Los Pinos; un paseo por la historia del poder

Una de las sorpresas más grandes que nos trajo consigo el cambio de poder, fue que la conversión de la residencia presidencial, Los Pinos, en un espacio abierto y público, dado que el presidente Andrés Manuel López Obrador no habitaría este sitio.  Así que desde el día 1 de diciembre, a las diez de la mañana, la residencia del poder político en México, abrió sus puertas a miles de personas. 

Pasada ya la euforia, decidí acceder a este recinto, cargado de historia, aquel lugar que ha albergado 80 años de historia política, donde diversos presidentes y sus familias fueron moradores. 

Por ser época vacacional y un domingo familiar, había bastantes visitantes recorriendo los diferentes pasillos de las casas y sus respectivos jardines, el movimiento era lo suficientemente fluido para poder apreciar cada uno de los diferentes espacios que nos ofrece este sitio cultural.

El centro cultural está dividido en tres casas habitación

El Centro Cultural, está dividido en tres casas habitación, una sala de juntas y un área verde que ocupa casi la mitad del predio. 

El recorrido lo empezamos desde la última casa presidencial que fue habitada por el ex mandatario Enrique Peña Nieto, desde la planta baja se aprecia su despacho personal, donde recibía a diferentes personas de su gabinete y realizaba diversas tareas. Conforme se avanza en el recorrido, nos encontramos con diversas salas con sólo sillones y mesas de centro, pero la gran sorpresa sería la planta alta. 

Aquí encontramos cuartos vacíos, con personas paradas en las puertas que te indican qué espacio estamos viendo, ya que la falta de mobiliario no nos permite visualizar más allá de lo que estamos presenciando. 

Conforme se avanza por un largo pasillo podemos percatarnos de la suciedad en las paredes blancas del mismo, y una que otra huella de zapato sobre las mismas. Llegando al otro extremo de la casa no sólo encontramos áreas desocupadas, sino cerradas. Hay cintas de seguridad en las puertas que prohíben el paso y una que otra puerta cerrada. 

Puertas cerradas por intento de robo

Muchos con la duda del porqué las puertas cerradas, un guardia nos informó que por cuestiones de seguridad, se tiene mayor vigilancia allí dado que detrás de una de esas puertas cerradas se encuentran diversos objetos de valor que estaban previamente exhibidos a todo el público, pero debido a que muchas personas fueron captadas intentando robárselas decidieron mejor cerrar ese local y el otro, que igual se encontraba a puerta cerrada, era un lugar que comúnmente era vandalizado; se sorprendía a diversos individuos realizando pequeños grafitis demostrando su odio hacia el gobierno.

Siguiendo con el trayecto se llega al sótano de la casa, zona donde se localizan más cuartos vacíos clausurados y la sala de cine presidencial con una capacidad para 34 personas. Para finalizar, el último local a visitar es el bunker presidencial, una zona de extrema seguridad, que ha recibido mandatarios de diferentes países  y se han tomado las decisiones más importantes en materia de política exterior. 

Una vez fuera, uno se encuentra con una gran extensión de área verde que nos abrasa e invita a quedarnos un momento a contemplarla, inclusive hay una copia a escala de la estatua del Caballito de Reforma entre las plantas. 

También existe una pequeña reproducción de un jardín japonés, que incluye un lago con peces dorados, pero desafortunadamente esta sección está igual acordonada y vigilada. Cuando se le preguntó a la persona que lo custodia, el por qué está cerrado, nos respondió que las personas tiraban mucha basura al lago y eso dañaba a los peces, por lo tanto se decidió cerrarlo. 

Desde este punto, el visitante decide cuál de los siguientes lugares visitar. La siguiente casa es de menor dimensión que la primera, pero afortunadamente ésta se encontraba amueblada, lo cual permite un mayor goce de la contemplación de este recinto. Además de que hay una sala donde podemos disfrutar de todo el esplendor de los jardines presidenciales. el problema de aquí es que no se puede caminar despacio debido al reducido espacio para poder circular y la gran cantidad de personas.

Las dos últimas edificaciones se pueden reducir en tres palabras: Sala de Juntas. A pesar de ser construcciones, en tamaño, similares a la casa anterior, sólo se pueden observar las salas de juntas que cada una cuenta, ya que el resto de ambas obras están a puerta cerrada. Y una vez terminado de ver dichas salas es como se concluye la visita a Los Pinos.

El Centro cultural Los Pinos es un espacio vacío, carente de gracia

El Centro cultural de los Pinos, es un espacio vacío, carente de gracia alguna, falta de una museografía digna, donde no solo faltan los muebles, sino también de algún letrero o señalamiento que indique que cuarto es el que estamos viendo. Si no estuviesen los guardias, que sirven a veces de guías, pasarían desapercibidos diferentes detalles.

Este es un lugar emblemático de la historia nacional. pero no es atractivo al visitante común; aquel que no está tan interesado en la política, solo vera casas vacías y una gran área verde. No es un lugar cargado de contenido histórico como el castillo de Chapultepec, que es un goce recorrer cada una de sus habitaciones y pasillos, que te maravilla con cada vitral y lienzo.

Aunque un buen detalle de Los Pinos, son los bustos de algunos personajes históricos tanto de izquierda como de derecha, que contribuyeron a la transición y apertura democrática en nuestro país, como Heberto Castillo, Manuel Gómez Morín, entre otros.

El Centro Cultural es un espacio más para poder disfrutar en domingo con la familia cuando no se tiene a donde mas ir.