El futuro de los paros en la UNAM
El camino sin retorno
Nos toca presenciar un cambio profundo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Los recientes paros en distintos planteles desde hace más de medio año, preludian un cambio de época no sólo para la institución sino para el país.
El desenlace del paro en la Facultad de Filosofía y Letras, marcará el futuro de los paros en la UNAM sobre violencia de género, en los próximos 10 años. Como quiera que sea, el rostro jurídico, institucional, pero también las relaciones inter-subjetivas en los pasillos y dentro del aula, no serán lo mismo en la máxima casa de estudios; se ha iniciado una camino sin retorno.
Todo cambio profundo es violento
No había otra manera de hacerlo. Subvertir la realidad, sólo es posible si se trastoca el orden establecido. No hay manera de que sea sin violencia. Romper la milenaria dinámica de intereses, es en si misma una acción violenta necesariamente. El objetivo último es la conciencia. Mostrar aquello que era silencio, normal, legítimo, para volverlo grito, urgencia e ilegítimo: la violencia de género.
Esto significa una cosa: poner de cabeza la realidad. Tomarla por asalto para llegar a la conciencia del otro. Moldear la conducta humana para dignificar el cuerpo y la voluntad de la mujer; para que sea respetada.
Sororidad; entre la esperanza y el miedo
Los dos sentimientos más poderosos que moldean la conducta humana son el miedo y la esperanza. La sororidad únicamente puede tejerse desde la esperanza, desde el reconocimiento del dolor ajeno, esparcido en miles de vidas, en cuerpos humillados como astillas, pero que llega el momento en que es un dolor único, una sola vergüenza; ese instante justo en que todas se reconocen como una sola.
Luego viene la toma de conciencia, pasar a la acción. No iban a pedir permiso, pues de lo que se trataba era poner todo de cabeza. La esperanza tiene sus límites, difícilmente se podría contagiar a un misógino de ella para que cambie su conducta. Por eso es entendible el siguiente paso en el que todo parece locura desenfrenada, pintar, destruir: “que arda todo lo que tenga que arder”, dicen ellas.
Para que sean además de respetadas, temidas. Que el acosador tenga muy claro el alto costo de violentar la voluntad y el cuerpo de la mujer. Sólo así se moldea con eficacia la conducta humana. Eso no es odio, es rabia, la diferencia consiste en que aquel sólo destruye, mientras que ésta última, parte de la indignación; destruye para construir algo nuevo.
El empoderamiento político
El empoderamiento de la mujer se da desde distintos ámbitos. El económico, cuando trabaja; el emocional, a través de su autoestima; el cultural, por medio de su formación académica e intelectual; y el político, cuando adquiere conciencia como género para pasar a la acción colectiva; cuando se organizan.
Pero resulta que el empoderamiento político las hace responsables no sólo de su propio movimiento. Una vez que salen a las calles a protestar, lo hacen a nombre de todas. Y es que la política como arte, como oficio, exige ciertas reglas para sumar a favor, para crecer, si no se desea debilitarse políticamente.
Las dinámicas, las inercias del quehacer político como oficio, han sido, y serán siempre las mismas. Así como Newton reveló las leyes de los cuerpos físicos, Maquiavelo, desde hace 500 años, reveló las reglas del poder.
Todo movimiento social tiene una cresta y un reflujo, lo ideal es negociar en el momento en que la correlación de fuerzas es más favorable al movimiento. Poner un piso de negociación alto, ceder, ganar terreno. Reorganizarse, fortalecer el colectivo, expandir la causa. La política es una guerra de posiciones y la Universidad Nacional es una cabeza de playa para transformar el país. No en balde la transición democrática inició ahí, en 1968.
Es cierto también que ha habido incapacidad de quien administra para atender y resolver las demandas, y si alguien ha faltado a esas reglas de la política (sobre los tiempos y la oportunidad política), es la parte institucional, pero tampoco se puede negar la intransigencia del otro lado. Incapacidad e intransigencia, un cóctel difícil de digerir, que hoy tiene a la Facultad de Filosofía y Letras en un paro de cuatro meses.
