Huelga en la UNAM, Nuestros Rostros

Adriano Pavarotti

Apenas tenían 17 años y la historia los arrojó a un movimiento estudiantil largo y salvaje. Con solo una cámara V8, se fue armando en el CCH sur la única pieza documental fraguada en el momento, al calor del movimiento. Así presenta su documental, a 21 años, su director Diego Salgado. Se trata de una obra cálida y humana. Por momentos muy testimonial. Durante la pieza se puede apreciar el sentir de los estudiantes. La película le toma el pulso al movimiento, presenta a sus protagonistas: albureros, irreverentes, jóvenes, muy jóvenes.

La película muestra la experiencia de los estudiantes del CCH Sur y desde ahí, conecta con el universo de la huelga y con los personajes en ella. El filme es una radiografía de los 90’s: Ropas holgadas, jerga verbal, ademanes y por supuesto la música de Manu Chao, Fernando Delgadillo, Los Fabulosos Cadillacs.

En la película Televisa y Tv Azteca suenan temibles, entonces eran los grandes medios de la voz hegemónica. Aunque a la película le faltan datos claves; para quienes no vivieron el movimiento de cerca, la obra muestra bien la causa y las motivaciones. Un movimiento que terminó con la irrupción de la policía en febrero de 2000.

La rebeldía como celebración de la juventud es un tema que se aparece en cada momento, pero no una rebeldía carente de causa, si no una con conciencia social. Estos jóvenes lucharon por un futuro que no era necesariamente el suyo. Con la calidad rustica de la época, apenas una cámara, cassetes y hojas de papel, esta pieza compensa al espectador cuando muestra con honestidad el punto de vista de los estudiantes. Vamos cámara en mano caminando junto a estos jóvenes. Un movimiento donde el protagonismo fue mal visto, y la acción directa recurrente. Confusión y caos reinan en las escenas dejando sentir ese ambiente. Al final se hace obligada la pregunta ¿la lucha sigue y sigue…. ?