De consumarse recorte a la UNAM; derrota moral para el gobierno
Yo voté convencido en las tres ocasiones por Andrés Manuel López Obrador para la presidencia, aún creo en su liderazgo, pero me es necesario expresar mi desacuerdo con el recorte al presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) contemplado en la propuesta del Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2019, que entregó anteayer la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a la Cámara de Diputados, para ser discutida y votada. Es decir que aún hay tiempo para recomponer tan craso error.
No sería la primera vez que en la iniciativa del presupuesto se contempla una disminución del presupuesto a la Universidad Nacional y ya en el camino, durante las sesiones de la Cámara, se recompone hacia un incremento. Y disculpen todos mis amigos seguidores incondicionales de Andrés Manuel, pero esta vez se equivocó y hay que decirlo, no hay manera de justificar ese recorte financiero.
Anhelo ver en los próximos días, un Poder Legislativo digno, a la altura de lo que significa una Cuarta Transformación, como en el gobierno de Benito Juárez cuando discutía y hasta enfrentaba al Presidente si se equivocaba. Así me pareció atisbarlo en su discurso de toma de protesta, cuando los diputados de todas las bancadas lo interrumpieron con el grito de justicia por Ayotzinapa, mientras el Presidente anunciaba perdón.
Si su identidad universitaria ya no la lleva tan a flor de piel el Presidente, espero que todos los legisladores formados en la Universidad Nacional no renieguen de ella y le otorguen lo que realmente merece.
La UNAM es una de las instituciones que mayor confianza genera en la sociedad, a pesar de las críticas hacia la élite que la gobierna. El proyecto de las 100 universidades suena bien. Nadie puede negarse a que se abran más espacios educativos, pero tampoco se debe olvidar que la oferta educativa no basta con existir, también debe ser de calidad, y en ese sentido, ¿quién cuestiona la consolidación de la máxima casa de estudios como la más grande, consolidada apuesta cultural y educativa de México?
Las instituciones educativas se construyen por decreto, pero sólo pueden consolidarse en el fragor de la historia, es un proceso largo y sinuoso. La Universidad Nacional lo ha logrado en más de cien años de historia. Es un orgullo y un patrimonio para todos los mexicanos. Todas y todos conocen mi afinidad (que no militancia) con el actual gobierno, pero ante todo, siempre habré de defender a la institución educativa que más investigación produce y que ha tenido el valor de ser de masas sin desaparecer su calidad. Si el argumento es la transparencia y manejo financiero, reducir su presupuesto en nada contribuye a solucionar lo anterior.
De consumarse el recorte económico a la UNAM, sería la primera gran derrota moral para el nuevo gobierno, reflejo de una enorme incongruencia. Que Felipe Calderón intentara recortarle dinero a la máxima casa de estudios era predecible, pero que lo haga un gobierno de izquierda no haría más que exhibir su desprecio hacia la educación pública, laica, gratuita, de masas y de calidad, pues todo eso junto, es lo que representa nuestra mayor casa educativa.
