Mancera y el metro que nos prometió
La Ciudad de México ocupa el 6° lugar en la lista de las ciudades más pobladas del mundo, según datos recabados en 2015 por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), la capital del país tenía 8 millones, 918 mil ,653 habitantes, ha ello hay que sumarle las millones de personas que diariamente transitan en ella.
Uno de los graves problemas de las grandes ciudades, es la movilidad. Lograr que la población llegue a sus destinos, es sin duda una tarea complicada, que requiere de una gran visión que desarrolle las estrategias necesarias que permitan alcanzar dicho objetivo de un movimiento rápido y constante de las personas.
En la capital del país, uno de los medios de transporte masivo más importantes es el Sistema de Transporte Colectivo Metro, que con sus 14 líneas conecta casi en su totalidad a la ciudad y al área metropolitana.
Construido por decreto presidencial en 1967 e inaugurado dos años después, el metro de la Ciudad de México transporta diariamente a más de 5.5 millones de pasajeros al día, superando incluso a los metros de Tokio y de Nueva York, las ciudades más pobladas del mundo.
Por eso es que este medio de transporte ha sido rebasado en su capacidad y en varios momentos se ha colapsado el servicio, debido principalmente a la falta de inversión y cuidado de las autoridades y de los usuarios. El actual gobierno de la ciudad -de quien depende el servicio de transporte-, decidió aumentar en 2014, más del 50% del costo del pasaje, pasando de $3 a $5.
Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la CDMX, se comprometió que, con el incremento podría ser posible mejorar el servicio, reparando trenes que se encontraban descompuestos, así como mejorar la seguridad dentro de la red del metro y quitando vendedores ambulantes de las instalaciones.
A tres años de aquellas promesas, la situación en el metro ha cambiado y no precisamente para bien, porque, aunque sí se han rescatado algunos trenes, la saturación ha sido aún peor, la inseguridad ha aumentado y los vendedores se conservan.
Las principales causas de que el servicio de transporte se haya visto superado, es por varias razones, que se escaparon de las manos del gobierno capitalino, haciendo que las promesas solamente quedarán en buenos deseos.
La implementación de un nuevo reglamento de tránsito en la CDMX, provocó la reducción de velocidad para los autos y se amplió el programa “no circula”, lo anterior hizo que si bien los vehículos que más contaminan dejaran de circular, también provocó mayor contaminación, por el tiempo que los automóviles pasaban en las calles e indujo que la capital del país se declarara en varias ocasiones en “alerta ambiental”.
Aunque las propuestas parecían ser buenas, no se mejoró el transporte público, por lo que el servicio del metro comenzó a recibir más personas, superando por mucho su capacidad.
Cuando el precio del dólar comenzó a dispararse a mediados de 2016 y con ello el precio de los combustibles, se tuvo que incrementar la tarifa de otros medios de transporte haciendo nuevamente que más personas usaran el metro que mantuvo su costo.
Todo lo anterior ha provocado que la principal columna de movilidad de la CDMX colapse, pero no sólo en la calidad de su servicio, sino también por la falta de inversión y mantenimiento, haciendo que el viaje en metro sea una tortura. Las lluvias intensas han inundado estaciones y en temporada de calor, el clima dentro de los vagones llegue hasta los 38°.
Contrario a las promesas del mandatario capitalino, el servicio no sólo no mejoró, sino que en muchos casos empeoró, acontecimientos no vistos anteriormente se han presentado constantemente. Choque de trenes en la estación Oceanía en 2015, apagones repentinos que han obligado a los usuarios caminar sobre las vías, incendios de vagones y colapso de escaleras, como la del metro Nativitas, es el resultado de la mala administración mancerista.
En el colmo del cinismo y la ineficacia, el gobierno capitalino ha informado que se renovará el alumbrado en vagones y túneles, para que las personas puedan evacuar los trenes y caminar por las vías, pues: “van a seguir ocurriendo (las fallas)”, según indicó Jorge Gaviño, titular del metro.
Está declaración se dio después de que Mancera anunciara que dejaría su cargo después del 17 de septiembre, día en que entregará su 5° informe de gobierno para buscar la candidatura para la presidencia de la República del próximo año.