Usuaria de DiDi reporta conductor pervertido

A continuación reproducimos el texto íntegro de usuaria del servicio DiDi, quien publicó su experiencia con esa empresa en una página de Facebook RedNoEstánSolas con la idea de advertir a otras mujeres del comportamiento indebido del conductor, siendo que la empresa no sólo no sancionó al mismo, sino que volvió a enviarlo como servicio para la usuaria afectada:

Testimonio de la usuaria de DiDi:

Quiero prevenir a las morras que usan aplicaciones para transporte. Esto me pasó en la madrugada del 4 de agosto (aproximadamente a la 1am) en estado de sobriedad. Salí con unos amigos ecuatorianos que estaban de visita en la CDMX. Después de acompañarlos a donde se estaban quedando, pedí un didi con lo último que me quedaba de batería. El conductor aceptó el viaje y nos quedamos a esperarlo aproximadamente 6 minutos, cuando la aplicación marcaba que tardaría 2min en llegar. Subimos al airbnb a poder cargar un poco mi celular.

En ese lapso, pasaron aprox 10 minutos, cuando me entró la llamada del conductor explicando que la calle estaba cerrada y me esperaba en la próxima. Me pareció extraño que hubiese esperado tanto, pero en fin, en lo que llegué, él llevaba esperando como 15 minutos. Cuando me subí, el tipo tenía una actitud sumamente amable, me hablaba de tú y comenzó a hacerme la plática. Antes de arrancar, comenzó a ajustarse al pantalón, aunque en ese momento pensé que era el cinturón de seguridad. Al llegar al primer semáforo, comenzó a hacer un movimiento extraño con las dos manos en su entrepierna.

Entre la oscuridad no se podía distinguir. Ahí comencé a sospechar y cuando trataba de asomarme, inclinaba la espalda hacia adelante como cubriendose. Iba manejando con la mano derecha y seguía haciéndome la plática: “¿A dónde fueron? ¿Ya a descansar? ¿Y qué tal estaba el ambiente?” Sentí que todas esas preguntas las hacía para saber qué tan consciente venía. Mientras conducía, alcancé a ver su miembro de fuera.

En ese momento se me fue el habla, tuve una sensación horrible en el estómago y empecé a pensar qué debía hacer. Reaccioné pronto y seguí en la plática normal, pensando que si le hacía un desmadre, no iba a dejarme bajar. Afortunadamente nos tocó un alto. Desafortunadamente en una calle muy oscura de la Doctores. Me bajé del carro, volteó y me preguntó: “¿Todo bien, Kathia? Si te incomodé, no hay problema”. La reacción delatora fue cuando dijo “Yo todo bien ¿Eh?” Y alzó las manos. Yo estaba abajo con la puerta abierta y en shock. Cuando hizo eso, en medio de mi alteración, pensé que probablemente me había confundido, así que me asomé por la ventana del copiloto y apagó la luz de adentro del carro para que no se viera nada. Por suerte, iba pasando un taxi al lado de esa escena y le dije que si me podía subir y me llevó a mi casa.

El reporte fue hecho en la plataforma de Didi y se me dijo que se iba a iniciar una investigación y se iba a bloquear la aplicación del conductor para que no pudiese realizar más viajes. Yo uso mucho este tipo de plataformas y debido a la atención telefónica que me brindaron, asumí que no volvería a pasar. El día de hoy iba a trabajar, se me hizo un poco tarde, eran las 3pm, pedí un Didi. Decía que llegaba en 2 minutos, estaba en la esquina. Salí corriendo de mi casa, sin fijarme en el conductor, sólo en las placas, pero cuando me acerqué al carro, todo se paralizó dentro de mi.

Era el mimo tipo

ERA EL MISMO TIPO. Cuando me regrese a ver los datos, era el mismo conductor, con la misma foto y con el descaro de frente. Me asusté demasiado, regresé corriendo a mi casa pero no traía llaves y lo demás no importa. Cancelé el viaje. Por ello, quiero que la cara te este tipejo se haga publica. Quiero que lo reconozcan, que no se acerquen a él, que guarden sus placas. Y por otra parte, que no usen el servicio de Didi que claramente es encubre este tipo de abusos, que deja a las usuarias en peligro, que con tal de generar ganancias prefiere creerle a los abusadores. Y pienso que entre las miles de posibilidades ¿Cómo me tocó de nuevo con ese sujeto? En fin… cuidense, cuidémonos.

 

El nombre de la autora del testimonio es, según su perfil: Kahts García