Alteridad

Contra feminicidios el miedo no es opción

Andrea Nieto Dávila


30 enero, 2019 @ 3:31 pm

Contra feminicidios el miedo no es opción

Una avalancha de información acerca de feminicidios y violaciones desenfrenada llega a las redes sociales. Tomando en cuenta sólo lo que dice Facebook, pareciera que cualquier mujer que pise la calle, será secuestrada, violada y asesinadapor algún maniaco. Estos eventos no son nuevos, y es de celebrarse que al fin tengan el peso mediático que se merecen, no obstante, se percibe un efecto secundario que no estaba contemplado: el miedo, y no de los agresores, sino de las mujeres.

Comenzaba el revuelo de las compilaciones y homenajes a mujeres valientes que tuvieron un impacto en la historia, pero ahora los encabezados de las noticias y publicaciones en redes sociales se inclinan hacia testimonios de la situación deplorable en la que está el país. Ahora más que nunca necesitamos heroínas porque la balanza se está cayendo del lado del miedo. La fuerza con la que hace unos meses salimos a las calles a exigir la legalización del aborto, la misma fuerza con la que gritaron mujeres de toda América Latina es la fuerza con la que debemos organizarnos para combatir esta ola de feminicidios que ataca al país. 

Por un lado, las apps e infografías son iniciativas admirables, accesibles para casi todas. Por el otro, las mujeres que están más vulnerables son de bajos recursos y viven en zonas periféricas de las ciudades. Una de las razones del escándalo ahora es porque los casos de violenciaestán cada vez más cerca, entre nuestras amigas, entre nuestras familiares o incluso llegó a nosotras. Ya no es otrafoto en blanco y negro de alguien pegada en un poste de la calle. Las mujeres desaparecidas tienen cara, nombre, apellido y conexión sentimental con todas. Aprovechemos la empatía que existe entre las mujeres de todas clases sociales y zonas del país y que sigan las iniciativas de cuidarnos entre nosotras, de armarnos, de formar mujeres fuertes. No tenemos otra opción. El refugiarnos en nuestras casas sería un retroceso terrible. Es más fácil ser valiente frente a un perro que ladra y no muerde, pero cuando una vez que muerde, ya no es suficiente levantar una piedra imaginaria y amenazar con lanzarla, sino que hay que de cargar con piedras y palos y estar dispuestas a lanzarlos si se da la ocasión.

La concientización debe llevarse a cabo. Las noticias deben ser públicas y tomadas con la seriedad. La culpa no es ni será jamás de las víctimas. El tener miedo no justifica ningún tipo de agresión, pero en tiempos difíciles es necesario no contagiarlo porque no es ni un arma ni un escudo. Las medidas de seguridad han de incrementarse, la preparación para la defensa física, y la constante comunicación con nuestros conocidos, pero el precio no debe ser nuestra libertad. También debe de impulsarse aún más la persecución de agresores y la educación desde temprana edad a toda la población para que el cambio sea profundo y permanente, aunque tome mucho tiempo.

En conclusión, queda un largo camino de lucha, y paralelo a eso tenemos una vida que vivir que no puede ser descuidada, haya inseguridad o no. Bajo ninguna circunstancia dejemos que el miedo nos congele las ganas de vivir.

Imagen: PeriodistaDigital.com
Andrea Nieto Dávila

Tesista de la Facultad de Arquitectura. Editora de la sección de feminismo porque en secreto no quiere que acabe el mundo.