Ni inclusión, ni feminismo en el Super Bowl
Dice la sabiduría popular que más vale tarde que nunca. Así que sin más preámbulos paso a enumerar mis argumentos del porqué no creo que este tipo de espectáculos sean incluyentes ni feministas:
Neoliberalismo progresista
- En los tiempos de lo que Nacy Fraser llama “neoliberalismo progresista”, las empresas, la publicidad, el mundo del espectáculo, la industria cinematográfica, la industria de la moda, buscan diversificar sus contenidos de modo que todas las personas se sientan identificadas, se sientan incluidas. Uno de los negocios más lucrativos del mundo, quizá, no tenía por qué ser la excepción. Contratan a dos mujeres latinas en aras de mostrarse, probablemente, incluyentes, tolerantes y diversos.
La tolerancia como exclusión
- H. Marcuse señala que “lo que se proclama y practica hoy como tolerancia, en muchas de sus más efectivas manifestaciones, es en realidad un servir la causa de la opresión. El sistema promueve la tolerancia como un medio para perpetuar la lucha por la existencia y suprimir las alternativas.” Así, estamos frente a lo latino que es aceptable, tolerable, son mujeres bellas, ricas y exitosas. Vi comentarios en redes sociales en los que incluso se hablaba de que este espectáculo tenía un poderoso simbolismo e iba en contra de Trump por darle reflectores a mujeres latinas. Bueno… yo no creo honestamente que sea así por las razones que ya señalé líneas arriba. Mientras JLo y Shakira bailaban y cantaban, en la frontera sur de México esperan durante días, semanas, y quizá meses, los y las latinas que no son tolerados y mucho menos aceptados, los que si acaso logran llegar a la frontera entre EU y México difícilmente cruzarán y probablemente familias enteras serán separadas.
¿Feminismo despolitizado?
- Se habló en redes sociales de que se trataba de un acto feminista ¿abanderan el feminismo?, no lo sé. Más bien creo (no me considero experta en el tema), por lo que observo día a día en redes sociales, que si acaso, estamos en lo que se ha denominado la tercera ola del feminismo o posfeminismo. En todo caso, me parece, y esto es una hipótesis, que el feminismo incluso puede estar siendo subsumido por la cultura pop y despolitizándose para concentrarse en un asunto de defensa de la identidad (este es un espacio breve para discutirlo, lo dejo como una hipótesis a reserva de que se debe ahondar en la reflexión) y hay diversas evidencias sobre esto: playeras con declaraciones y posicionamientos feministas (que además llegan a costar hasta 200 dólares porque son de diseñador, algunas otras de la corporación Inditex (se sabe que esta marca explota a sus trabajadoras que laboran en las peores condiciones, ver True Cost)); las representaciones sociales que sobre el feminismo hay en redes sociales, me parece que con frecuencia han perdido su contenido político y se concentran en un asunto de ‘libertad de decidir o de elección’ (en serio ¿libres?) y de identidad. No quiero soslayar por supuesto que también hay discusiones feministas que tienen que ver con el acoso, la creciente violencia de género y sexual; sin embargo, estos debates a mi juicio obnubilan la discusión sobre la violencia objetiva (Zizek), la de la explotación económica de las mujeres. De ahí la importancia del cruce entre raza/género/clase (lo que se denomina interseccionalidad), para que nada quede fuera de la discusión.
- Reitero que la latinidad de ambas cantantes ha sido fetichizada, por ello no me convence el discurso de que más vale que estén ahí a que no estén y no me convence porque al final este tipo de espectáculos y discursos como el de ‘algo es algo’ terminan siendo apologéticos de lo que supuestamente rechazan: la cosificación de las mujeres, la mercantilización de los cuerpos femeninos, mostrar un ideal de personas (mujeres) latinas.
Finalmente, cierro con una frase de otro filósofo al que me gusta leer y citar en mis textos: no debe soslayarse la importancia de las reivindicaciones de las minorías e identidades, así como las organizaciones en torno a la raza, el género y/o la religión, entre otras, pero sin desestimar las cuestiones de orden político-económicas y, dice Zizek, “no en perjuicio de las reivindicaciones planteadas por las formas postmodernas de politización de la subjetividad, sino, precisamente para crear las condiciones que permitan la realización más eficaz de esas reivindicaciones”.