Juan Tablada: el poder de la palabra
Hoy hace 147 años nació José Juan Tablada, escritor mexicano que introdujo el haiku a la literatura hispana. Tablada fue un entusiasta del lenguaje y esto lo llevó a la Academia Mexicana de la Lengua (AML) y a traer una poética que se distingue por su brevedad y por su densidad en cuanto a significados.
Aprovecho el aniversario de su nacimiento y su gran entusiasmo para reflexionar sobre el lenguaje, que forma parte de nuestra configuración social, pues es la manera en la que comunicamos lo que pensamos, por eso debemos estar más atentos y ser más cuidadosos respecto al uso que le damos.
¿Se genera sociedad desde el lenguaje o el lenguaje lo genera la sociedad? Los mexicanos tenemos una concepción del ahorita que ningún otro grupo de habla (sea hispana o no) comprende como nosotros. La sociedad mexicana generó y aceptó el diminutivo de ahora como algo que pasará no en el ahora mismo, sino dentro de un tiempo indefinido.
Quiero decir, para cualquier persona en el mundo ahorita significaría que algo está ocurriendo en el acto o está muy próximo; pero para los mexicanos no significa lo mismo, pues tenemos otras formas de decirlo: a una voz, de una vez, en calor, en corto, en este instante. Si los hablantes en cualquier momento podemos modificar y cambiar la lengua, ¿por qué no modificarla para generar una sociedad más incluyente?
Mucho se debatió sobre el participio presente activo del verbo presidir, ‘presidente'(a) ya que, estos participios carecen de género y algunos hablantes se negaban a aceptar la forma femenina ‘presidenta’, sin embargo, no recuerdo que hubiera jamás un debate sobre el participio presente de servir: ‘sirvienta’. Si bien es cierto que no todas las palabras pueden cambiarse con tal facilidad, podríamos aceptar por convencionalidad las que puedan cambiar sin riesgo a generar ambigüedad como en el caso de ‘músico’ y ‘música’.
El lenguaje por sí mismo no es excluyente, puede serlo, sí; como también puede ser poético, pero esto depende de cada hablante. Lo que algunas feministas buscan al luchar por un lenguaje incluyente es hacer transparentes palabras que hoy son opacas para muchas personas como presidenta que dentro de algunos años ya nadie dudará de que sea correcta. Propongo que reflexionemos más sobre el lenguaje y aceptar la gran responsabilidad que conlleva el poder de la palabra.