Reportajes

En Canadá se gana bien como migrante


16 agosto, 2019 @ 7:06 pm

En Canadá se gana bien como migrante

¿Quiénes son los migrantes que trabajan como ilegales en los campos de cereza?

Cada vez hay más gente mexicana, y lejos de lo que suena en medios de comunicación internacionales, las personas que trabajan de forma ilegal son en su mayoría estudiantes con privilegios que se rehúsan a trabajar en una oficina pero tienen ganas de ganar dinero. El precio es una clara explotación: olor a pesticida, caras sucias, manos cayosas, vivir meses en una casa de campaña en un huerto (muchas veces sin servicios básicos), brisas heladas que congelan las manos a las dos de la mañana y tardes sudorosas bajo el sol en el valle de Okanagan, Canadá. A pesar de ello, es una experiencia divertida para aquellos que sólo lo hacen (hacemos) durante una temporada.

A pesar de que muchos migrantes son personas jóvenes latinoamericanas, también hay otros sectores: los señores jamaiquinos y mexicanos con visa de temporada, los/las quebecos/cas hippies que viajan con sus perros y sus ganas de vivir lejos de la ciudad mientras hacen dinero, y, para mi sorpresa, los indios que hablan Punjabi y son dueños de los huertos de cerezas. Sin embargo, son los indígenas los que fueron desplazados para dar paso a los antes mencionados, ¿por qué?

Canadá, al igual que EU de norteamérica, se erigió sobre un genocidio

El primer día que llegamos ahí conocimos a un hombre que nos indicó que “antes de las cerezas no había nada, era puro desierto”. Ahora el bello paisaje es una cuadrícula de campos verdes rodeada por las montañas desérticas, y más al norte, de bosque. Nuestro primer jefe (punjabi) nos contó que él llegó ahí “porque estaban regalando visas de residencia permanente”. Tres semanas después de nuestra llegada, conocimos a unos nativos que vivían en reservas para indígenas a lo largo del valle y que estaban molestos por el genocidio cultural que el gobierno Canadiense les había propiciado. Unamos los puntos de una historia poco conocida.

David Stuart el primer europeo en esas tierras

La historia oficial cuenta que en 1811 llegó al valle el primer europeo, David Stuart. La exploración minera y la tentativa idea de agricultura en una zona con el “mejor clima de Canadá” fue lo que atrajo a más gente blanca. Es atribuido a misionarios el primer asentamiento en 1840, pero no hace más que invisibilizar la existencia de los primeros habitantes del valle, los Syilx, que datan de hace unos 3 mil años y que ¡siguen ahí!

indios canadá
Imagen: ArtLife www.revistaconsideraciones.com

El gobierno controló a los nativos con depravadas residencias infantiles y alcoholismo

Los Syilx una de las siete Primeras Naciones que aún viven en Canadá. Son personas de piel morena, ojos rasgados y gustan de llevar el cabello largo pero por el momento están en un proceso de reconocimiento de su propia cultura, pues les fue despojada hace no mucho tiempo. En 1883 el gobierno de Canadá impulsó la creación de escuelas residenciales (que ya existían), de las que los nativos relatan con rencor: alrededor de 150 mil niños/as fueron arrebatados/as de sus familias para ser introducidos/as en escuelas católicas, en donde se les prohibía hablar sus idiomas, comunicarse con sus familiares (incluso dentro de las escuelas), usar sus atuendos o tener cualquier comportamiento que perpetuara sus culturas. Siempre fue bien sabido que sufrían abusos físicos, verbales y sexuales por los padres y monjas que controlaban las residencias. Las madres y padres que intentaron defender a sus descendientes fueron a parar a la cárcel.

