Las amazonas del ring
A lo largo de la historia de la lucha libre han existido grandes leyendas como el Santo, Blue Demon o Mil Máscaras, pero esto no es algo exclusivo de los varones, sino también mujeres luchadoras, que han destacado como Martha Villalobos, las integrantes de la dinastía Moreno o la Novia del Santo.
Quizás hoy en día sea algo común revisar la cartelera de alguna de las principales empresas de lucha libre y encontrarnos con al menos una lucha femenil o de relevos mixtos. Pero esto no siempre ha sido así, hubo un época en que las gladiadoras no podían subir a un encordado, o siquiera entrenar este deporte en ningún gimnasio.
El primer encuentro femenil de lucha libre
En el año de 1935, entre aplausos, gritos y demás fanfarria en la antigua Arena México, se presentaría la primer lucha femenil donde las guerreras Teddy Meyers, Mae Steins, Katherine Hart y la mexicana Natalia Vázquez, entre otras. A partir de este momento la división femenil empezaría a abrirse paso por diversas arenas, pasando por el embudo de Perú 77, la Arena Coliseo, la segunda catedral de la lucha libre en México.
La política moralina y machista del regente de la CDMX, Uruchurtu
Desafortunadamente este ascenso a la fama tendría un freno abrupto en el año 1954, donde el comisionado de Lucha Libre, Luis Spota, el regente Ernesto Peralta Uruchurtu y José Fernández Bustamante, jefe de espectáculos del distrito federal, consideraron que el deporte se denigraba si era practicado por mujeres. Además al preguntársele a alguna de estas figuras de autoridad el motivo por el cual no se le permitía a las mujeres practicar dicho deporte, respondían que temían que aplicaran algún movimiento en contra de su esposo o algún otro integrante de la familia y este resultase lastimado.
Desde este momento se viviría un largo veto hacia las mujeres en los encordados, donde se tenía prohibido que se presentarán en cualquier arena de la Ciudad de México y área metropolitana. Tenían espacios en las arenas foráneas, pero solo se podían presentar en las primeras luchas, aquellas que solo funcionan de relleno y tienen una corta duración.
Afortunadamente todas esta gladiadoras encontraron un sitio en el cuál aún podrían utilizar su equipo de luchadoras y demostrar todo el potencial que tenían como atletas. En el año de 1962, las luchadoras lograron alcanzar la pantalla grande mediante la película “Las luchadoras contra el médico asesino” donde las mujeres dejarían de ser personajes secundarios y tendrían un papel estelar dentro de un largometraje del género de luchadores.
El veto para que hubiera lucha femenil terminó en 1986
El veto concluyó en 1986 cuando, gracias al fallecimiento de Luis Spota, principal orquestador de esta acción, el cambio de administración y una serie de movimientos burocráticos es que este se levantaba esta prohibición y las mujeres podían volver a los encordados. La fecha sería el 21 de diciembre de ese mismo año que se daría la primer lucha femenil en la Arena Coliseo de Perú 77. Donde participaron entre otras Irma González, su hija Irma Aguilar y Chela Salazar contendiendo con Mujer Salvaje, Martha Villalobos y Yuma.
Pero el asunto no acabaría ahí, ya que las mujeres se enfrentarían a un gran problema dentro de las arenas, específicamente en los vestidores. Recibirían un gran maltrato y desprecio por varios de sus compañeros luchadores, ya que estos las consideraban el sexo débil y que su lugar no era en un cuadrilátero sino en el hogar atendiendo a su familia.
La célebre lucha entre Irma González y Martha Villalobos en 1987
Esto no detuvo a la división femenil, la cual supo destacar por sus propios méritos, demostrando arriba del ring de lo que son capaces. Debido a esto lograron estelarizar en 1987, el primer viernes estelar en la Arena México, donde se disputarían las cabelleras Irma González y Martha Villalobos.
La lucha libre ha invadido el espacio universitario, ya que en los años 2017 y 2018, hicieron una función especial en la explanada del Museo Universitario de Arte Contemporáneo, ubicado en Ciudad Universitaria, donde las gladiadoras presentaron diversos combates festejando el retorno de división femenil a los encordados. Todo esto en el día internacional de la eliminación de la violencia en contra de la mujer.
Pero la presencia femenina en este deporte no se mantiene sólo en los encordados, sino también tras bastidores. Actualmente las dos grandes empresas de la lucha libre mexicana, el Consejo Mundial de Lucha Libre Mexicana, CMLL, y la Asistencia Asesoría y Administración, AAA, están dirigidas por dos mujeres.
La triple A (AAA) en el Madison Square Garden y las mujeres empresarias de la Lucha Libre mexicana
Después del fallecimiento de Antonio Peña en el año 2006, su hermana Marisela Peña, tomó el mando directivo de la empresa AAA. A pesar de que muchos fanáticos la han criticado por el mal manejo de la empresa y el rumbo que le ha dado, ha logrado crear alianzas con otras empresas de la misma índole pero de otros países, ha programado funciones en lugares emblemáticos como lo es el Madison Square Garden, en Estados Unidos. Por todo esto y demás aciertos, ha sido incluida en la lista de Forbes como una de las cien mujeres más poderosas de México, pero hemos de recordar que nada de esto ha sido algo gratuito sino que en palabras de la misma licenciada, todo lo ha adquirido a base de esfuerzo y dedicación.
Del otro lado tenemos al CMLL, donde tras el fallecimiento de su padre Paco Alonso Lutteroth, Sofia Alonso Lutteroth tomó la directiva de la empresa a la edad de 28 años. Este suceso ocurrió el pasado 10 de julio del presente año. Hasta el momento ha reforzado su alianza con la empresa japonesa New Japan Pro Wrestling y la estadounidense Ring of Honor, trayendolas a nuestro país realizando un magno evento en la Arena México. Quizás lleve poco tiempo en el puesto, pero si algo ha caracterizado a la familia Lutteroth es saber cómo mantener a la lucha libre vigente, no por nada próximamente celebrarán 86 años de su existencia en nuestro país.
La lucha libre ha sido un espacio para que diversas mujeres logren tener una voz, gracias a este deporte muchas mujeres han demostrado tener la capacidad de salir adelante, les ha dado un empoderamiento que en pocos espacios se ha podido ver, ha logrado destacar en un mundo rodeado en su mayoría de hombres. Donde gracias a la misoginia la rama femenil fue eliminada casi en su totalidad, relegandolas casi al olvido, pero décadas más tarde las mujeres encabezan dos de las empresas líderes de México remarcando su presencia en este deporte.
Las luchadoras han demostrado que pueden aguantar los golpes arriba del cuadrilátero como los hombres y a veces más, que saben brindar un espectáculo de calidad, sin importar la modalidad, desde un llaveo contra llaveo a ras de lona o una lucha extrema, siempre darán todo de sí para dar la mejor función, y mantener no solo en alto el deporte si no su nombre como gladiadoras.