Tras el Covid-19 la economía mundial se colapsa
Dos factores han puesto a temblar a la economía mundial y con ello a las bolsas de valores de todo el mundo. Los culpables: el COVID-19, mejor conocido como coronavirus, y la caída de los precios del petróleo.
Escenario Global
El temor por el contagio del Covid-19 se ha extendido en cada rincón del mundo. Este miedo es alimentado por los principales medios de comunicación que dedican casi el 90% de su tiempo y de sus notas a todo lo relacionado con el tema. Sin embargo, otro temor que puede ser aún más catastrófico es el impacto que este virus pueda causar (o ya está causando) a las economías de todo el mundo. Pongamos de ejemplo a China. El país asiático donde se originó el primer caso del Covid-19, prevé una contracción de su economía de hasta 9% en el primer trimestre del 2020, según el pronóstico más reciente de Goldman Sachs Group Inc. Por su parte, del otro lado del océano, la bolsa de valores de Nueva York (Wall Street) cerró el lunes pasado con una caída del 12.97%, para dimensionar: es la segunda mayor caída en un solo día en los 124 años de la historia del índice, y no por nada se le ha llamado “lunes negro”. Los inversionistas de todo el mundo han entrado en pánico y provocan, como siempre, un efecto en cadena de ventas de acciones, o más bien, de malbaratar sus instrumentos de inversión por el temor al colapso y de grandes pérdidas económicas.
China, Italia, Irán, España, Corea del Sur, Alemania, Francia, EEUU, Japón y Suiza, son los países con más casos confirmados de Covid-19, de mayor a menor. La mayoría de los países del mundo han presentado oficialmente casos de contagio, es decir, prácticamente el virus ya está en todo el mundo. Muchos gobiernos tomarán medidas para evitar que su sistema de salud colapse y surja, como resultado, un descontento y caos dentro de sus fronteras.
Medidas de contención
Las principales medidas para intentar contener la expansión del virus tienen un efecto importante en la economía de cada nación. Entre las principales se encuentra el poner en cuarentena a los habitantes. Se insta o, en algunos casos, se prohíbe a los ciudadanos salir libremente a la calle, excepto por causas de fuerza mayor. Al no poder salir libremente, las personas comienzan a abastecerse de los productos necesarios para sobrellevar el encierro en sus casas. Esta alza de demanda solamente de ciertos productos provoca que las cadenas de producción y distribución tengan distorsiones. Comienzan a vaciarse los inventarios y muchas empresas tienen incertidumbre sobre cuánto se debe producir. En cambio, existe una baja de demanda de productos y servicios que no son tan necesarios para una cuarentena, y esto causa menos dinamismo económico, las exportaciones y las importaciones se reducen.
Además, los gobiernos destinan recursos adicionales, no previstos, para la contención del virus y para el tratamiento de los casos, recursos que en su mayoría se tenían contemplados para otros programas sociales. En el caso de México, tan solo en instrumentos, medicamentos y otros gastos por concepto de tratamientos, se prevé destinar en primera instancia cerca de 3500 millones de pesos.
Afectación en la aviación
Otra medida importante es que se cierran las fronteras entre naciones, se prohíben vuelos internacionales, y trae como consecuencia un baja en el sector turístico, tan sólo los vuelos que mueven a los turistas representan aproximadamente un 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) global, y generan 65.5 millones de empleos, de acuerdo con datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), esto sin tomar en cuenta al sector que viaja por cuestiones meramente de negocios. Otra medida: se prohíben eventos masivos. Con esto los eventos que tienen una importante derrama económica se ven pospuestos, como conciertos y eventos deportivos. En pocas palabras, hay una reducción drástica de la demanda interna y externa de productos y servicios a nivel global.
¿Qué motivó la caída de los precios?
A todo esto, sumemos el desplome de los precios del petróleo. Debido a una disputa entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, el precio por barril cayó hasta en un 25%, su mayor caída en 30 años y tuvo un repunte del 8% el pasado martes. Este factor afectó todavía más a los mercados mundiales que ya se encontraban temerosos por el impacto del coronavirus.
A grandes rasgos, Arabia Saudita tiene intenciones de recuperar y aumentar su participación en el mercado petrolero y ha incrementado su producción de manera rápida, esto provoca que el mercado se sobresature y comiencen a bajar los precios (oferta y demanda) y esto no les gusta a los rusos, que también son competidores. Las negociaciones entre la OPEP y otros exportadores liderados por Rusia fracasaron, se intentaba llegar a un acuerdo para extender las medidas de recorte de extracción más allá de finales de marzo, con la intensión de respaldar los precios, afectados por el brote de coronavirus. En conclusión, se ha comenzado una guerra de precios entre los principales países petroleros, con el fin de saber “quién aguanta más”.
Para la analista de Commodities, Ana Azuara, la principal intención de esta guerra de precios es hacer quebrar a los gigantes petroleros de occidente Shell y Exxon. Sin embargo, para ella, estas petroleras serán capaces de aguantar precios bajos.
¿Cómo afectará esto a México?
Actualmente PEMEX aporta 14 por ciento del gasto público, la actual administración intenta elevar la producción para aportar más ingresos. Si los precios continúan bajos, los ingresos de la petrolera igualmente se verán reducidos y esto puede tener un impacto importante en los programas sociales de la actual administración, así como el gasto relacionado a la seguridad ciudadana. Y el problema se hace más grande si tomamos en cuenta la prioridad de recursos que puedan ser canalizados hacia la problemática del Covid-19.
Pero, no todo pinta tan mal. De acuerdo con el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera “A pesar de la caída de los precios del petróleo el gobierno tiene cubierto los ingresos petroleros mediante la contratación de coberturas que se hicieron desde hace varios años, para garantizar los recursos programados en el Presupuesto 2020”. Estas coberturas son seguros en los que se fija o “se blinda” el precio del petróleo de exportación ante posibles fluctuaciones.
China está superando la crisis y día con día presenta menos casos de enfermos por Ciovid-19. Pronto pondrá en marcha su maquinaria económica para intentar mitigar los efectos negativos que la pandemia trajo a sus finanzas, sin embargo, no será tan fácil, ya que varios países continúan aún luchando con el virus, en su mayoría son socios comerciales del país asiático y todavía no existe un panorama claro sobre la nueva guerra de precios del petróleo.
Por otro lado, ya han comenzado los ensayos clínicos de las vacunas contra el coronavirus, paro los más optimistas, estará lista en semanas, para los más escépticos es probable que hasta finales de año, ya que tiene que ser eficaz, segura y su producción tiene que cubrir a todos los países. Aun así, la incertidumbre continúa. Las economías del mundo se encuentran todavía lejos de recuperarse. No se debe descartar una posible recesión global.
Los daños colaterales de la pandemia para la economía y sociedad
[…] No obstante, este no es el único, ni el más grave daño colateral de la pandemia. Desde su inicio, economistas y analistas financieros alertaron sobre el golpe a la economía mundial. China, país exportador del virus, resintió en los primeros tres meses de este año, la contracción de su economía hasta en un 9%. […]