Krauze, Vargas Llosa, Bartra: los berrinches del intelectualismo antiobradorista

@miguelmg28

El Foro “Desafíos de la Libertad en el Siglo XXI”, se llevó a cabo recientemente en la Universidad de Guadalajara, . El evento, como se esperaba, tuvo éxito debido a que grandes figuras de la literatura, el periodismo, la historia y demás disciplinas que tratan de entender la realidad desde distintas ópticas, estuvieron presentes: Mario Vargas Llosa, Enrique Krauze, Jorge Castañeda, Héctor Aguilar Camín, Roger Bartra, Héctor de Mauleón, José Woldenberg, entre otras figuras.

Los temas que se expusieron en el Foro fueron una reunión de lugares comunes. Dichos y reflexiones en torno a las mismas temáticas que, desde las campañas electorales para la presidencia de México, han sido objeto de análisis para aquellos estudiosos de la realidad. Desde los peligros del “populismo” en América Latina, se atravesó por el “riesgo” en el que se encuentra actualmente la democracia con Andrés Manuel López Obrador en la presidencia, y se llegó a decir, incluso, que su gobierno tiene características claras de un gobierno autoritario.

Ninguna de las reflexiones que inundaron el foro genera sorpresa, ya que basta una revisión a la biografía política de cada uno de los personajes que estuvieron en las mesas del evento para dar cuenta del discurso que por muchos años han repetido y, sin duda, han anclado en el imaginario colectivo. El discurso “antipopulista”, “prodemocrático” y “a favor de la libertad”, es el que ha permeado durante muchos años en este país, a tal grado de afirmar que la democracia que hoy se vive en México se la debemos a Mario Vargas Llosa, porque éste dijo, hace años, “México es la dictadura perfecta”. Entre ovaciones y homenajes por parte del ingeniero Krauze hacia Vargas Llosa, no dudó ni un momento en decir que eso, y otras cosas más, le debe México al escritor peruano.

Su discurso tratan de consolidarlo con mucha más fuerza que en el pasado porque la  presidencia de López Obrador, con maneras de gobernar distintas a lo que estaban acostumbrados, les desagrada. Y lanzan advertencias: desde tener cuidado con el gobierno entrante porque tiene mayoría en los Congresos, hasta señalar que su gobierno le apuesta a una mayor intervención del Estado en los asuntos de materia económica, lo que resultaría ser un error para el crecimiento económico del país y la estabilidad de la sociedad mexicana.

Otros de los tantos “riesgos” con Andrés Manuel López Obrador en la presidencia, dicen, es que éste no está acostumbrado a ser criticado, de manera que es muy probable, como señaló el antropólogo Roger Bartra, que “en tiempos de crisis, en donde se erosione el sistema democrático que logramos a partir de finales del siglo pasado, aparecerá el autoritarismo”.

Esta advertencia y otras más estuvieron presentes durante la realización del Foro. Es evidente una enorme “preocupación” y “desanimo” por ver cómo la democracia, que sin duda nos heredó Vargas Llosa con su frase lapidaria, se fractura con cada una de las decisiones que toma López Obrador. En este sentido, los programas sociales que buscan apoyar a madres de familia, jóvenes que no tienen recursos para estudiar, adultos mayores y madres solteras, son un riesgo para el sistema político, económico y social. O peor aún, la creación de 100 universidades –las cuales buscan hacer llegar la educación a zonas alejadas y cuyas regiones se encuentran enfrascadas en pobreza–, no es más que una alerta de que el presidente, haciendo uso de su característico populismo, está mostrando su lado más autoritario.

También se mencionó la posición de Andrés Manuel ante la situación de crisis que vive actualmente Venezuela. Es una posición deplorable, dijeron, porque lo único que busca es no tomar cartas en al asunto, a pesar de que el presidente debería mandar un aviso a los miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA), es decir, debería mostrar su apoyo a la intervención militar por parte de Estado Unidos, porque en casos de crisis no se puede ser neutral, sino que se debe actuar con mano dura y decisión firme.

Como se ve, el riesgo es claro. Y los “intelectuales” llegaron a tiempo para avisarle a los millones que votaron por AMLO, que su decisión no fue la correcta. Roger Bartra aclaró: esos 30 millones sólo son “una masa deslumbrada contra los rápidos flujos de la modernidad”. Así, apoyado totalmente de la tesis principal propuesta por Gustave Le Bon, los 30 millones que votaron por Andrés Manuel López Obrador no son más que una masa sin uso de razón que decidieron optar por un gobierno populista y, recordemos: contra el populismo todo; contra la democracia y la libertad, nada.