Las condiciones de higiene eran grotescas y no había fondos suficientes para mantener una buena salud de los niños y las niñas que ahí habitaban. Al salir, se convertían rápidamente en gente desorientada, con raíces podridas y problemas psicológicos que provocaban el maltrato a sus propios/as hijos e hijas. La mayoría caían en alcoholismo y drogadicción. El gobierno sigue jugando un papel de cómplice, pues aún hoy se les da 40% de descuento en alcohol a toda la población indígena. Los feminicidios son una realidad en algunas zonas, quedando impunes al igual que en México. Parecería que eso no pasa en Canadá, pero es evidente que el primer mundo no llega a esos rincones de su propio territorio. Los nativos que conocimos nos contaron cómo hoy muchas mujeres nativas terminan por prostituirse en las zonas más peligrosas de Vancouver al caer en la drogadicción que la violencia crónica y traumática les provocó desde las generaciones de sus predecesores/as. En la actualidad, los primeros lugares de suicidio en Canadá son ocupados por ancianos/as de  familias blancas y niñas/os indígenas.

¿Cuál es la relación entre los pickers de cerezas y los indígenas de Canadá?

Mientras esto sucedía en las escuelas residenciales entre 1827 y 1997 (fecha en la que se cerró la última de estas escuelas), los blancos estrenaban las vías del tren que facilitaban el comercio de frutas y la llegada de estadounidenses que huyeron de su país a causa de la Gran Depresión de 1873 ya en un territorio cada vez más libre de indígenas. Lo que comenzó con la producción de manzanas por misioneros franceses y escoceses, terminó como uno de los más fuertes productores de frutas y vino de todo Canadá.

Más tarde, ante la gran migración de indios Punjabis facilitadas por compañías canadienses como Canadian Pacific Railway y Hudson’s Bay Company a principio del siglo XX en Vancouver, hombres fueron al valle de Okanagan a trabajar. Los Punjabis sikhs son famosos en India por ser buenos en los negocios, e hicieron honor a su fama, pues pocos años después de trabajar como campesinos, comenzaron a comprar las granjas, a traer a sus familias y ahora aseguran orgullosos que alrededor del 90% de las granjas es propiedad de los Punjabis. A pesar de que esa información no la pude confirmar, no sorprendería, pues todas las granjas o números telefónicos con los que tuvimos contacto fueron de indios, excepto uno.

Los y las indígenas hoy pueden vivir “libremente” dentro de sus “Reservas de Indios” que fueron creadas desde 1887, a la par de las escuelas residenciales[1]. Mientras que el gobierno exige a los indígenas usar los espacios naturales (lagos, ríos, bosques etc.) como condición de no quitárselos, a más y más migrantes se les facilita la tierra y los derechos con una apariencia fraternal ante los medios internacionales.

Al volver a México queda un claro sabor agridulce de la imagen que se tiene de la “amable Canadá”. La búsqueda de justicia para pueblos indígenas está en todo el mundo y al hablarles de las policías comunitarias, las comunidades independentes y en general de las resistencias indígenas en América Latina, los Syilx nos externaron su tristeza de no ser incluidos en esas luchas. Ellos y ellas se encuentran aislados/as pero en actividad constante. El primer paso de unión es el conocimiento de su existencia, y ese es el fin de este artículo.

Aquí compartimos las luchas de gente nativa que conocimos en el 1er Festival de Arte y Música Indígena de Okanagan. Son videos que informan, inspiran y difunden.

El artista de la imagen de este artículo https://web.facebook.com/Day1Art/

Kelly Fraser de Yukón, una mujer maravillosa que inspira con la música tradicional y covers de música popular. https://www.youtube.com/watch?v=4Een1HuT5VY

Blue Moon Marquee, un hombre y una mujer que escriben su resistencia en músicas de un blues mágico https://www.youtube.com/watch?v=6bruEN9L9Vk

Elk the Moose https://www.youtube.com/watch?v=-wUTKyowDf0

Y Kelly Derrickson, que habló de la gravedad del suicidio en Canadá https://www.youtube.com/watch?v=B-SAHaKkBOg

[1] Se puede encontrar la lista completa de escuelas residenciales de Indios por zona aquí http://www.trc.ca/about-us/residential-school.html y por año aquí https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Indian_residential_schools_in_Canada

Tesista de la Facultad de Arquitectura. Editora de la sección de feminismo porque en secreto no quiere que acabe el mundo.