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Este año es vital para el futuro de la 4T


mirfriden

20 febrero, 2020 @ 6:36 am

Este año es vital para el futuro de la 4T

En sus intervenciones públicas, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reiteradamente señala contundente “no me confundan” “no soy un vil ambicioso” “no somos como nuestros adversarios”, que lo traten con la misma medida que a los conservadores lo pone mal y refuta “eso sí calienta”. Y AMLO puede tener razón sobre sí mismo, pero puede estar equivocado sobre quienes están a su alrededor. Nada más hace falta voltear a ver al partido que lo llevó al poder, Morena, y los conflictos internos entre sus facciones que no logran resolver. Creo que no basta con la voluntad de un sólo hombre para lograr la transformación de las dimensiones que México requiere.

La Cuarta Transformación: ¿Primero como tragedia, segundo como farsa?

No hay momento en el que AMLO no haga referencia a momentos históricos del pasado de México que han resultado en profundas transformaciones. Su pretensión es que en México se dé un cambio de régimen y así pasar a la historia. 

En el 18 Brumario Marx inicia con una frase lapidaria “Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa. Los hombres -dice Marx- hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal. Es como el principiante que ha aprendido un idioma nuevo: lo traduce siempre a su idioma nativo, pero sólo se asimila el espíritu del nuevo idioma y sólo es capaz de expresarse libremente en él cuando se mueve dentro de él sin reminiscencias y olvida en él su lenguaje natal.”

Qué párrafos, qué sentencia. No alcanzaría a terminar, en tan breve espacio, un análisis detallado de lo que aquí cito textualmente. Sin embargo, creo que esta reflexión sirve para entender, por un lado, que este proyecto transformador no puede desembarazarse, ni deshacerse del pasado, de más de 80 años de un régimen corrupto y corruptor. “La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos”. Por otro lado, sabiendo que con este pesado lastre tendremos que llevar a cambio la transformación que ya no puede esperar, planteo tres posibles escenarios que se pueden acaecer si no se comprende la profundidad de lo que está ocurriendo en nuestro país.

futuro morena amlo
Imagen: ClaroYDirecto.mx

Entre lo posible y lo deseable: tres escenarios

Sólo formulo hipótesis, pero con mayor énfasis se empieza a observar evidencia de la factibilidad de cualquiera de los tres escenarios, no se tome como un “esto va a suceder”, sino como una reflexión sobre la posibilidad de que ocurra:

 

  1. Después de seis años el gobierno de AMLO logra sentar las bases de la Cuarta Transformación, las elecciones de 2024 apuntalan a un candidato o candidata que dé continuidad al proyecto, es lo que muchos deseamos, que se empiece a gestar un cambio que ponga en el centro a las personas, su bienestar y el bien común. Que la vida de las personas en este país sea digna de ser vivida. 

 

  1. Que el proyecto no haya alcanzado las metas contempladas, incluso que el Golpe Blando y la Lawfare se hayan materializado llevando a que la correlación de fuerzas se resistan al proyecto transformador; la oposición, incluso una oposición que aún no es visible (no porque no exista, sino porque está actuando tras bambalinas), se manifiesta abiertamente y se posiciona para hacerse con el poder en 2024 (o en el peor de los escenarios en 2021). Se incuba el huevo de la serpiente.

 

  1. “Se conjuran los fantasmas del pasado” y en el peor de los escenarios podría llegar al poder un grupo totalmente reaccionario, ultraconservador y que eche para abajo los avances en la igualdad, en los derechos, en la equidad y el bienestar. Podríamos tener un Bolsonaro a la mexicana (ahí está Gabriel Quadri tuiteando que “si México no tuviera que cargar con Guerrero, Oaxaca y Chiapas, sería un país de desarrollo medio y potencia emergente”), lo veo posible, pero aún improbable.

“Qué hacer”

Como he dicho en primera instancia, no basta con la voluntad, porque eso sería sólo una ensoñación. Es necesario, sobre todo, pero no únicamente, un cambio radical en las prácticas institucionales, en las prácticas con las que nos relacionamos como sociedad. La corrupción no sólo es económica, también se manifiesta en la falta de prácticas y conductas éticas. Yo coincido con AMLO cuando señala que es necesaria una renovación ética de la vida pública; pero… ¿basta con una cartilla moral? ¿basta con el mensaje de AMLO en las mañaneras, con su ejemplo? 

Desafortunadamente creo que no, a diario escucho y leo a personas decepcionadas por lo que están viviendo en su vida cotidiana, en el trabajo, muchas circunstancias que creíamos estarían erradicadas con la 4T y no ha sido así, yo misma las he vivido. La transformación es un trabajo colectivo, es un trabajo diario, constante, es un decidir entre lo bueno y lo mejor. La transformación incluye a las instituciones que están hechas por personas con valores e intereses. La transformación es una praxis, pero ¿qué praxis necesitamos para lograr realmente ese objetivo que nos convoca a todas y todos? Creo que de principio, una guiada por una utopía ética, por la esperanza que se define como lo posible inmediatamente venidero, el mañana que vive en el hoy y nunca se deja de preguntar por él y supera las condiciones dadas por la historia en palabras de Ernst Bloch.

Sinceramente estoy convencida de que estamos ante una oportunidad histórica, y quizá única, que probablemente no se vuelva a presentar en mucho tiempo. Tardamos 20 años para que AMLO llegara a la presidencia y muchos más para que un gobierno de izquierda estuviera en el poder, que creo es un poder que busca crear, no corromper o dominar. Si no es ahora, ya no habrá mañana. Sí, tenemos el peso de la historia, pero hagamos como en la metáfora de Marx sobre quien aprende un nuevo idioma “asimilemos su espíritu, pues sólo se es capaz de expresarse libremente en él cuando se mueve dentro de él sin reminiscencias y olvida en él su lenguaje natal”.

Doctora en ciencias políticas y sociales por la UNAM, comunicóloga y periodista de formación. Temas de interés: teoría crítica, marxismo, feminismo, mass media, industrias culturales, ideologías. Me apasiona la política, leer y una buena plática.