Nacional

¿Quién es en realidad Carlos Urzúa?

Colaboradores


4 agosto, 2019 @ 5:14 am

¿Quién es en realidad Carlos Urzúa?

“Nuestro país no es la única cosa a la que debemos nuestra lealtad.

También se le debe a la justicia y a la humanidad
James Bryce

Fernando Martínez y Ángel Aldana

El cambio de régimen por el que la gente votó no se dará de la noche a la mañana, pues incluso hay quienes dentro del propio gobierno están dispuestos a frenar eso.

Max Weber en “El político y el científico” hace un análisis de la “Política como vocación” tomando el comportamiento ético del político; en el cual resultan dos vertientes, el estudio de la política y el estudio del político. A un centenario de su trabajo, la obra se materializa en el escándalo de la salida de Carlos Urzúa de la Secretaría de Hacienda el pasado 9 de julio.

Por un lado, tenemos a un político por excelencia, que legitima sus decisiones y proyectos a través de la imagen que ha construido a lo largo de su vida. Su defensa por los grupos estigmatizados, violentados y olvidados del país fueron la base que lo llevó a la presidencia. Andrés Manuel López Obrador es un político que vive para la política y el ejercicio que ella conlleva. Por el otro, tenemos a un tecnócrata que sus decisiones se basan en los títulos obtenidos de instituciones de renombre, su maestría y doctorado de la Universidad de Wisconsin son una prueba de ello.

La renuncia del titular de la SHCP siempre será escandalizada y encenderá reflectores sin importar el nombre de quien desista de seguir con la encomienda de servir al pueblo, se les olvida cuál es la función principal de un servidor público. La Secretaría de Hacienda siempre ha sido una de las más importantes y es la que articula cada una de las dependencias estatales, así como su capacidad de acción. En la actual administración se convirtió en la “súper Secretaría”. Se le ha criticado principalmente por la centralización del gasto público y porque parte de la “Cuarta Transformación” es la reasignación y el ahorro. Es por eso que cada acción e intento de egreso de recursos pasaría bajo la lupa de dicha dependencia.

¿Quién es en realidad Carlos Urzúa?

No olvidemos que en 1999 Carlos Urzúa fue invitado a colaborar en la campaña de Andrés Manuel López Obrador como asesor económico. Ganadas las elecciones de la capital, fue Secretario de Finanzas del entonces Distrito Federal. Siendo también subordinado de Andrés Manuel, decidió abandonar el cargo que ocupó de 2000 a 2003 para incorporarse a las filas de la academia, parece ser que la historia es cíclica.

A los pocos minutos de hacerse trending topic, la renuncia del entonces secretario afectó el mundo de las finanzas y se vio relejada en la depreciación que tuvo la moneda mexicana. Sin embargo, en una jugada inteligente y suspicaz de un político nato, y de una manera muy innovadora, el presidente decidió nombrar a Arturo Herrera como nuevo titular de la SHCP a través de un live en Facebook.

De esa manera manda un mensaje de redoblar los esfuerzos, que la política económica que está implementando sigue y seguirá en pie con los riesgos que ello implique. No importa quien se interponga,  incluso si es alguien de su círculo cercano o alguien que le genera cierta certidumbre a los mercados. Los verdaderos comprometidos con la 4T no se van a bajar del barco tan fácilmente.

Urzúa SHCP
Imagen: Televisa

La transformación debe ser a fondo o no será

Volvamos a la disputa del 1º de julio. El pueblo no votó por un técnico ni por un gerente más, se votó por una transformación total y genuina. El radicalismo de Andrés Manuel ha estado tocando una de las fibras enraizadas más sensibles del neoliberalismo: la economía. En ella, somos vistos como ejes de cambio y formamos parte de la metamorfosis, ya no somos sólo estadísticas o simples variables del mercado.

La gente tomó la decisión de iniciar un nuevo proyecto en la vida pública del país. Uno en donde no importan los títulos ni las escuelas en las que ha estado, lo que pesa es el nivel de compromiso que uno tiene con su nación. La transformación no es para todos, tal es el caso de Urzúa, o hasta de Germán Martínez. Sus conocimientos técnicos resultaron insuficientes para colaborar, sumar y retroalimentar la visión, ideología y proyecto de cambio del presidente López Obrador.

Las resistencias que existen al interior del gabinete sumado a los grupos de interés del viejo régimen y los poderes fácticos, han intentado frenar a toda costa la voluntad presidencial. Las discrepancias siempre han existido, la diferencia es que ahora todas se plantean públicamente y los acuerdos ya no son en lo oscurito.

El protagonismo del Ejecutivo Federal ha opacado el funcionamiento de diversas dependencias. Tenemos que abogar por que la pluralidad de ideas sea el detonante del debate público y que ello abone a la reconstrucción del país. La coexistencia de diversas formas de pensar es una necesidad, no un capricho.

Los que quieren que al país les vaya mal, es porque sólo a ellos les podría ir bien

La transformación avanza porque la manera de tomar decisiones ya no está basada solamente en los números que la tecnocracia le daba a la clase política. Ahora se privilegia el dialogo abierto, reflexionado, que busca el consenso antes que la imposición. Estamos cambiando la manera de hacer política. La técnica de nuevo se supedita a la política y no como había pasado en los últimos treinta años. A falta de oposición seria, los intelectuales, técnicos, académicos y sociedad civil han tenido que fungir como contrapeso del poder de manera que no se caiga en los excesos que se cometían en el pasado.

Hoy Carlos Urzúa es un fantasma, ya nadie lo recuerda. A casi un mes de su partida de la SCHP, y al parecer de la 4T, la economía avanza y los riesgos que mencionaban acerca de su salida no son más que sueños guajiros que quedarán guardados en el diario de las promesas incumplidas de la pitonisa blanquiazul. Los únicos que lo siguen invocando son aquellos que quieren que al país le vaya mal; porque si al país le va mal, a ellos les va bien.

Colaboradores

Espacio para nuestros colaboradores ocasionales, quienes amablemente nos comparten sus reflexiones. En la Revista Consideraciones caben todas las opiniones.