La oposición enclenque
Fernando Martínez Flores
@fernandomtzf
Una gran democracia debe progresar o
pronto dejará de ser o grande o democracia.
Theodore Roosevelt
De nueva cuenta la raquítica oposición vuelve a estar en el centro de la agenda nacional y de la opinión pública. De una manera poco usual el presidente intentó revivirlos porque desde que se dieron a conocer los resultados de las elecciones presidenciales nadie los encuentra. Se burló de ellos.
Vayamos al inicio de esta pequeña historia. Todo comenzó cuando el insigne presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, decidió mandar una carta a Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde alerta “sobre la amenaza que vive la democracia de nuestro país”. Alude que tanto el gobierno como el Congreso están actuando ilegal, inequitativa e inconstitucionalmente y que ello nos está llevando hacia una dictadura. ¿Es esto creíble? Yo digo que no.
Empecemos por el tema de las consultas. No se niega que las consultas tienen deficiencias, carecen de legalidad y su legitimidad está cuestionada; estos argumentos podrán tener validez, sin embargo, los panistas no apoyan esto de ninguna manera porque para ellos lo único que se le puede preguntar a la población es quien ocupa los cargos de elección popular:
a la gente no se le puede preguntar sobre el nuevo aeropuerto porque no son expertos en ingeniería o aeronáutica; tampoco se les puede preguntar por el Tren Maya o sobre las refinerías porque no son físicos ni químicos. Ante sus negativas a las consultas, tenemos como ejemplo el caso de la CDMX, donde existe un presupuesto participativo que ha servido como mecanismo para fomentar la participación ciudadana.
Asimismo, los panistas entienden revocación como reelección, es decir, quitar como dejar, terminar como prolongar. Se quejan de que algunos candidatos a la Comisión Reguladora de Energía no tienen conocimientos de algunos temas muy técnicos, pero ellos no pueden tomar un diccionario para ver el significado de “revocación”. Según la RAE, esta palabra implica “dejar sin efecto un mandato o una resolución”, mientras que “reelegir”, significa “volver a elegir”. No son lo mismo. Punto.
No comprenden que ahora los ciudadanos han decidido tomar el poder en sus manos y ésta es una forma de demostrarlo. ¿Esto de vernos como clientes cada 3 o 6 años no es antidemocrático? ¿Por qué el miedo a la participación política activa de la ciudadanía? ¿Se les olvida que el poder dimana del pueblo?
Usan ejemplos de países latinoamericanos como Bolivia y Venezuela (sin olvidar a Cuba) donde las intervenciones extranjeras han querido tirar los gobiernos de dichos países porque son “antidemocráticos” a los ojos norteamericanos. Vociferan en contra de Evo Morales, Nicolás Maduro y Hugo Chávez, como si Donald Trump y Estados Unidos fueran ejemplos a seguir.
No falta mucho para que los panistas, estos próximos traidores a la patria, pidan una intervención extranjera del vecino del norte porque el nuevo gobierno no va acorde a sus intereses y necesitan de alguien que se los pueda restituir a como dé lugar. Exactamente como en Venezuela. Marko Cortés, alias el “Juan Guaidó mexicano”, o incluso Ricardo Anaya (cuando salga de su madriguera) pueden ser los mejores candidatos para emprender el golpe de Estado que nos lleve a la 5T.
Es ilógico que esta derecha panista piense que la reducción al financiamiento de los partidos políticos atenta contra la democracia. Los únicos culpables del descrédito, no sólo a los partidos sino a las instituciones, han sido los que hoy se quejan de que se quiere reducir un gasto que cada año le cuesta al país cientos de millones de pesos. El dinero que este año recibirá Morena se debe en parte a 2 razones. La primera, es fruto del apoyo recibido en las pasadas elecciones. La segunda, es gracias a la ley que los partidos políticos reformaron para su beneficio en 2007.
