Nacional

La demanda laboral es un pretexto; la PF está corrompida

Raúl González


raulraulgonzal1

5 julio, 2019 @ 2:02 am

La demanda laboral es un pretexto; la PF está corrompida

Ayer reprimían ferozmente a todo aquel que osara manifestarse, hoy, salen a las calles a protestar contra el nuevo gobierno.

De víctimarios a víctimas

Durante la madrugada del pasado miércoles, el Centro de Mando de la Policía Federal, ubicado en la Alcaldía Iztapalapa, fue escenario de un hecho insólito: la toma de sus instalaciones, por parte de sus ocupantes, como un acto de rebelión contra la nueva administración pública.

Esto no es casualidad, no, en política nada lo es. Las últimas manifestaciones que ha protagonizado la Policía Federal (PF) en diferentes puntos del país, y que, en apariencia es un acto de defensa a sus “derechos laborales”, no es más que una provocación y resistencia, por parte de sus verdaderos dirigentes: la diezmada oposición panista.

Uno de los principales intereses que se esconden detrás de todas estas protestas, es la resistencia al desmantelamiento de la política represiva que, hasta hace pocos años, era una razón de ser para los federales.

¿Por qué más policías representan menos seguridad?

No obstante, la represión no fue el único motor que impulsaba a la institución, pues también lo fue la fallida guerra contra el narcotráfico. Ideada desde la ofuscada mente de Felipe Calderón, que se obsesionó con teñir al país de sangre en una guerra sin límites.

A lo largo del sexenio calderonista, se privilegió que la policía federal fuera el emblema del combate frontal al narcotráfico y el crimen organizado. En menos de un lustro, se pasó de la lucha a la simulación, para minimizar el descontrol de la situación. Sin embargo, la realidad siempre prevalece.

La Federal…echada a perder

Cuando Enrique Peña Nieto heredó la policía, ésta se encontraba demasiado aletargada en un mar de intereses creados al vapor de la corrupción, el nepotismo, la ineficacia, el despilfarro y la brutalidad. Al no poder hacer más que perpetuarla, decidió crear una nueva división: La Gendarmería Nacional.

Solo cumplían órdenes y No todos los policías son iguales, son las pobres falacias que muchos intentan esgrimir en defensa de los agentes. Ambas son inservibles. Puesto que es una generalidad, que aplica para todas las corporaciones de seguridad. Lo que en este momento se discute es la disolución de un organismo echado a perder, con el fin de construir un país seguro.

Respeto al salario, prestaciones y antigüedad, trato justo y respetuoso por parte de los mandos militares, desaparición de los filtros de evaluación, no trabajar bajo esquemas de operatividad castrense, e independencia frente a la Guardia Nacional, son algunas de las peticiones que exige la policía federal para levantar el paro que mantiene.

Es importante destacar que no todos los federales se han dejado guiar por las voces que los llaman al amotinamiento, y la desestabilización, hay agentes que ya se integraron a la Guardia Nacional, o se encuentran en ciernes. También, es relevante mencionar que el nuevo gobierno no caerá en ninguna provocación, o connato de violencia, a causa de los elementos disidentes.

Policías federales bloqueando Periférico Oriente. Foto: IVÁN STEPHENS. EL UNIVERSAL.

Además de un grave acto de indisciplina, un ataque a las vías de comunicación, y una potencial amenaza a la seguridad nacional, las exigencias de los federales son ilegítimas. Orquestadas desde la burda oposición que se niega a ver el desmoronamiento en su forma de gobernar.

Posiblemente, sea importante recurrir a Nicolas Maquiavelo para dilucidar mejor este conflicto; A manera de cierre, una frase del historiador florentino:

“Nada más difícil de emprender ni más peligroso de conducir que tomar la iniciativa en la introducción de un nuevo orden de cosas, porque la innovación tropieza con la hostilidad de todos aquellos a quienes les sonrió la situación anterior y solo encuentra tibios defensores en quienes esperan beneficios de la nueva”

 

Raúl González

Comentócrata, amante de la historia, bibliófilo por vocación, universitario por decisión.