La Izquierda a modo: Juan Zepeda y el PRD
En 2008 la productora de cine documental “Canal 6 de julio”, produjo un filme con el nombre ¿Adiós a la izquierda?, donde plantea varias preguntas que giran en torno a la corriente ideológica de izquierda en México, de la mano de varios analistas, historiadores y estudiosos del tema trata de responder a esta interrogante.
Para el jefe de opinión del diario La Jornada, Luis Hernández Navarro, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que fue en su tiempo un referente mundial de partido de izquierda y que luchaba dentro de un sistema totalitario, comenzó a adoptar las mismas prácticas que decía atacar.
“El perredismo hace uso de las mismas recetas del antiguo PRI y del PAN, despensas, ofertas, láminas de cartón, regalos, a cambio de votos, y entonces todo el complemento ético que debiera ser una de las características centrales de la izquierda mexicana, pues simple y sencillamente va desapareciendo de su horizonte”.
Y es que dentro del perredismo no sólo se adoptaron políticas clientelares, grupos de choque, sino que se olvidaron los principios básicos de la izquierda, que incluso hoy en día tienden a unificarse con la derecha, representada por el Partido Acción Nacional (PAN) o con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El ex presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, fue en su adolescencia líder estudiantil e incluso miembro de la Liga Comunista 23 de septiembre, participando en actividades guerrilleras y por lo mismo llevado a la cárcel; después de adherirse al movimiento del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, logró ocupar diversos cargos por el PRD e incluso llegó a dirigir ese partido, e irónicamente promover el llamado “Pacto por México”, que encabezaba el gobierno priista de Peña Nieto.
La llegada de Miguel Ángel Mancera a la Jefatura de Gobierno del D.F. y de la corriente “Nueva Izquierda” a la dirigencia del PRD, trae consigo una transformación radical del partido; mientras el jefe de gobierno comienza a reprimir marchas como en los tiempos de las regencias priistas, las dirigencias del PRD comienzan a hacer tratos en lo obscurito con el PAN gobierno y posteriormente con el PRI gobierno.
Poco a poco el PRD fue perdiendo su esencia, los militantes ya no siguen al partido por convicción, sino por condición, el partido referente fue perdiendo poco a poco a sus líderes y fundadores: Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Porfirio Muñoz Ledo.
Para muchos analistas esto significaba la agonía del PRD, sumado a ello la aparición del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que comenzó a aglutinar no sólo a personajes destacados del perredismo, sino incluso a intelectuales.
Las elecciones del Estado de México, abrieron las puertas a un joven político mexiquense, ex presidente municipal del municipio de Nezahualcóyotl, con una buena administración y con pocos o ningún caso de corrupción, lo que le valió ser quien resucitaría al perredismo.
Sin embargo, a pesar de no tener la fuerza suficiente para ganar la elección, se ha negado a sumarse al proyecto de Morena, al cual incluso ha atacado, dividiendo a la izquierda y así evitando poder arrebatar el principal bastión priista. Es por esta misma razón que sectores del PRI han vertido sus fuerzas no en atacar a Morena, sino en impulsar a Zepeda.
El PRD se volvió para el PRI, la izquierda servil y el enemigo amigable, al respecto Hernández Navarro menciona que “la izquierda moderna, ha sido siempre el eslogan de lo que la derecha quiere como izquierda”.
Es así que ahora se apuesta a la creación de una “izquierda” a modo, la única capaz de poder acceder al poder, sin ideología ni una verdadera corriente de izquierda, sino solamente para servir al poder económico y político imperante. Es a ello a lo que apuestan los movimientos de derecha y a quienes ahora apoyan por todos los medios, con el único fin de que se logre evitar un cambio de fondo que acabe con los privilegios.