No es de sorprenderse la postura que han tomado ciertos partidos en contra el proyecto de Morena para reformar la Constitución y así reducir el coste de los partidos. La finalidad de la Reforma no es solo empalmarse con el proyecto de austeridad republicana, sino de hacer un cambio profundo en una “deformación” que se le hizo a nuestra Carta Magna para darle más dinero a los partidos. Basta con analizar los estudios que ha encabezado Luis Carlos Ugalde en conjunto con Integralia Consultores.
Sobre la persecución a líderes de opinión que no van con los ideales del presidente, como es el caso de Enrique Krauze, hay 2 temas. El tema de la libertad de expresión es un derecho que podemos ejercer en tanto no faltemos a terceros o la propia, como anoto en “Sin Anestesia al Príncipe”
La segunda idea es sobre lo que representa Enrique Krauze, conocido por ser uno de los intelectuales orgánicos que por muchos años ha legitimado a los gobiernos, especialmente a los del Partido revolucionario Institucional. No es más que una representación subjetiva del viejo régimen. Así lo demostró en el último proceso electoral con la “Operación Berlín”, de donde se destaca la noticia que intentaba hacer creer a los votantes que Andrés Manuel estaba coludido con el gobierno ruso de Vladimir Putin para desestabilizar las elecciones (o hasta el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto) en caso de que no se obtuvieran los resultados esperados. Nada más falso. Esto no es persecución. Defender este tipo de causas, que por cierto violó las leyes electorales, no es para nada de una democracia y menos de la libertad de expresión.
Cuando Ricardo Alemán, durante la campaña pasada, hizo un llamado a la izquierda a matar al entonces candidato de Morena a la presidencia no dijeron nada. Pero un mal manejo de la información, como sucedió con el caso de la salida de Carlos Loret de un programa de radio, los hace saltar como chacales en su defensa. ¿Y la congruencia?
Estos demócratas de ocasión ahora fingen ser defensores de un sistema que ellos mismo mandaron al diablo en el proceso electoral de 2006. ¿O es que acaso lo panistas ya no se acuerdan como el expresidente Felipe Calderón llegó al poder a través de un fraude? ¿Ya no recuerdan cómo tuvo que declarar la guerra contra el narco para ganar un poco de la legitimidad que no obtuvo en las urnas? ¿Se les olvida cómo Fox intentó desaforar a López Obrador para impedir su candidatura a la presidencia? En ninguno de esos vieron un riesgo al sistema democrático que había tardado, por lo menos, 10 años en fortalecerse.
Es muy sencillo explicar porqué la nueva oposición no sabe cumplir con su papel. No estoy hablando solo del PAN sino también del PRI y de Movimiento Ciudadano, junto con los demás partidos satélites que se dicen ser antítesis de la 4a Transformación. No saben ser oposición, así de simple.
El PAN surgió como un partido para hacerle frente al PRI y con pretensiones de frenar su poder. Lo intentaron, pero sólo al inicio. Sin embargo, cuando nació la verdadera oposición, en este caso con el Partido de la Revolución Democrática, prefirieron prostituirse con el viejo partido de Estado a cambio de jugosas cantidades de dinero, posiciones y todo de lo que nos hemos enterado a lo largo de los años.
Lo que no entienden es que no entienden. La diferencia es que la gente si entendió y por eso los resultados del 1º de julio. Este supuesto partido de oposición no causa más que lástima, risa y vergüenza al mismo tiempo; todo, menos satisfacción. En lugar ser un bloque opositor parece que tenemos, en San Lázaro y en el Senado, unos payasos con sueldos exorbitantes.
Este tipo de acciones no son más que un monumento a su estulticia, un monolito de su inmadurez política como representantes populares. Esto solo demuestra que en el tiempo que fueron gobierno fueron incapaces de solucionar problemas que ahora se tienen que resolver con diagnósticos más especializado. El día de hoy critican lo que siempre callaron. Cínicos.