Episodio IX; nada nuevo bajo el firmamento
Como fan y fiel seguidora de esta serie de películas tengo una opinión subjetiva sobre la misma. La película es emotiva y obligada para quienes durante 40 años seguimos las aventuras de personajes tan entrañables como la Princesa Leia, Han Solo, Luke Skywalker, Chewie, C3PO y R2D2. Se siente cierta nostalgia en la escena final, cuando Rey se presenta a sí misma como “Rey Skywalker” y entendemos el porqué del título de este episodio.
El capítulo nueve de la larga saga de películas, que narran la historia de la lucha del bien contra el mal en un vasto universo, se estrenó hace una semana y parece que esta es la última producción de la historia que han seguido por lo menos tres generaciones, desde que se estrenó Star Wars: Episodio IV. Una nueva esperanza en 1977.
He de decir que, aunque la película me gustó y la vi más como aficionada que con el fin de hacer un análisis, la trama es muy, muy parecida a Star Wars: Episodio V. El Imperio Contraataca. Por supuesto que se añaden elementos novedosos, pero apostaría por asegurar que prácticamente es el mismo guión. Rey continúa y termina su entrenamiento como Jedi, Kylo Ren hace las veces de Vader, mientras la Resistencia hace lo suyo con las fuerzas imperiales, Rey se enfrenta a Palpatine y Kylo Ren y tiene una revelación como la que Luke tuvo en el Imperio Contraataca cuando se enfrentó a Vader. Así se lleva a cabo la historia de la interminable lucha del bien contra el mal, el bien representado por la Resistencia y los Jedi, a quienes acompaña la “Fuerza”, y el mal representado por los caballeros Sith y un resucitado Palpatine que ahora manipula a un descendiente de Darth Vader, Kylo Ren (Ben antes de pasarse al lado oscuro).
El cambio generacional está presente en este capítulo, pero no sólo eso, sino que vemos referencias muy ad-hoc con los tiempos que corren: una mujer protagonista, fuerte y valiente, varios personajes afrodescendientes e incluso una escena final en la que una pareja de lesbianas celebran el triunfo de la Resistencia con un efusivo beso.
Sin duda, en esta era de ‘inclusión’ y de representar todas las formas de ‘diversidad’ e identidades que sean posibles, no podía faltar lo que Héctor Díaz-Polanco en Etnofagia y multiculturalismo define como “marketing multicultural, es decir, dar un toque multicultural a las empresas -en este caso a las películas y productos de la industria cultural- y añadir un enfoque pluricultural a su estrategia de negocios. Pero este toque, explica Díaz-Polanco, sólo diluye las diferencias conflictivas en lo que Hegel denomina “una diversidad sin diferencia: una constelación de singularidades indiferentes”.
Eso, su toque multicultural en los términos arriba descritos, sería lo realmente novedoso en la película. Los lugares comunes, referencias a los anteriores capítulos y clichés como la muerte por sacrificio, el beso del adiós y el triunfo del bien sobre el mal, son de lo que está hecho este noveno capítulo, sumado a una dosis de nostalgia por lo que está por terminar. Finalmente, por supuesto que se agradece, por quienes somos fanáticos y crecimos viendo estas películas, ver nuevamente en pantalla a la Princesa Leia y a Han Solo. Que la fuerza los acompañe.