La legendaria Nacha Guevara vuelve a México
Era muy joven y en algún cine club universitario vi El lado oscuro del corazón, una película argentina de Eliseo Subiela, donde habla un poeta errante que busca el amor y vivir del arte. Dentro de las escenas que siempre recuerdo, es la rabiosa canción de Fito Páez “Ciudad de pobres corazones” en la voz desgarrada de una punk que grita en una estación del Metro, y al personaje de La Muerte, quien le exige cordura a Oliverio (el poeta) y se burla constantemente de él, pues le provoca un híbrido de ternura y conmiseración. Cuando volví a los créditos, leí que una tal Nacha Guevara interpretaba a La Muerte y por ahí alguien me comentó que era una artista irreverente, contestataria y multifacética que debía conocer.
Ya con el internet instalado en nuestras vidas, investigué más, busqué su música y así supe que aquella mujer delgada y peculiar que aparecía de negro en la cinta, es una legendaria actriz, cantante, bailarina y directora teatral nacida en Mar del Plata, Argentina, en 1940.
Clotilde Acosta Badalucco –su nombre de nacimiento– inició su carrera a los 28 años con presentaciones experimentales que criticaban satíricamente las costumbres e instituciones de la época, en el Instituto Di Tella, del Buenos Aires de 1969, un espacio de vanguardia y transgresión. Nacha de noche y Anastasia Querida, son espectáculos de aquellos años de represión y censura en medio de un gobierno autoritario.
Cuando la dictadura militar de Juan Carlos Onganía clausuró el Di Tella en 1970, Nacha se fue a los café-concert del underground a seguir criticando el convulso momento social y político. Como cantante formó parte del grupo de artistas de la canción de protesta argentina. Su relación con la poesía y la literatura es muy palpable a lo largo de su carrera. Por esos años editaría al lado Alberto Favero, el músico quien fue su esposo, Nacha canta a Benedetti (1972), un disco con poemas musicalizados del escritor uruguayo.
Ser artista, soñar, criticar y querer cambiar la vida, significaba la expulsión o la muerte en la Argentina de aquel tiempo. El primer exilio para ella ocurriría en 1974. El periodista e historiador Marcelo Larraquy, relata que su salida se debió a las amenazas de muerte por la presentación de Las mil y una Nachas —un espectáculo de revista musical inédito—. Se iría inesperadamente con toda su familia en septiembre de ese año. Llegaría a México para trabajar en teatros del entonces Distrito Federal y en el interior de la república, que incluyó una actuación frente a indígenas de Chiapas.
Guevara había decidido volver a Argentina para reponer su musical. Fue en octubre de 1975, pocos meses después de que José López Rega —secretario de Bienestar de Isabel Perón— se marchara a España, afirma el autor de Primavera sangrienta. Argentina 1970-1973, pues pensaba, como muchos argentinos, que con su partida, la operación de la Triple A, –organización terrorista y ultraderechista, la Alianza Anticomunista Argentina causante del terror–, había disminuido.
El 30 de diciembre de 1975, a punto de reestrenar Las mil y una Nachas, una bomba estalló en el complejo teatral “Estrellas” de Buenos Aires. El fallecimiento de dos personas, más de media docena de espectadores heridos, así como más advertencias de muerte para ella y otros artistas por parte de la Triple A, la obligarían a salir, otra vez.
El historiador afirma que el 2 de enero de 1976, Nacha Guevara, sus tres hijos y Alberto Favero llegaron al aeropuerto junto a custodios armados con ametralladoras, en un auto con una sirena en el techo. El encargado de la embajada de México los acompañó hasta que subieron al avión que los traería a esta nación. “La bomba le demostraba que el terror no había terminado y volvió a irse, por segunda vez, a México”. Retornaría a su natal Argentina en 1984, luego de vivir aquí un par de años y el resto en España.
En los años setenta, sus canciones de amor, injusticia, sobre la guerra y los desprotegidos, se escuchaban en los combativos Colegios de Ciencias y Humanidades (CCHs) de la Ciudad de México, según me cuentan los quincuagenarios. En esta ciudad grabaría dos discos: Nacha Guevara en vivo (Teatro Hidalgo, 1975) y Nacha Guevara canta a Benedetti (En vivo, Colegio de México, 1976). También recibiría el premio especial de la Unión de Críticos y Cronistas de Teatro, en el 75.
De aquel periodo, en diversas entrevistas, la cantante ha dicho que México es su segundo hogar, porque aquí pasó el periodo más difícil y también el más importante de su vida, “porque el exilio es como la muerte, donde se pierde toda identidad, familia y patria”.
“Su país y mis tres hijos me obligaron a sacar fuerza, a salvarme. Llegué con mis hijos y 170 dólares. Y la verdad, no compartía con el público mi sentir del exilio”, dijo recientemente al periódico La Jornada.
Después de 15 años de no visitar el país, con 78 años, llena de vitalidad y agradecimiento, Nacha Guevara regresa para dar conciertos en la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, San Luis Potosí, Mérida, León, Morelia, Querétaro, Chihuahua y Ciudad Juárez.
Ha preparado un espectáculo exclusivo para la tierra que la recibió en un momento histórico muy oscuro. En “Vuelvo” habrá canto, actuación y baile, y según ha declarado, relatará experiencias que nunca ha compartido en los más de 50 años de trayectoria; también incluirá canciones que la consagraron como: Lo voy a hacer, Te quiero, Vuelvo y No llores por mí Argentina, tema que ella interpretó por primera vez en español y que le abriría puertas en Estados Unidos y España.
Nacha, Clotilde, ha cambiado como ha cambiado tanto todo, pero sigue afirmando que aunque las canciones no transforman el mundo –como pensaba su generación en los setenta–, sin música, sin arte, sin ellas, esto sería un espanto, la desolación.
Hoy, muchos, al escribir su nombre en Google podrían confundirse al encontrar videos donde conductores prometen una entrevista exclusiva con la estrella que confesará el secreto para permanecer bella y en cintura, o al encontrarla calificando la actuación de nuevos talentos en reality shows comerciales.
Es eso y mucho más. Su legado, historias y batallas son múltiples, como los discos y giras por el mundo. Su trayectoria en el teatro, en la música y el cine es amplia; su desobediencia e irreverencia, su crítica a todo eso que nos oprime y hace tan infelices sigue ahí, provocando emociones profundas y carcajadas reflexivas en las cabezas y corazones despojados de prejuicios y brechas generacionales.
“Vuelvo”, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris
Sábado 28 de septiembre, 19:00 horas
Domingo 29 de septiembre, 18:00 horas
Donceles 36, Centro Histórico, Ciudad de México
Alejandro Moreno Villarreal
Extraordinario escrito
Ger
Buenísimo. Periodismo y música, excelente combinación. No la dejes de hacer.