El moribundo arte de la “chayocracia”
El presidente Andrés Manuel López Obrador, en días pasados, comentó sobre la existencia de una lista en donde se demuestra que varios periodistas recibieron, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, grandes cantidades de dinero. La noticia generó interés debido a que se confirmaría lo que se ha dicho durante mucho tiempo: periodistas y comentaristas llevan a cabo el arte de la chayocracia.
La chayocracia se explica con la frase dicha por el expresidente José López Portillo: “no pago para que me peguen”, con relación a la crítica en los medios de comunicación. Esta frase ha sido recuperada constantemente cuando vemos, en diferentes medios, que sus voceros reclaman con ahínco la solución a algún problema, pero en los sexenios anteriores, parecía que esos mismos problemas no les preocupaban tanto como ahora. Tal parece que las preocupaciones a las problemáticas sociales y económicas, tales como la violencia, la desigualdad o la pobreza, son retos que, única y exclusivamente, debe enfrentar el actual gobierno.
Con la lista publicada por el periódico Reforma sólo se confirmó lo que ya se sabía. Además, no causó tanta sorpresa ver nombres en la lista que evidentemente debían estar ahí. Por otro lado, se puede hablar de casos excepcionales, como lo sucedido con Daniel Moreno Chávez, actual director del portal por internet Animal Político, el cual apareció en la lista, pero inmediatamente salió a defenderse con el argumento de que el portal recibió dinero por concepto de publicidad oficial. Por esta razón, al director de Animal no se le puede acusar de haber recibido chayote, mucho menos si se piensa en las investigaciones sobre el exgobernador de Veracruz –Javier Duarte–, y la estafa maestra. Sin duda, estas investigaciones fueron un parteaguas en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Una buena parte de la sociedad sabe con exactitud quién es quién, es decir, qué personajes y medios han estado, durante muchos años, bajo las reglas que les dicta el poder. Por más que estos personajes salgan a defenderse inmediatamente, como lo hicieron Federico Arreola y Enrique Krauze, lo cierto es que tienen una fama, especialmente el segundo, la cual no le favorece en este momento. No importa que en sus explicaciones digan que el dinero recibido fue “para publicidad y no recibí nada directamente a mi bolsillo”, ya que es cuestión de echar un vistazo a los constantes ataques al actual presidente, incluso, mucho antes de que este ganara las elecciones el primero de julio del año pasado.
Pareciera que el “mesías tropical” –término inventado por Krauze para referirse a López Obrador– le hizo una mala jugada en esta ocasión, demostrándole, a todos los ciudadanos, que la revista y editorial de Krauze en realidad sólo han servido a intereses y han funcionado como medios de golpeteo político, guerra sucia y propaganda negra. El “mesías tropical” resultó ser un dolor de cabeza para los Krauzes –padre e hijo–, ya que después de la investigación periodística de Eje central sobre la llamada “Operación Berlín”, se demostró cómo estos personajes responden a intereses económicos. Además, resulta sorprendente que quienes abogan por un libre mercado, una democracia liberal y menor intervencionismo del Estado en asuntos de política y economía, utilicen a éste para recibir grandes cantidades de dinero.
Y así como él, hay otros personajes que sólo confirman lo que ya sospechábamos desde hace tiempo, de modo que la lista permite reforzar lo que ya se sabía a través de datos y no sólo de especulaciones. Por ahora, lo que queda es estar atentos a las “justificaciones” y “maromas” que seguramente estarán dando durante este fin de semana. Por lo pronto, ha quedado demostrado, una vez más, que el presidente Andrés Manuel López Obrador está haciendo todo lo posible por demostrar aquello que durante muchos años reclamó: pareciera que efectivamente sí es un mesías, en tanto que viene a salvar al país de tanta corrupción y del arte de la chayocracia.
