De Norte a Sur

Maltrato animal disfrazado de turismo


25 agosto, 2019 @ 8:49 am

Maltrato animal disfrazado de turismo

Yoshime Chong

De pequeña mi papá me llevaba a pasear mucho, sobre todo realizando variedad de actividades con animales como montar a caballo, asistir al circo, ver un espectáculo de delfines e incluso nadar con ellos.

Como la gran mayoría, crecí bajo la concepción de que había animales que podías tener como mascotas, había animales para transportarte, para comer y hasta animales para entretener con los cuáles se podía interactuar directamente o admirar en primera instancia. Creía que no había maldad detrás de ello, pues “era para lo que naturalmente” existen los animales.

¿Y cómo no íbamos a pensar eso? Es sencillo disfrazar cualquier acción retorcida cuando estás ante la presencia de seres vivos tan majestuosos e increíbles como son los animales.

Resulta que ninguna actividad que los involucre tiene algo de natural, todo lo contrario. Para lograr la captura, el adiestramiento y la obediencia de cualquier especie se llevan a cabo un sinfín de atrocidades, las cuales nos guste o no, son financiadas por el último eslabón de la cadena: el cliente.

Desde bebés son raptados de sus manadas, incluso su familia es asesinada para poder llegar a ellos

Los elefantes son abusados y explotados para complacer al turista. Ya sea para montarlos o para mirarlos realizar trucos estúpidos para el entretenimiento. Desde bebés son raptados de sus manadas, incluso su familia es asesinada para poder llegar a ellos. Una vez atrapados, se les confina en una caja pequeña con sus patas delanteras y traseras atadas con cuerdas para que sus extremidades se estiren. Son sometidos a golpizas regulares con una variedad de herramientas: objetos metálicos afilados, palos de madera y ganchos de toro que sirven para apuñalar la cabeza del animal y cortar la piel. A este proceso de dominación se le conoce como “Phajaan”, cuyo significado literal es “aplastar” y quiere decir divorciar a un bebé elefante de su espíritu o “destruir su voluntad”.

Durante el phajaan, se les niega la movilidad y no se les ofrece agua ni comida

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Imagen: www.revistaconsideraciones.com

Los camellos son comprados de criaderos (donde el trato y condiciones son atroces) para ser usados tanto para fotografías como para paseos. Usualmente se les puede ver en mal estado de salud ya que sus manipuladores no cuentan con el conocimiento ni con los recursos para darles una alimentación o cuidado digno. Hay incontables videos de manipuladores golpeándolos y obligándolos a continuar trabajando. El bozal que  los caracteriza, es usado para evitar que escupan o griten, ambos son comportamientos típicos cuando se sienten amenazados o adoloridos, por lo que así limitan su necesidad de defenderse o comunicarse y así, no llamar la atención. Se les intimida y obliga través de ganchos, palos o directamente cuerdas que atraviesan dolorosamente el tejido entre sus fosas nasales y que pueden desgarrarles los hocicos si se tira demasiado con demasiada fuerza.

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Imagen: www.revistaconsideraciones.com

Los caballos o burros usados para transportar turistas, carga o carruajes en diversas partes del mundo son golpeados brutalmente cuando colapsan por simplemente estar demasiado exhaustos para continuar. Hay evidencia de manipuladores golpeándolos continuamente hasta que logran levantarse. Incluso se les obliga a cargar el cuádruple de peso del que pueden, razón por la cual la mayoría presenta laceraciones en el lomo, además de encontrarse en una condición física deplorable.

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Imagen: www.revistaconsideraciones.com

En Nueva York, por ejemplo, se les obliga a transitar entre el tráfico, sin descanso y a base de latigazos. En la ciudad de Guiza, en Egipto, se encuentran cantidad de burros y caballos famélicos, golpeados y cansados de cargar todo el día a turistas.

Sin irnos muy lejos, aquí en México hay muchos estados donde se abusa y explota a estos animales, tanto para usarlos como transporte de carga, montarlos o en industrias de entretenimiento como la charrería, ya que para lograr que realicen los famosos trucos y actividades que la caracterizan, son sometidos a cajas parecidas a las que confinan elefantes, donde se les obliga a realizar los movimientos una y otra vez, hasta que se los aprenden.

Los shows de animales acuáticos

Son raptados desde bebés, donde su familia suele ser asesinada para poder llegar a ellos, o son comprados de lugares donde se crían poblaciones en cautiverio. Se les priva de sus comportamientos naturales y se les obliga a vivir en pequeños tanques de concreto por el resto de su vida. Se les abusa tanto física como mentalmente y no se les da de comer para poder manipularlos con la comida y así obligarlos a aprender los trucos y a realizarlos exitosamente durante los shows. Hay evidencia de comportamientos atípicos de delfines y orcas usadas para el entretenimiento, donde se les puede observar golpeándose contra las paredes de concreto o destruyéndose los dientes por tratar de liberarse de los barrotes que los hacinan.

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Imagen: www.revistaconsideraciones.com

La “selfie” con tigres

Usualmente los encuentras en Asia, sin embargo el tráfico ilegal de esta especie en peligro de extinción está tan rebasada que ya es posible encontrarte con esas situaciones en cualquier parte del mundo. Lo que para uno pareciera una fotografía inofensiva, para ellos es una vida de tortura y agonía.

Viven encadenados o enjaulados y drogados para facilitar su manejo. Se les mutila extirpando sus garras, lo cual es sumamente doloroso. Los manipuladores recogen la orina en botellas para después rociarla en sus caras, esto es un comportamiento en su estado natural donde la orina es una muestra de agresividad e intimidación en un animal dominante.

Se les reproduce para usar a sus crías para fotografías o para venderlas al comercio ilegal

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Imagen: www.revistaconsideraciones.com

La historia no mejora para ninguno de los animales ya una vez domados. Se les imposibilita de realizar todas aquellas actividades que naturalmente harían si se encontraran en su hábitat natural, tales como recorrer largas distancias, relacionarse o incluso divertirse.

Viven encadenados, obligados a trabajar por horas sin descanso, sin sombra, sin comida, sin agua y sin una razón para vivir. Además, la intimidación y las golpizas son algo imprescindible de su día a día.

Estos son sólo algunos ejemplos, hay un sinfín de especies que están siendo explotadas en este preciso momento

Sepan que cualquier actividad que involucre a un animal tendrá un obscuro trasfondo. Ellos tienen vidas y papeles importantes que cumplir dentro de sus ecosistemas, no son nuestros, no nos pertenecen para hacer uso de ellos. Ningún animal es tan bonachón como para dejarse usar como servicio o entretenimiento, se les obliga.

Bajo el panorama de un planeta en crisis y un tejido social en decadencia, es imprescindible erradicar aquellos usos y costumbres violentas que se normalizaron y que no nos dejan avanzar como la especie racional que se supone que somos. Es momento de consumir y financiar lo bueno, cambiar el rumbo de la humanidad y enseñar a las futuras generaciones a coexistir con el planeta y las demás especies que lo habitan, en lugar de dominar.

Espacio para nuestros colaboradores ocasionales, quienes amablemente nos comparten sus reflexiones. En la Revista Consideraciones caben todas las opiniones.