De Norte a Sur Opinión

“Todos son iguales”: La despolitización como arma de manipulación

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26 abril, 2018 @ 12:00 am

“Todos son iguales”: La despolitización como arma de manipulación

La política es un tema delicado y complejo, algo que comúnmente causa repulsión o indiferencia, quizás por el mal entendimiento y el actuar de los representantes populares, llamasen diputados, senadores o presidentes. Sin embargo, es una actividad presente en todos los espacios de la sociedad, que abarca cada aspecto, público y privado de esta y de los individuos.

La “politización” es entonces un compromiso de gran relevancia para las personas, que fomenta un involucramiento profundo de la tarea política, pues de ella depende muchos aspectos importantes de su entorno e incluso de su futuro. Desde el siglo XIX el filósofo alemán, Karl Marx, consideraba que la clase obrera podía organizarse y luchar por sus derechos mediante una organización política.

Pero primero era necesario la “politización”, para que estos pudieran comprender la importancia de la organización, que logra una fuerza significativa e importante capaz de transformar su situación económica y social.

Lo anterior es visto como un peligro para las clases gobernantes, pues ven en la organización de los obreros y la ciudadanía en general un frente que cuestiona y lucha para transformar su realidad. Es por eso que se ha recurrido ha una “despolitización”, a un odio sin sentido a la política y a los políticos, considerando que todos son iguales, corruptos y mentirosos.

Esto no perjudica de ninguna manera a aquellos políticos incapaces y corruptos, sino que se mete en el mismo costal a aquellos que tienen una historia de lucha y protección a causas justas. Y es que los primeros, no solamente gustan de confundir a los votantes, sino que, son ellos los principales personajes que utilizan métodos pocos éticos para acceder y mantenerse en el poder.

En la presente elección a la presidencia de la República, los candidatos del PRI, José Antonio Meade, ha acusado a López Obrador, de poseer un par de departamentos, que según él, no fueron declarados en su declaración “3 por 3”, intentando acusarlo indirectamente, de ser una persona con las mismas prácticas corruptas que los demás políticos.

Meade también acuso al candidato de Morena, de utilizar una avioneta para su campaña, intentado justificar una supuesta incongruencia del tabasqueño e implícitamente defender el avión presidencial de más de 7 mil millones de pesos.

Las comparaciones simplemente son absurdas, pero han generado en la ciudadanía un descontento con la clase política, lo cual puede lograr un desanimo que permita el mantenimiento del régimen actual y de la política de desigualdad y violencia que se vive actualmente en México.

Y es que una sociedad politizada, es capaz de investigar, de inmiscuirse y contrastar ideas; debatiendo y proponiendo; organizándose y exigiendo para que cambien las situaciones actuales de la sociedad. Matizando a los políticos y a sus ideas y propuestas, en sus historias y sus acciones. Pues contrario a lo que piensa la vox populi no todos son iguales.

Hay políticos que luchan por acabar con privilegios; por acabar con los saqueos y la corrupción, que tienen una historia de lucha en pro de los más desprotegidos, que sienten las carencias y el dolor ajeno, que sufren por la terrible desigualdad y violencia, que escuchan y miran a la gente de los rincones más lejanos.

Son aquellos hombres los que realmente pierden y se estigmatizan por aquellos otros que viajan en autos blindados, acompañados de guaruras, con casas en las zonas más exclusivas de México o de los Estados Unidos; que reciben sueldos elevados y que solamente visitan las zonas de pobreza cuando buscan el voto, esos políticos “totalmente palacio”, que gustan de comprar ropa de diseñador, que sus electores en su vida podrían soñar en utilizar.

No, no todos los políticos son iguales, los hay buenos, los hay malos; los hay corruptos y los hay honestos, pero nuestra tarea es aprender a separarlos, porque aquello que despreciamos y odiamos, es lo que permite que los malos servidores sigan actuando en la impunidad y sin un castigo; es lo que aprueba que estudiantes sean asesinados; es lo que mantiene el régimen camine hacía la podredumbre total y acabe con el futuro de nuestros hijos.