Lo que está en juego es la utopía
Por eso es importante decir, que lo que está en juego en los paros de la UNAM, es la utopía. Esa causa justa, legítima y necesaria de combatir la violencia de género. Cuando fracasa una Revolución como la sandinista en Nicaragua, no fracasan los sandinistas, lo hace la utopía. Por eso la política exige mucha responsabilidad; siempre es un nosotros.
En esa balanza entre el miedo y la esperanza, ningún movimiento revolucionario debe permitir que el primero venza sobre el segundo, porque muta hacia el terror; prolegómeno del fracaso de cualquier revolución, como sucedió con el terror de Robespierre en Francia o el de Stalin en Rusia.
Si la esperanza tiene límites, el miedo como instrumento de lucha, con mayor razón. Ayuda a irrumpir, a hacernos escuchar, ganar terreno, empoderar, pero si se instaura como imperio, si lo que prevalece es el linchamiento, la causa se soterra y el movimiento se vicia.
Ser radical no es imponer el terror, es ir a la raíz del problema, que en este caso es transformar (deconstruir) la conciencia del otro, moldear la conducta humana, ya sea por miedo o por esperanza.
En un primer momento, se irrumpe con violencia para revelar lo ignorado; sin embargo, el miedo, tiene sus límites y en este caso, los excesos llevarán a un hartazgo.
De nuevo, como quiera que sea, ya ganaron, con el empoderamiento político, la sororidad, la narrrativa legítima de su violencia necesaria. El paro, los paros, son ya un triunfo histórico en sí mismo, si la mirada es a largo plazo, como proceso, pues no hay retorno, la transformación ha iniciado; sólo esperemos que no sea con un alto costo político, que la derrota sea política, en el desenlace, desde una mirada a corto plazo, en la coyuntura.
Cuando la comunidad de la FFyL regrese a la vida académica, lo hará en otra realidad, ya ganaron mucho (es cierto que no todo lo que anhelan) pero pareciera que no lo saben, o no lo quieren reconocer, pues han caído en la trampa del todo o nada.
Que arda todo lo que tenga que arder, sí, pero que tampoco eso signifique inmolar con ello a la propia utopía.
Lilian Espino
Es una irresponsabilidad de las autoridades de la UNAM, no hacer frente a esta gente que tiene tomada la Facultad, ahí está el auditorio Justo Sierra, ¿Que no les importa? ¿Que los detiene? ¿Puede más está gentuza vividores y vaga, ociosa e improductiva? ¿Hasta cuándo?
Oselo spinoza
La violencia no tiene género, con estas campañas dignas de retraso mental en que todo es violencia, "estamos -como sabiamente diría Marcelino Perelló- creando un infiernito".
Una estudiante
No las apoyo, me avergüenzan como mujer, yo lucho desde mi escritorio con resultados, no sentándome en un sólo lugar a que se mejoren mágicamente las cosas, lucho trabajando, lucho haciéndole frente a esas caras que me quieren oprimir, no dándole motivos para perder mi credibilidad.
Esperanza Alvarez Herrera
Posiblemente los patos en la unam es por la búsqueda de un oportunismo político. Está bien que se manifiesten las mujeres solicitando respeto en casa y social. Pero también quiero dejar claro que en muchas ocasiones el verdugo de la mujer no solo sólo son los hombres también son las mismas mujeres.
Una estudiante
Pues claro, lea todos los comentarios emitidos por mujeres en esta nota. Todas deslegitiman el paro. Creen que entregan trabajando, no. No entienden, el paro es justo para exigir PARA TODAS. Pero cierto, el peor verdugo siempre es quien no quiere ver más allá de su realidad.
Una transeúnte
¿Por qué hacen de la violencia un acto de heroísmo poético?¿Un mal necesario? La violencia emitida no es solo en función de la rabia que según dicen ustedes "debe ser tolerada", este argumento busca marcar un precedente peligroso: cada quien hace su cada cual si el motivo del mismo tiene una justificación sobre la carga histórica y moral de la sociedad, si sus motivos "son justos", aún cuando la causa ha pasado a un último plano para volverse justificación de un hambre de poder orremediable, hambre de volverse el enemigo, de enseñarle lo que nos ha hecho sufrir en lugar de remediarlo. Su nota me deja con un sabor amargo, casi de fanatismo religioso.
