Internacional

“Vigilancia permanente”, el relato del “soplón”

Ruth Dávila


mirfriden

2 diciembre, 2019 @ 7:09 am

“Vigilancia permanente”, el relato del “soplón”

El libro autobiográfico de Edward Snowden

Curioseando en la librería me topé con el libro de Edward Snowden y no pude dejar de comprarlo. La verdad es que me movió la curiosidad de conocer las revelaciones que pudiera contener el libro. Lo compré y cuando empecé a leerlo confieso que me sentí un poco decepcionada porque la primera advertencia que hace el autor es que no va a revelar nada sobre los archivos y documentos que, a fuerza de filtrarlos, diversos periodistas desclasificaron.

 Vigilancia permanente es un relato más bien autobiográfico en el que Snowden habla de su vida en familia, de sus ‘fracasos’ en la escuela, de su interés y gusto por la programación y las computadoras desde que era todavía un niño, hasta su ingreso al ejército y luego a la Intelligence Community.

El trabajo de inteligencia en EU, después del 11 de septiembre

Los padres de Snowden trabajaron toda su vida en lo que se conoce en Estados Unidos como el deep state, ya fuera en el ejército o en agencias de inteligencia. Tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, Snowden sintió el llamado de la patria e ingresó al ejército. Después fue reclutado por la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y trabajó como agregado de la embajada estadounidense en Ginebra y después en Tokio. Más tarde fue entrenado para colaborar con la NSA (Agencia de Seguridad Nacional), sus últimos días como agente de esta agencia los vivió en Hawai.

Durante su labor como programador en la NSA, Snowden descubrió que bajo el argumento de la lucha contra el terrorismo, el espionaje se había hecho masivo. Los estadounidenses estaban completamente desprotegidos y había una flagrante violación de derechos de cara a los trabajos de seguridad y espionaje por parte del gobierno de Estados Unidos. 

¿Cómo filtrar la información y a dónde exiliarse?

El relato es amplio, pero quiero resaltar por lo menos un par de asuntos: Snowden narra que cuando empieza a tener una crisis de conciencia y piensa con detenimiento filtrar a los periodistas sus descubrimientos, uno de los debates con los que se enfrentó fue la elección de los periodistas y cómo ganar tiempo para que el gobierno estadounidense no lo localizara, así como a qué país huir y a cuál pedir exilio para que no lo extraditaran a su país de origen.

Los cinco ojos: EU, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda

A Snowden lo que le interesaba, más que los archivos y la información revelada, era que el mundo supiera el poder de la tecnología que los “Cinco ojos” (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda) utilizan so pretexto de implementar políticas y estrategias de seguridad y sin ningún tipo de control. Otro asunto importante que destaca es que a la Intelligence Community no le importa tanto la información o los datos que vertemos en nuestros gadgets, lo que le interesa son los metadatos. “Los metadatos consisten en información que caracteriza datos, describen el contenido, calidad, condiciones, historia, disponibilidad y otras características de los datos.”

Toda la información la escondió en su cubo rubik

El relato se pone cada vez más interesante cuando Snowden arma un plan de ‘bajada’ de información y de cómo sacarla del bunker en el que trabaja. Toda la información la descargó encriptada en pequeños dispositivos que escondió en su cubo Rubik. Dejó un mensaje a sus superiores indicando que necesitaba un par de días para atender su salud (Snowden padece ataques de epilepsia). Ya tenía un vuelo pagado a Honk Kong donde se encontraría con Laura Poitras, periodista y documentalista, y el periodista Glenn Greenwald. Tras unos días de larga espera se encontró con estas personas, entregó los archivos y solicitó apoyó de abogados y otras organizaciones para salir de Honk Kong rumbo a Ecuador, esa era la idea original. Snowden sólo tenía 29 años.

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Imagen: RTVE.es

La gente de Wikileaks lo apoyó

Gente de Wikileaks apoyó a Snowden para planear una ruta de escape. Para ese momento su rostro y un manifiesto, grabado por Poitras, en donde revela sus objetivos para filtrar este sistema de espionaje masivo, ya habían explotado en internet y en los medios de todo el mundo. La idea original era viajar a Ecuador donde ya le habían dado un salvoconducto para el asilo. La primer parada sería Moscú; 20 horas de espera para hacer la conexión hacia Cuba y luego Panamá para por último aterrizar en Ecuador le preocupaban a Snowden.

Finalmente, Snowden no pudo abordar su vuelo desde Moscú a Latinoamérica, agentes rusos le informaron que su pasaporte había sido cancelado por su gobierno. Narra que tuvo que esperar 40 días con sus noches en ese aeropuerto, siempre acompañado por Sarah, una colaboradora de Wikileaks. Snowden solicitó asilo político a 27 países, ninguno lo aceptó. Finalmente, el gobierno ruso le dio asilo temporal que se ha prolongado hasta nuestros días.

EU hizo descender el avión de Evo Morales, pensando que Snowden viajaba en el

Dos anécdotas interesantes se relatan en la obra. Cuenta Snowden que “el 1 de julio, el presidente de Bolivia, Evo Morales, salió de otro aeropuerto de Moscú en su avión oficial boliviano tras haber asistido a la reunión anual del Foro de Países Exportadores de Gas. El gobierno de EU sospechaba que yo viajaba en ese avión, por la solidaridad que el presidente Morales había expresado hacia mí, así que presionó a los gobiernos de Italia, Francia, España y Portugal para que negasen el acceso del aparato a su espacio aéreo. Logró desviarlo a Viena, Austria, donde el avión aterrizó, lo registraron y sólo se le permitió continuar el viaje una vez que no encontraron ni rastro de mi persona. Aquello fue una alarmante violación de la soberanía nacional, que provocó la censura de la ONU”.

Las violaciones a los derechos humanos por el hambre de vigilarnos

También relata, para todos aquellos amantes de las teorías de la conspiración, que, de acuerdo con los archivos e información a los que tuvo acceso en su paso por la CIA, no hay evidencia de que se haya tenido contacto con inteligencia extraterrestre y, afirma, que el hombre sí llegó y pisó la luna.

Vigilancia permanente retoma relevancia hoy día que conocemos de las estrategias de Cambridge Analytica con el fin de incidir en el sentido de las votaciones o ahora que Amnistía Internacional ha dado a conocer un informe sobre cómo la vigilancia de los gigantes de la información, Google y Facebook, podría estar violando los derechos humanos.

Ruth Dávila

Doctora en ciencias políticas y sociales por la UNAM, comunicóloga y periodista de formación. Temas de interés: teoría crítica, marxismo, feminismo, mass media, industrias culturales, ideologías. Me apasiona la política, leer y una buena plática.