Alteridad

10 de mayo sin precedentes

Raúl González


raulraulgonzal1

9 mayo, 2020 @ 6:39 pm

10 de mayo sin precedentes

Estamos tan acostumbrados al sistema de consumo, que celebrar el 10 de mayo sin comprar algún obsequio, salir a comer o hacer una fiesta, sentimos que no celebramos a nuestras madres. Pero en serio, créelo, esa sensación de insatisfacción y hasta posible frustración, es solamente un estado mental, producto de la enajenación consumista, que confunde valor con precio.

10 de mayo, una fecha sagrada

Cómo no evocar aquellas imágenes que retratan a la familia reunida, desde los hijos hasta los bisnietos, caminando presurosos por toda la casa, para celebrar una de las fechas más emblemáticas de la cultura mexicana. Regalos de todo tipo, suntuosos arreglos florales, y la gastronomía mexicana puesta en la mesa para celebrar una festividad casi sagrada en nuestro país.

Regalos que perpetúan un estereotipo

Algunos piensan que ese día México se paraliza, así sea por algunos minutos, pues qué familia promedio no santifica a su madre abnegada, perseverante, fuerte y trabajadora, que lo seguirá siendo por el resto del año, aunque muchos sólo se acuerdan ese día.  Sea grande, o no tanto, el diez de mayo es una fecha que no puede pasar inadvertida para todo aquel que ose a llamarse “hijo, o hija de familia”, aunque muchos de los obsequios sólo sirvan para perpetuar un estereotipo de mujer abnegada, como comprar una plancha o sartenes.

Imagen: mexicodesconocido.com.mx

10 de mayo sin precedentes

No obstante, esta cuarentena vino a trastocarlo todo.  Este será un 10 de mayo inaudito, sin precedentes; los restaurantes ya no se podrán saturar, no habrá más tráfico por las principales avenidas de la ciudad, pues, ya no será necesario salir apurados del trabajo para llegar a casa, seguramente, las florerías no tendrán las mismas ventas que hace un año, posiblemente, en algunos lugares marginados del país, se sigan organizando las típicas fiestas callejeras, aunque eso implique violar las normas sanitarias.

Esta vez el dinero no llenará el vacío

Ahora, sin poder salir, quizá muchos se cuestionen la forma de festejar a su madre, sin regalos, ni comida variada, o un viaje por un pedazo del mundo. Sentarse a la mesa y festejar, nos obligará a repensar que el dinero no llena el vacío de la hipocresía y el descuido. Y, el más impresionante regalo, no se compara con todo el afecto, respeto y cariño que, a menudo, solemos olvidar el resto de los 364 días del año.

Tenemos la urgente necesidad de comprar y consumir porque así cumplimos con la expectativa social; la bondad de un buen hijo se mide entonces por el gasto invertido. Sirve también para separarnos en términos de compromiso; es mejor pagar, que repensar nuestras acciones, entonces, el objeto media entre nosotros y ellas, se regala un objeto y a través del ritual de cada año, recibimos a cambio, una conciencia tranquila.

Escucharla o comprometernos, podría ser un mejor regalo

Pero ahora que estamos confinados o distanciados, es una oportunidad para repensar esta fecha, y darle así un nuevo significado, en el que podamos preguntarle cómo se siente, sí es feliz, si su vida ha sido plena, y qué podemos hacer para que así sea. Y esto, tal vez, sea un mejor regalo sin precio pero de incalculable valor.

 

Raúl González

Comentócrata, amante de la historia, bibliófilo por vocación, universitario por decisión.