Cómo se elige el Rector de la UNAM
Cada cuatro años se designa Rector en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por parte de la Junta de Gobierno (JG), integrada por 15 académicos votados en el Consejo Universitario -cuando se designa un Director de Facultad, Escuela o Instituto, previamente el Rector propone una terna a la JG, de la cual, gana quien obtiene un mínimo de ocho votos-. Para designar Rector, no hay terna, pues no hay quien la proponga, y el mínimo de votos en la JG debe ser 10 de 15.
Lo anterior pareciera obvio para quienes conocen la legislación universitaria, o están bien informados sobre el proceso de designación de Rector, sin embargo, la gran mayoría de los universitarios desconoce el proceso que en pocos meses se vivirá en la mayor casa educativa del país, de ahí que me viera motivado a escribir este texto, en el que pretendo informar sobre los aspectos legales e informales por los cuales se llega a ser Rector de la UNAM. Este artículo será el primero de una serie de textos sobre el tema*.
*Segunda entrega: Inicia formalmente disputa por Rectoría en la UNAM
La fecha límite para designar al Rector de los próximos cuatro años es el 7 de diciembre. Por lo que la convocatoria será publicada por parte de la JG el 26 de septiembre, ya que hay un proceso de selección, y entrevistas tanto para los candidatos como para quienes los apoyan, para escuchar sus argumentos.
Primero es la convocatoria abierta a todos los aspirantes, después la propia Junta de Gobierno publica una lista reducida el 24 de octubre, de quienes cumplieron con los requisitos. Éstos son los que entran en la segunda fase de las entrevistas.
Requisitos legales
Tener licenciatura, ser mayor de 35 años y menor de 70, ser mexicano de nacimiento, tener un mínimo de 10 años de labor académica, contar con una trayectoria honorable. No haber sido integrante de la JG en los dos últimos años. Haberse distinguido en su especialidad y mostrar interés en los asuntos universitarios.
La JG tendrá que abrir un proceso de auscultación y escuchar a la comunidad universitaria, entre el 27 de septiembre y el 31 de octubre, para oír a quienes proponen y defienden un candidato o candidata, los interesados en ser candidatos para Rector, deberán inscribirse entre el 26 de septiembre y el 7 de octubre. La JG dará a conocer la lista de quienes considera que cumplen con los requisitos el 24 de octubre.
La votación puede ser abierta o en urna, según como acuerden sus integrantes. Si ningún candidato alcanza los 10 votos, se volverá a votar hasta que haya uno que llegue a obtenerlos. Es por eso que se dice que cuando dos candidatos polarizan la votación, el tercero es quien destraba el proceso, al sumársele algunos votos de los dos primeros.
Lo tradicional-informal
En más de un siglo, la rectoría la han ocupado cuatro gremios académicos: médicos, abogados, ingenieros y científicos duros; con excepción del rectorado de Pablo González Casanova (1970-1972), quien es sociólogo. Todos, incluido Pablo González, han pertenecido a una élite académica y desde 1945, ninguno ha promovido una reforma democrática. Todos también, hombres, hasta ahora ninguna mujer.
La JG procura, tradicionalmente, dos cosas: estabilidad política y crecimiento económico. En el mes de noviembre se designará el presupuesto para el 2020 y por supuesto que será un criterio de peso para valorar la continuidad. El aspecto financiero está muy ligado a la estabilidad política de la institución.
En los tiempos del régimen autoritario priista, siempre hubo sospecha de la venia presidencial para la designación de Rector, pues era común que algunos ex rectores se volvían secretarios de Estado, o viceversa. Pero también hubo en varias ocasiones ruptura, distancia y enfrentamiento entre el Presidente y el Rector.
En los 12 años del Partido Acción Nacional en el poder, la UNAM vivió una libertad plena para la designación de Rector, producto del desprecio de los blanquiazules hacia la Universidad Nacional. Peña Nieto intentó, titubeante, promover un candidato pero no lo logró.
Actualmente, en la vía del hecho, es obligado el doctorado, pertenecer a la élite, haber sido Director de alguna Escuela, Facultad o Instituto, haber estudiado en el extranjero, no estar confrontado con el poder político.
Al calce
Entiendo que el aspecto formal de la designación de Rector es tan sólo un aspecto limitado, pues falta la dimensión política del tema, mismo que abordaré en los siguientes artículos pero, si no se tiene claro el panorama legal y tradicional del proceso, se seguirá en la creencia de falsos candidatos tan sólo por la cercanía con el actual gobierno. Aún faltan dos meses para que se abra el proceso de auscultación por parte de la JG. Si ya han visualizado algún posible candidato, primero verifiquen que cumpla con los requisitos formales y tradicionales.
Dos meses pasan rápido, pero en política el tiempo es una eternidad, pues cada minuto cuenta. Conforme se acerque el plazo, habremos de ahondar en el tema de los posibles suspirantes y trayectorias, por ahora, sólo nos toca observar el reacomodo de fuerzas al interior de la Universidad. A partir de agosto, todo estará marcado por la reelección o sucesión a Rector.
