Felicidades maestro. Los que realmente lo merecen
Aprovecho que es martes para sumarme al mame a las felicitaciones por el 15 de mayo y así reconocer la invaluable tarea que hacen los profesores en nuestro país.
Ya sé que muchos odian los plantones de la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) y que otros piensan que probablemente muchos maestros podrían hacer mejor su trabajo; pero mi felicitación va dirigida a esos maestros que dan clases en secundarias en las que los padres de los alumnos van a amenazar con armas a los profesores para que no reprueben a sus hijos o los que no tienen los recursos mínimos para impartir sus clases, también es para los profes que realmente se dedican a la enseñanza y tienen un compromiso con ella.
Me parece importante reconocer a los maestros de cualquier grado, siempre y cuando hagan bien su labor, porque es esencial en la educación, no sólo académica de chicos y grandes, sino también en la formación del carácter y personalidad sobre todo de los más pequeños.
Hay una comunidad en Chiloé (una isla en Chile) donde la mayoría de las personas son maestros. Ahí los maestros son respetados por ser personas que se preocupan por su entorno: desde la educación que deben recibir/impartir hasta asuntos ecológicos y políticos. Dicha comunidad de maestros es un claro ejemplo de compromiso y lealtad a los valores que espero que enseñen en las Escuelas Normales.
Todos (espero) hemos tenido algún profe(a) que nos provocó una catarsis, que nos explicó un poema y nos hizo ver lo bello del lenguaje o que nos ayudó con algo que no era su obligación; sin embargo, también hemos tenido profesores(as) que dan vergüenza por su poca preparación, que deberían estar lejos de las aulas y no dedicarse a la docencia, pues más que contribuir a la sociedad dañan y perjudican a generaciones enteras. Son a esos profes(as) a los que excluyo de esta felicitación.
Exijamos educación y profesores de calidad para nosotros mismos: nuestros sobrinos, hijos, vecinos; pues lo único que nos hará libres es la educación y la autocrítica, así que si tu profe(a) te pide un libro, usb, botella de vino o cualquier tipo de soborno, mándalo al diablo.
Quiero extender la felicitación y reconocimiento a los maestros que no son de profesión y su verdadera vocación es enseñar sea cual sea su área de conocimiento.