Internacional

La guerra sin balas de Maduro y Guaidó

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Monsetitta

4 marzo, 2019 @ 8:59 pm

La guerra sin balas de Maduro y Guaidó

Al compás del calipso venezolano Caracas se alista para, quizá, el más tenso de sus carnavales, luego de que a las 10:33 am de hoy 4 de marzo, Juan Guaidó, autoproclamado presidente encargado de la República de Venezuela, informara al mundo sobre su regreso pacífico a dicho país. A través de un mensaje en la plataforma de audio Soundcloud y su cuenta de Twitter Guaidó llamó a la población a recuperar las instituciones en pleno carnaval. Con la frase “es el momentoconvocó a la manifestación bajo la ya conocida consigna de “cese de usurpación, gobierno de transición y llamado a elecciones libres”.  

Aunque para algunos, la gira de Guaidó representó un síntoma de debilitamiento de su base socialinterna; tal parece que las recientes visitas aColombia, Brasil, Argentina, Paraguay y Ecuadortenían otro propósito: hacer un distanciamiento de Estados Unidos. Y es que, aunque actualmente más de cincuenta países reconocen al más joven de los Diputados de la Asamblea Nacional como presidente  encargado (cifra obtenida tras el cambio de posición de los países miembros de la Unión Europea a inicios de febrero), el apoyo internacional no se ha leído de la misma forma en Venezuela donde la presencia de Washington es incómoda, muestra de ello fue el fracaso del concierto Aid Live Venezuela y los conflictos del pasado 24 de febrero en la frontera con Colombia, que implicaron el cierre total del Puente Internacional Simón Bolívar y la ruptura de las relaciones diplomáticas y políticas entre ambas naciones.

Pero Guaidó no ha sido el único en hacer uso de la proyección internacional como herramienta para mantener las simpatías internas. Además de las ya conocidas alianzas de Maduro con Rusia, China o Irán, se suman sus pláticas con Turquía, India o Zimbabue. Nicolás Maduro ha emprendido también una campaña en redes sociales cuyo objetivo principal es comunicar al mundo que en Venezuela hay paz. La estrategia, basada en el “aquí no pasa nada”, habla sobre la normalización de la vida y recarga su discurso en los Carnavales de Venezuela, apelando alegría y la no intervención. Maduro intenta calcar las proezas diplomáticas deHugo Chávez y hace uso de viejas herramientas chavistas, como el movimiento Hands off Venezuela, creado originalmente en 2002. 

A esta campaña se suma la llamada Diplomacia Bolivariana, que consiste en recoger cartas credenciales de países como República de Chad o Serbia, sin dejar de lado el activismo vía organizaciones internacionales, siendo el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (conocido como PNUD por sus siglas en inglés) la punta de lanza o la realización de la Asamblea Internacional de los Pueblos(originalmente creada en 2009 como parte del Comité para la abolición de las deudas ilegítimas), el pasado 1 de marzo e incluso una entrevista concedida a la cadena televisiva BBC de Londres.

Imagen: Internet Maduro wwwrevistaconsideraciones.com

¿Por qué Maduro tiene que salir a convencer al mundo de que en Venezuela hay paz? Porque Venezuela vive una pugna por la legitimidad sin precedentes: lo que tradicionalmente hubiese sido una batalla de un David contra un Goliat (el gobierno venezolano contra el gobierno estadounidense o una minoría interna contra el aparato de Estado encabezado por Maduro, según se vea) se convierte en un interesante juego de dualidades y contradicciones. 

Maduro puede utilizar el regreso de Guaidó en su beneficio

No basta aquí con las tradicionales herramientas de Estado para anular un movimiento de oposición, el opositor ha asomado la cabeza y reunido a algunos amigos; tampoco es suficiente la aplastante maquinaria del ejercito más grande del mundo para invadir a la joya de la corona del petróleo mundial. Hace falta más hace falta menos. 

En este juego de tensión cada paso cuenta y la provocación es clave. Guaidó se escapa de Venezuela -desobedeciendo con ello la orden del Tribunal Superior-, hace una gira con la que demuestra que puede rodear política y bélicamente el territorio venezolano con ayuda del Grupo Lima y vuelve clamando la toma del Carnaval y la ruptura de la aparente normalidad. Si el gobierno de Maduro hace efectivo el desacato a la Corte y lo encarcela, como hizo antes con Leopoldo López, da elementos suficientes para una intervención en nombre de la paz y se convierte en el dictador que otros quieren ver.

En contraposición, Maduro puede utilizar el regreso de Guaidó en su beneficio. La desarticulación de la fuerza social de su opositor es la clave y el carnaval la oportunidad: tanto si diluye las protestas entre la verbena y la alegría vía control social de base, como si siembra en la oposición grupos de choque que desacrediten el movimiento antichavista, al tiempo que refuerza sus alianzas con Rusia y China. 

La realidad es que en un conflicto todo cuenta. Conflicto armado, política y comunicación de masas crean una especie de danza en la que nuestros bailarines giran y dan maromas en distintos escenarios, donde un movimiento es clave para alterarlo todo o dejarlo como está. Nada está resuelto en Venezuela, pero debe quedarnos claro que un carnaval nunca fue tan importante.

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Internacionalista por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha dedicado mucho de su tiempo a explorar los textos y los hechos para conocer los enigmas de su concepción. Como quien observa, juega a adivinar por qué dialogan y se mueven los actores más allá de los hilos invisibles. En sus ratos libres cultiva las conversaciones, defiende el café y descubre su voz propia de muchas formas.