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Bad Bunny, Residente y el himno de la insurrección en Puerto Rico


Monsetitta

19 julio, 2019 @ 9:04 am

Bad Bunny, Residente y el himno de la insurrección en Puerto Rico

¡Se soltaron los caballos! Bad Bunny, Residente e Ile, conocidos artistas de Puerto Rico, sacan una nueva canción. La noticia parece irrelevante, el conejo malo suena todo el tiempo, el reggaetón y el trap son los “géneros de moda” –odiados por los puristas y aplaudidos por la juventud ansiosa de perrear hasta abajo–. Y sin embargo no lo es. Los cantadores de Puertorro cantan indignados: se trata de una canción de protesta.

El tema, llamado apropiadamente “Afilando los cuchillos”, inicia con los trinos del afilador y un pregonero vintage acompasados por una base clásica de hip hop y el manejo del tiempo entre trap y reggaetón. Es Residente quien nos da la bienvenida con la frase “estamos afilando las navajas” para después darnos su opinión, a través de las barras a las que nos tiene acostumbrados.

En su clásico y crudo estilo, René Pérez (Residente) le tira a Ricky Roselló, actual gobernador de Puerto Rico. ¿La razón? Pues que la carismática figura pública del joven político se cayó luego de que el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) publicara, el pasado 13 de julio, el contenido de un chat de Telegram en el que participaban el gobernador y su equipo cercano. Entre los implicados están los secretarios de Estado, Hacienda, Gobernación y Asuntos Públicos, el director de Asesoría Financiera, asesores legales, de comunicación y de cabildeo.

Exigen renuncia de alcalde de Puerto Rico
Imagen: elcomercio.pe

Los miembros del CPI crearon el sitio web llamado https://rickyleaks.org/, donde pueden consultarse más de ochocientas páginas de este chat, que contiene opiniones sobre política, estrategias de marketing y manipulación, comentarios homofóbicos, gordo fóbicos y machistas, memes, burlas sobre los muertos del huracán María del año pasado, entre otras joyas.

Volviendo a la canción, Ile, también integrante de Calle 13 y hermana de Residente, contiene la furia de René y rompe la tensión al entonar un pregón que dice “vamos cortantes como los cuchillos / sacando chispas hasta llegar el filo / hay que arrancar la maleza del plantío / pa’ que ninguno se aproveche de los mío”.

El pregón es reflejo de la realidad, pues no podía pasar menos. Luego de que la prensa comenzara a difundir el contenido de este famoso chat, la sociedad puertorriqueña ha salido a las calles para exigir la renuncia del gobernador. El pasado fin de semana estuvo lleno de pequeñas protestas, “cacerolazos” públicos que han aumentado a medida que la indignación aumenta. Ni las renuncias de gran parte de los implicados, las declaraciones enredosas del gobernador o las disculpas públicas, han sido suficientes para calmar a las masas.

El cantíco de Ile nos da fuerza suficiente para el último aliento de la pieza que escuchamos: Bad Bunny, el artista de moda de la isla suelta la tiradera. Según sus propias palabras “está encabronado” y, sin filtros, incita a prender fuego al gabinete entero, a salir a las calles y sacar a las ratas. El conejo malo es claro: no se trata de hablar mal o lo políticamente correcto, como él bien sabe y reconoce en mea culpa, sino de las mentiras y el cinismo: “te burlaste de nosotros con otros cabrones”, sentencia.

Exigen renuncia de alcalde de Puerto Rico
Imagen: lavanguardia.com

Bad Bunny es crucial en esta canción, y no por sus vocales siempre desentonadas en autotune, sino por su imagen y representación de las juventudes, aparentemente apáticas, frías y desconectadas. Benito Martínez (nombre real del conejo), quien usualmente prefiere manifestar su posición política desde la imagen o la pose –famosamente criticado por sus uñas largas y neón estilo Cardi B, o su vestimenta de niño de ocho años– es ahora un enunciador de la protesta social.

Seamos honestos, estamos acostumbrados a que “nuestros rebeldes” son otros. Estamos acostumbrados a que el insurrecto no canta cosas como “Atrévete” o “Caro”. Estamos acostumbrados a que la protesta social es de un tipo más cercano a la trova que al bugalú, a que la protesta social no se baila ni se perrea.

El pregón de Ilé vuelve del fondo, pero esta vez es otra cosa: esta vez es la consigna que cantaron millones de puertorriqueños el pasado 17 de julio en la ciudad de Fortaleza, convocados por sus figuras públicas. A la cabeza de la marcha los aquí implicados: Residente, Ile, Bad Bunny, pero igual de protagonistas Ricky Martin, quien ha estado sumamente involucrado en la reconstrucción de la isla luego de María e incluso Benicio del Toro, a quien lo nacionalizado español no le quita lo boricua.

Puerto Rico está a fuego y no es para menos ¿Cuántos chats como el de Roselló no existirán en nuestro continente?, ¿en nuestro mundo? Las conversaciones de una clase miserable y cadavérica, que mediante la manipulación busca seguir en el gobierno, desde el cual disfruta del privilegio. ¡Esa gente no nos representa!, y por eso, los puertorriqueños han decidido salir a las calles.

Decirlo es una bocanada de aire fresco para la izquierda caribeña y latinoamericana. En la Isla, cuya actividad política es constantemente opacada y diezmada por el gobierno en su carácter de “Estado libre asociado”, se respira un espíritu de justicia social y exigencia a los gobernantes que pondrá en jaque a más de uno. ¿Será acaso un nuevo momento para la política en Puerto Rico? Habrá que estar al pendiente de su música para saberlo.

 

Internacionalista por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha dedicado mucho de su tiempo a explorar los textos y los hechos para conocer los enigmas de su concepción. Como quien observa, juega a adivinar por qué dialogan y se mueven los actores más allá de los hilos invisibles. En sus ratos libres cultiva las conversaciones, defiende el café y descubre su voz propia de muchas formas.

Un comentario
  1. Insatisfecho

    Es dificil hacer una nota sobre el conflicto de una isla donde todos los medios se han enfocado en las celebridades, sin embargo, creo que este trabajo no hace sino seguir el mismo camino de información que ya se conoce. Una pérdida de tiempo, la verdad. Nada nuevo.

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