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¿Por qué el neozapatismo está contra la 4T?

Miguel Ángel Maciel Galindo


miguelmg28

24 junio, 2019 @ 2:14 pm

¿Por qué el neozapatismo está contra la 4T?

Tuve el honor de participar en el Primer Foro de Estudiantes de Sociología, organizado por alumnos de la carrera de Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de la unidad Azcapotzalco. En los tres días que duró el evento se tocaron distintos temas que acontecen día a día en la realidad mexicana. En la mesa de Transición Política –en la cual participé–, hubo variedad de análisis de actualidad y distintos puntos de vista y a los cuáles me quiero referir.

La ponencia de Carlos Alberto Ríos, Doctor en Historia y actual profesor de la UAM, trató sobre el neozapatismo y la relación actual que mantienen con el gobierno entrante. La exposición del Doctor Alberto inició con el surgimiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), sus principales objetivos, las causas que defendían en el año 1994, su postura contra el presidente entrante –Ernesto Zedillo–, y también contra lo que significó la exclusión de los pueblos indígenas en su máxima expresión: el Tratado de Libre Comercio. Posteriormente, señaló las razones por las que el neozapatismo, actualmente, no es bien visto por el proyecto de la denominada Cuarta Transformación (4T), de manera que ambas posturas ideológicas han mantenido una relación de tensión y rechazo mutuo.

Primer Foro de Estudiantes de Sociología, UAM
Imagen: Facebook Primer Foro de Estudiantes de Sociología UAM

En este sentido, es fácil reconocer las acusaciones que a lo largo de los años se le han hecho al EZLN por no apoyar a López Obrador desde que éste buscó la presidencia en el año 2006, desde tacharlos como una creación de Salinas, hasta considerarlos un movimiento que únicamente sale a la luz cada que hay elecciones. Carlos Alberto encaminó la charla a identificar cómo estas afirmaciones en contra del EZLN son falsas y en realidad sólo esconden una serie de mentiras que, como sabemos, si se repiten constantemente se harán realidad. Con cartones realizados por los moneros José Hernández y Antonio Helguera, del periódico La Jornada, el historiador quiso dejar en claro que existe una guerra enfocada a descalificar los verdaderos intereses e intenciones del movimiento zapatista.

Mi réplica a la exposición del historiador gira en torno a que los simpatizantes del EZLN, incluido él, pareciera que no reconocen una propuesta política que se efectuó mediante las urnas, es decir, vía la democracia que tanto dicen desear y alcanzar a través del “mandar obedeciendo”. Considero que quienes apoyan al movimiento zapatista se encuentran enfrascados en una realidad que, para nuestros tiempos, ya no es tan viable, es decir, querer alcanzar al poder vía otro camino que no sea las urnas. Asimismo, afirmar que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador mantiene las mismas prácticas que los gobiernos anteriores, es no querer enterarse, por ejemplo, de la lucha contra el huachicoleo como un golpe duro contra la corrupción que afecta al país desde hace años. O quizá es no querer ver los programas sociales en apoyo a los sectores más vulnerables porque, para ellos, cualquier tipo de ayuda inmediatamente es asociado con clientelismo.

Subcomandante Marcos, Subcomandante Galeano, AMLO
Imagen: bbc.com

Sería prudente construir un debate de nivel para tratar de tipificar al gobierno actual, es decir, identificar si el gobierno de MORENA es de “izquierda capitalista”, “reformista”,  “progresista” o de “izquierda nacionalista”. En América Latina existen una gran variedad de distintos gobiernos de izquierda y de derecha con los cuales es posible analizar programas de gobierno que permitan ubicar qué tanto se está a la izquierda. Trazar este camino, con el fin de desarrollar el material necesario que permita evaluar a un gobierno, sería apropiado para dejar de creer que por el hecho de beber café orgánico o asistir a “Los caracoles”, inmediatamente esa postura es la verdadera y la que debería practicarse en todos lados.

A mi juicio, la mayoría de los simpatizantes con el neozapatismo caen en el error de querer apropiarse de los conceptos, dado que ellos, y únicamente ellos, representan a la “verdadera izquierda” porque mantienen un tipo de organización diferente –que es muy particular para el caso mexicano–. Con esto no quiero negar la importancia del zapatismo como un contrapeso al gobierno actual, sin embargo, asumir una postura radical porque “la izquierda para ser izquierda debe ser anticapitalista”, me parece perder de vista que la realidad, en ocasiones, supera por mucho las consignas e ideales que por mucho tiempo se han construido en el imaginario colectivo.

Entiendo que la construcción del Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas sean algunos de los proyectos por los cuales el EZLN encuentra una confrontación contra el gobierno actual, ya que afirman que estos proyectos son parte de una continuación del modelo neoliberal que busca, entre otras cosas, destrozar la naturaleza y parte de los territorios; sin embargo, invitaría a los simpatizantes de la “verdadera izquierda” que vieran la intervención de Ángel Balderas Puga, doctor en ingeniera y actual profesor en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), sobre la viabilidad de ambos proyectos:

En el escenario político actual es muy importante que existan contrapesos para que, cuando sea necesario, se le señalen al nuevo gobierno las fallas que seguramente tendrán a lo largo del sexenio, empero, tratar de construir sus propias definiciones en torno a lo que sí es y no es una verdadera izquierda y con ello asumir una postura radical de crítica, es dejar a un lado la complicada realidad política que se vive actualmente. Se deben tomar en cuenta, por decir un par de ejemplos, a Donald Trump y sus constantes amenazas arancelarias y, por otro lado, que el gobierno entrante busca reconstruir un país resquebrajado totalmente debido a las fallas de los gobiernos anteriores.

Gerardo Fernández Noroña señala que “se hace política con lo que se tiene y no con lo que se quiere”, de manera que la realidad está aquí y con los elementos e instituciones que se tengan es como se debe construir un país mejor para todos. En el fondo el objetivo de querer modificar el sistema económico que domina actualmente en el mundo es el mismo para ambas posturas, sin embargo, no hay que olvidar que el presidente actual recibió una bomba a punto de explotar. Sin duda seis meses no son suficientes y quizá no lo sea un sexenio completo, pero la certeza debe estar en que cada día se lucha por tratar de sacar adelante a un país entero.

Existen razones para creer que la fragmentación interna de una postura ideológica puede servir a los intereses de quienes buscan frenar el proyecto de la 4T. Tratar de vender verdades es una tarea que debe dejársele únicamente al neoliberalismo, ya que éste ha realizado muy bien su objetivo. Como señala el sociólogo argentino Atilio Borón, la derecha ha ganado el campo más importante: el de las ideas. Con esto quiero decir que se deben sumar esfuerzos para tratar de alcanzar eso que la “verdadera izquierda” y la “no-izquierda” quieren: el bien de todos.

 

Miguel Ángel Maciel Galindo

Licenciado en Psicología Social y estudiante de Ciencia Política. Ambos por la UAM Iztapalapa.