Marianne; la serie de Netflix que revive el género terror
Desde que Netflix empezó a producir series originales, nos ha brindado grandes proyectos, demostrándonos que pueden hacer programas de calidad.
A pesar de que ha flanqueado últimamente con producciones que no han sido del agrado de todo el público, llegando incluso a su cancelación. La plataforma de streaming vuelve a traernos un producto de calidad. Esta vez nos proporciona una serie de terror que evitará que tengamos sueños tan placenteros.
La historia se centra en una joven escritora llamada Emma, que plasma cada uno de sus temores más profundos en las páginas de su serie de libros.
Durante una firma de autógrafos, una antigua amiga regresa sólo para informarle que hay un terrible mal que acecha el pueblo de Elden y que los padres de ambas están en grave peligro.
Emma después de una serie de sucesos desafortunados decide regresar a Elden, donde su vida se volverá un infierno, desde el primer momento que llega a esa ciudad.
Marianne logra introducirnos a un mundo de terror donde no tendrá reparo alguno en mostrarnos sangre, violencia y rituales satánicos.
Con cada episodio que transcurre, nos llevará en una espiral de angustia y desesperación. Nos dejará con la duda de cómo la protagonista Emma y sus amigos, podrán derrotar a la antagonista, Marianne, la bruja, quien puede entrometerse en los sueños de las personas, puede ponerlos frente a frente con sus mayores temores. Llevarnos a la desesperación mostrándoles su mayor miedo y trauma.
Además puede estar en diferentes partes del pueblo al mismo tiempo y tomar el aspecto de múltiples personas.
La serie no repara en mostrarnos diversos elementos de satanismo pues incluso menciona los nombres de diversos demonios y seres divinos. Punto que le favorece bastante, a diferencia de cierta serie de una bruja adolescente de la misma plataforma que teme mencionar sus nombres.
Las escenas sangrientas, están construidas de manera coherente, sin llegar a lo absurdo. Los más observadores podrán encontrar diversas referencias o alusiones a otras películas de terror como el Aro o El Exorcista, especialmente al momento de realizar alguna toma general sobre la costa o el faro.
Todo lo anterior nos sumerge en una atmósfera claustrofóbica, provocándonos una sensación de incomodidad pero que nos atrapara al grado que deseamos concluir los ocho capítulos lo más pronto posible.
Aquellos amantes del terror encontrarán en esta serie, una grata experiencia, ya que elimina todos los clichés actuales que abundan en el género y sólo se queda con lo importante, una narrativa congruente que logra asustarnos.
Aparte, encontrarán en la antagonista a una gran villana, usando su inteligencia y su poder para confundir a los protagonistas. Inclusive la protagonista caerá en sus engaños.
Ciertamente esta serie es una bocanada de aire fresco, que nos brinda un terror clásico que hacía falta desde hace mucho tiempo en televisión.