Ernesto
Los movimientos más importantes de la UNAM fueron, a saber: el 68, el de CEU creo en 1985 y el de 1999, en ninguno se utilizó esa violencia que la hicieron interna. Este dizque movimiento desacreditado e ilegítimo, pasará como el una manifestación porril y de golpeteo institucional. La causa es legítima pero sus protestantes son espurios
Mauricio Juárez Servin
Muy buen texto, más allá de una simple opinión hacia lo personal y muy especifico, pausado, consciente. Una felicitación, pero una pregunta y el autor? Quién es? Saludos!
Francisco Javier
Todo cambio Verdaderamente PROFUNDO, nunca será violento.... Algunos ejemplos? GANDHI Y MANDELA....Cambios sociales que solo marcan transiciónes, si muy violentos, cualquier revolución, sea la Francesa, la Mexicana... Y muchísimos ejemplos mas. Paradigmas que no necesariamente siguen funcionando hoy por hoy.
María Yoldi
Me encantó este texto, el análisis. Gracias!
Christian
Cuando violen a tu hija, o abusen de tu esposa, entenderás la necesidad de responder, de exigir que se atiendan las demandas. O también has abusado de una mujer?
Pedro Miranda O.
Efectivamente ninguna lucha por si sola es pacífica pero si lo es constructiva mente, solo aquel que no valora las vida de los demás no es capaz de sentir ni verse reflejado, ellas luchan por las que ya no están, por las posibles víctimas y por dignidad, no necesitan el apoyo o la compasión al contrario son dignas de seguir adelante y seguro cuando a alguien de ellas les pase algo o tengan alguna necesidad ellas saldrán a luchar por ellas que aún no se ven reflejadas en su lucha. Aplauso a esa mujeres valientes
Lucas Ruiz Ruiz
Cuando una lucha es justa se hace de frente y con la frente en alto, no bajo un pasamontañas. La UNAM debe investigar, a través de la Fiscalía, los que han destruido a la máxima casa de estudios. Nuestra casa de estudios.
Margarita
Cuando comiencen a respetarse a ellas mismas habrán conquistado más. Estas feministas que ha creado la hegemonía mundial del momento, que ya no leen, ya no aprehenden, se dejan arrastrar por alarido sin razón de las multitudes, quieren cada vez parecerse más los machos que las humillan. Me parece que de todo lo que habían logrado grandes feministas a través de Lana historia para ser incluidas y tratadas como iguales, estas “feministas” de devolver han dado un retroceso al querer ser consideradas como especie aparte, por separar con tanta inferencia los géneros con el pretexto de que es rabia, ¿las medidas que se tomarán dentro de la UNAM acabarán con los homicidios en el País? Claro que no. No lo quieran poetizar.
yo mismo
Muy vago el conocimiento del tema del "paro estudiantil" se ve una lucha de interéses políticos. Por eso no emiten el autor de la nota
Patricia Gámez
Coincido con un comentario anterior: estas feministas "quieren cada vez parecerse más los machos que las humillan". Por otro lado, el tema de la violencia de género está directamente relacionado, en la UNAM, con la corrupción. La impunidad no está garantizada por el género, sino por el parentesco, el compadrazgo, el cacicazgo. La UNAM está llena de mafias. Si no se atiende eso, ninguna estridencia y ningún cambio en la normatividad podrá prosperar pues las leyes ahí están, pero se aplican selectivamente o de plano no se aplican, para no afectar intereses de grupúsculos mafiosos. En la UNAM no importa quién eres sino con quién te juntas, a quién le besas las patas o a quién le haces cosquillitas, o de quién te dejas hacer cosquillitas.
¿Qué va a pasar con las dependencias de la UNAM en paro?
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