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A un año de la partida de Villano III

Hernán Uribe Galindo


28 agosto, 2019 @ 5:57 am

A un año de la partida de Villano III

Quizás un factor importante dentro de la lucha libre, además de las máscaras, el llaveo y contra llaveo, y los vuelos sobre la tercera cuerda, sería la familia. Si hemos de analizar la historia del deporte pancracio, nos encontramos con numerosas familias que se han dedicado a este deporte, donde los padres comparten el cuadrilátero con sus hijos y en algunas ocasiones con sus nietos. A estas familias se les llama dinastías, las cuales han brindado grandes figuras con momentos y combates inolvidables.

La dinastía Imperial

Cuando se consulta el nombre de alguna de estas dinastías surgirán nombres como “Los Dinamita”, “El legado Wagner”, “Los Alvarado” o “La Dinastía Imperial”. de esta última salieron personajes emblemáticos que han sido parte fundamental de este deporte: los Villanos.

Los villanos en cualquier lugar que se presentaban abarrotaban las arenas y nos presentaban luchas memorables, donde en varias ocasiones la sangre llegó a manchar la lona del cuadrilátero. Los cinco hermanos tenían un estilo único e inigualable, pero esto nunca les impidió acoplarse como equipo. De entre todos ellos, quien más destacó fue el Villano III.

Nacido bajo el nombre de Arturo Mendoza el día 21 de enero de 1953, hijo del luchador Ray Mendoza, quien lo llevaría constantemente al gimnasio, Arturo junto con sus hermanos practicarían lucha olímpica a una edad muy temprana.

Arturo haría su debut a la edad de 17 años junto a su hermano Villano I

Después de varios años de acompañar a su padre y hermanos por diferentes arenas en sus presentaciones, Arturo haría su debut a la edad de 17 años junto a su hermano Villano I. Esto ocurrió mientras que en una función de la Arena Neza se ausentaría un luchador, varios de sus compañeros animaron a Arturo para que subiese al ring para suplantarlo. A pesar de los nervios, logró realizar su debut bajo el nombre de Ray Rosas y presentar una magnánima función. Todos los asistentes de dicha función celebraron la actuación del joven catalogándolo de sublime.

A partir de ese momento se presentaría en diversas arenas independientes bajo diferentes motes, tales como El Pulpo Blanco, Mancha Roja, Búfalo Salvaje. Hasta que en el año 1973, se presentaría en la Arena Naucalpan y portaría de manera formal el equipo de sus hermanos y sería nombrado como Villano III.

Desde el primer momento que pisó un cuadrilátero con el equipo de la dinastía Imperial, fue un rudo en su total expresión, demostrando una técnica majestuosa de llaveo, contra llaveo, a ras de lona, la cual encantaba al público y ovacionaba de pie cada uno de sus encuentros.

Ganador del cinturón semicompleto de la empresa estadounidense WWF

El ser un luchador con un gran talento le trajo consigo una cantidad importante de títulos y lo volvió un depredador de máscaras y cabelleras. Entre sus logros más importantes fue haber ganado el campeonato de peso welter al gladiador Huracán Ramírez, logró obtener el Campeonato Mundial Semicompleto UWA derrotando al veneno verde Fishman o el cinturón semicompleto de la empresa estadounidense WWF.

Dentro de sus máscaras más importantes estarían las de todos los  hermanos Escorpiones, junto con El Perro Aguayo obtendría las tapas de Black Power 1 y 2. Pero quizás las máscaras más emblemáticas serían las de la familia Alvarado.

Ambas dinastías habían conseguido diferentes victorias y brindado luchas memorables, que siempre dejaban al público con deseos de más. Las dos familias manejaban estilos muy similares, tanto aguerridos como sanguinarios.

Múltiples ocasiones se habían enfrentado, especialmente en el Toreo de 4 Caminos, sitio donde se disputaron el campeonato de tercias que ostentaban los Brazos, pero después de un encuentro a tres caídas los perdieron ante los Villanos.

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Imagen: Superluchas.com

Los Villanos vs Los brazos; la lucha del siglo

En el año de 1988 se llevaría a cabo la culminación de una rivalidad de tres años de duración. La lucha generaba tanta expectativa que múltiples promotores se ofrecieron para poder realizarla, hasta que finalmente la Arena Monterrey fue aquella que albergó dicho encuentro.

Desde este punto se libró una batalla para saber qué familia era mejor, donde el color rojo de la sangre de los gladiadores manchaba los equipos tanto de Los Brazos como de los Villanos.

Considerada la lucha del siglo, el recinto de la monumental de Monterrey presentó un lleno total hasta las lámparas. La afición estaba dividida, parte de ella apoyaba a Brazo de Plata, El Brazo y Brazo de Oro. Y en la otra parte, el público apoyaba al Villano I, Villano II y Villano III.

Desde el comienzo del encuentro, la técnica se hizo presente, el llaveo y contra llaveo, la agilidad al momento de realizar cualquier acción, en este encuentro se hizo alarde de todos los recursos que tenían los seis gladiadores. La primera caída la ganaron los villanos, la segunda los brazos, y conforme el tiempo transcurría los ánimos se iban calentando cada vez más y más. Nuevamente la sangre se hizo presente en el ring, las máscaras rotas y el cansancio ponderaron la última caída hasta que finalmente el Villano I llevó al otro a Brazo de Oro a la lona, lo cubrió y se hizo el conteo de tres segundos, que duró una eternidad. El recinto tembló como ningún otro día, una rivalidad que recorrió cada uno de los rincones del país finalmente había concluido, con un resultado de pronóstico reservado.

Vilano III perdió sólo 2 de sus 242 encuentros

El Villano III es considerado como uno de los grandes conquistadores de máscaras y cabelleras, solo detrás de Super Muñeco y de Estrella Blanca. Tiene además el récord de solo haber perdido 2 de sus 242 encuentros de apuestas.

El primer encuentro que perdió fue en el año 2000, durante la función de aniversario del CMLL, donde se presentaría en la lucha estelar, en un máscara contra máscara, enfrentando al ídolo de los niños Atlantis. La batalla fue aguerrida y dura, ambos luchadores demostraron la técnica y experiencia adquirida a través de los años. Después de que ambas tapas estuviesen rotas y que Atlantis aplicará una “atlántida” a la pantera rosa, despojándolo así de su incógnita.

El segundo encuentro que perdería sería ante la “huesuda” L.A. Park, donde dejaría su cabellera, en un encuentro de máscara contra cabellera.

Los años no pasan en vano, y por este motivo, en el año 2015 el Villano anunciaría su retiro de los encordados dejando su legado a sus dos vástagos, Villano III Jr. e Hijo de Villano III.

Finalmente el día 21 de agosto de 2018, a la edad de 66 años fallecería a causa de un infarto cerebral en su hogar, partiendo de esta manera a la arena celestial.

Larga vida a la pantera rosa, larga vida al villano III, larga vida al Rey Arturo

Hernán Uribe Galindo

Arquitecto en formación. Ávido lector de realismo mágico y ciencia ficción. Fanático extremo de la lucha libre.