La mariguana y su lega(mora)lización-El caso mexicano
Hoy traigo un tema relevante en muchas aéreas y de interés común: la mariguana y su lega(mora)lización.
Durante el debate presidencial, el ex candidato Anaya Ricky Riquín Canayín dijo
“Cruzando aquí en Tijuana la frontera a California es legal y así en todos los estados hasta llegar a Washington State, en todo Canadá, es decir, de aquí hasta prácticamente hasta el Polo Norte, es legal”.
Bueno, esto es cierto a medias, pues en Estados Unidos el uso medicinal y recreativo del cannabis es legal en: California, Oregon, Colorado, Washington y Alaska, toda la costa Este estadounidense; mientras que en Canadá sólo es legal en su uso medicinal —este verano resuelven si será legal el uso recreativo o no—.
Este tema es de interés tanto para consumidores como para no consumidores, y claro, para los que ya se frotan las manos por ser productores, como Vicente Fox; sin embargo, la lucha más dura a la que se enfrenta la mariguana es contra los prejuicios de la población y su espíritu moralino.
La lucha para cambiar el paradigma de la mariguana es difícil y se augura larga, años de desinformación, desprestigio y señalamientos la han dejado muy mal parada ante la sociedad mexicana, misma que presume con orgullo la cantidad de alcohol que ingiere. Según el INEGI en 2016 los mexicanos mayores de 18 años consumieron 10 mil 442 millones de litros de cerveza, 27 % mayor al ingerido en 2007.
Según la STCONAPRA (Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes) en México, cada año mueren 24 mil personas en accidentes relacionados con el exceso de alcohol, esto, en promedio, equivale a 65 fallecimientos diarios, colocándolo en el séptimo lugar a nivel mundial en muertes de accidentes de tránsito causadas por el alcohol.
Con estos datos preocuparía más la propuesta de legalizar la mota por la manera que tenemos de consumir drogas (sí el alcohol es una droga), sin embargo, no hay estudios con resultados parecidos a los del alcohol por parte de la mariguana. Por ejemplo, no hay registros de personas muertas por sobredosis de cannabis, ni de daños severos en el organismo; no hace violentos a los consumidores y sí, sí apendeja, pero en comparación con los cigarros o el alcohol [dejaré fuera el café (la bebida)] con la mariguana, ésta es la que menos daño hace al organismo y cuyos beneficios medicinales son muchos e importantes.
Si bien, hablar de la legalización en otros países y analizar sus políticas y repercusiones en la sociedad no es suficiente para el caso mexicano, sí sirve de ejemplo para discriminar políticas e ideas y, sobre todo, mejorarlas.
Primero que cualquier otra cosa, hay que resolver la situación de violencia que genera el narcotráfico/narcomenudeo (que no sólo es por la mariguana, hay que dejarlo claro), ya que el uso medicinal no resuelve la violencia porque no saca a los vendedores, para fines recreativos, de las calles. En México el año pasado el uso medicinal de la mariguana se volvió legal y quien se encarga de distribuirla es HempMeds.
Por ejemplo, aunque se sabe que la población de Uruguay y la violencia que sufre es muy inferior a la mexicana, es el primer país del mundo en legalizar la mariguana en todo su territorio. Sus consumidores deben estar registrados en un padrón: sólo pueden comprar 10 gr a la semana en farmacias autorizadas y registradas (12 en todo el país) colocando su huella dactilar en un lector conectado a la base de datos del registro de consumidores. Para quienes no quieren comprar mariguana legal, pueden tener un máximo de seis plantas en su casa o formar parte de “asociaciones cannábicas” privadas, con un límite de 45 integrantes y un máximo 40 gr a la semana, el producto legal del gobierno uruguayo contiene 9 % de TCH (tetrahidrocannabinol, principal psicoactivo de los componentes del cannabis), quiere decir que la calidad está asegurada, no obstante, la mariguana medicinal sigue siendo ilegal.
El autocultivo es una de las propuestas más interesantes, pues cultivas tu propio consumo y no hay necesidad de comprarle a los malos, la regulación de los consumidores y su consumo con su debida privacidad a manos del gobierno, así como la producción de la marihuana, también son propuestas interesantes. Si son ciertos los rumores que se decían cuando fue la captura de El Chapo sobre que es dueño de una tercera parte de toda la mota del mundo, pues ¿qué estamos esperando para expropiársela? equisde.
Juzgar a los consumidores de mariguana es lo mismo que juzgar a los que disfrutan del whiskey o del Tonayán. Tampoco se trata de pelear por cuál droga es peor, se trata de libertad y de tolerancia, de escuchar propuestas y de no satanizar para no caer en la incongruencia.
La mota sí es una droga y sí altera tu consciencia, aceptémoslo y no nos subamos al tren de “el chupe es peor” o al de “la mota mata”; escuchemos propuestas, informémonos y seamos tolerantes porque cero tolerancia a la intolerancia.