cuestionarse si ha ocurrido un proceso de hibridación o transculturación en el Black metal mexicano. Para ello, nos remontamos al Siglo XIX desde la antropología y la etnográfica, en donde hubo un intercambio cultural, por medio del proceso de colonización, aunque en realidad no fue un intercambio pacífico, fue una destrucción de culturas en donde la vencedora fue la occidental, en su mayoría (sin dejar de lado que hubieron resistencias) y esto desde una visión moral que suele ser activo/ pasivo o impositivo/ agresor, sólo no hay que dejar de lado que estos procesos en la actualidad son parte de una globalización y una modernidad capitalista que son procesos de intercambio dialéctico, que provoca una transformación para dar paso a un nuevo fenómeno en el Siglo XXI que denominaremos como hibridación cultural.

Si bien las políticas de Estado durante la formación del Estado Nación Mexicano retomaron elementos indígenas para darle peso a una identidad a las masas, sólo se reproduce una Esquizofrenia colonial como menciona Guillermo Bonfil Batalla en su obra México Profundo, que no es más que revivir a un indio muerto de manera estética y glorificarlo y relegarlo en museos o sólo para tomarse fotos. Dicho subgénero reproduce un discurso que retoma elementos de un pasado mexica hegemónico y sigue relegando al indio vivo como un sujeto condenado a ser negado inclusive hasta llega a causar pena.

Blanquitud

Aquí es donde podemos hablar de un mensaje de racismo inclusive en esta ideología, que es un vehículo trasgresor en un contexto específico, es decir, lo políticamente incorrecto. Dentro de sus contenidos podemos hablar de una esencia de esta ramificación de Black metal, porque esta ideología es acorde al discurso que manifiesta, existe una abstracción del mismo, y es tan radical que gira sobre su propio eje que puede voltear los papeles, dicha negación dentro del mismo género pueden llegar a ser parte conceptuales, negando las raíces cristianas, pero apropiándose de una ideología supremaciota. La hibridación cultural también se manifiesta en los seudónimos de los miembros de las bandas que utilizan deidades pre colombinas con otros sufijos relacionados al nacional socialismo: Yaocuicatl 88. Las siguientes bandas se reivindican nacional socialistas en el Black metal:

War Kommand

Comando de Exterminio

Komando Pagano

Dragón de Hierro

Sangre y terror

Kukulkan

Nahual.

La blanquitud como se mencionó arriba, es un fenómeno aspiracional; ser como occidente, y se manifiesta a través de imaginarios colectivos que marcan la pauta de estereotipos a seguir, la manifestación clara es el Estado nazi de Alemania que exigía un modelo de sujeto superior (la raza aria) y era obligatoria la presencia de blancura en el orden biológico, étnico y cultural.

En el caso latinoamericano, en específico el mexicano, se manifiesta un racismo identitario es decir, es aquel que no se expresa de una manera directa, es aspirar a un modelo civilizatorio de supremacía, en el momento que los hispanos o latinos muestren “buen comportamiento” y obedecen a la lógica de la modernidad capitalista estadounidense pueden ejercer esta blancura sobre aquellos a quienes no la reproduzcan y denoten sinónimo de atraso, es decir: los indios, los pobres, inmigrantes, negros, etc., es por ello que el fenómeno del NS Blak metal hay sujetos con fenotipos de pueblos originarios y ejercen racismo o estén en contra de este orden (comunistas, feministas, anarquistas, sujetos con tendencias de izquierda), a este le denominará RAC (rock anti comunismo).

En la actualidad está resurgiendo este género en la zona norte de México debido a su localización geopolítica con los Estados Unidos (El paso Texas) y debido a su contexto político reciente con su presidente de derecha extrema, las siguientes bandas se reivindican como intolerantes y anti- antifascistas:

Nyogthablisz.

Nexul.

Hellvetron.

Intolitarian.

La intolerancia que manifiestan en su música estas bandas son una prueba de un racismo identitario- civilizatorio, es decir es una interiorización de un ethos que se impone en el capitalismo, que refleja un estado de bienestar que proporciona la sociedad Americana, la peculiairiedad de estas bandas es que se reivindican intolerantes ante toda expresión que vaya en contra de sus postura anti-igualdad.

Bandas de Black Metal conformadas por mexicanos, con un contenido racista

El elemento interesante dentro de esta ramificación de Black Metal, es porque varios miembros pertenecientes a dichas bandas son de origen mexicano y radican en Estados Unidos y el discurso de las letras manifiestan racismo, es un elemento de la blanquitud, es la americanización de América Latina, es decir imponer un status quo como modelo de estilo de vida, en este caso el American Way Of Life,  como un arquetipo aspiracional, una vez más un ideal que crea una identidad y el género no se escapa de esta dinámica, en donde varias bandas refuerzan el discurso supremacista americano como lo fue Alemania en la Segunda Guerra Mundial, con el elemento satanista como forma de negación y resistencia a la moral cristiana, sin dejar de lado que su mensaje propaga un mensaje de odio en contra de los comunistas y feministas.

Mientras que en nuestro país tenemos una carga colonial compleja que se manifiesta en la globalización como el consumidor mediático de Estado Unidos y exportador de mano de obra barata considerada peyorativamente como “ilegal”, es decir donde el sueño que prometió la modernidad es un fracaso rotundo, en donde a manera irrisoria no sabemos a ciencia cierta si conocimos dicho proceso, pasando a la modernización directamente, inmersos en fenómenos como la precariedad y la pobreza, pérdida de identidad en los sectores bajos de la estructura piramidal del capital.

Solo unos alcanzaron a asomarse y no vieron nada en ella. Por estas causas el género del Black metal logró su auge en México y en el contexto latinoamericano con procesos similares de hastío y nihilismo, negando la colonialidad y un proyecto Civilizatorio y regresar a las raíces  como Mictlantecutil, Xipe Totec, Quetzalcoalt y Huitzilopochtli.