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#ElTiempoSeHaAgotado, un ultimátum que también es para ellos


unogermango

2 julio, 2016 @ 2:34 pm

#ElTiempoSeHaAgotado, un ultimátum que también es para ellos

@unogermango

Apretar el gatillo y disparar. Un par de verbos que pueden cambiar el rumbo de la historia de México.

El gobierno de Enrique Peña Nieto se ha metido, como lo dicta la sabiduría popular, en “camisa de once varas”. Pero hay que estar realmente falto de ornato para terminar entre la espada y la pared. Tiene, ante sí, una decisión en la que los mexicanos llevamos todas las de perder. No se le ve salida porque el necio buscó tres pies al gato, sabiendo que tiene cuatro. Ahora, por su falta de talento, todos debemos padecer su dicotomía.

peña nieto espaldaHacia este momento de la historia a nadie le sorprende que las deudas contraídas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tienen un precio más alto que la propia deuda. Durante décadas, los gobiernos mexicanos, con una irresponsabilidad que debería derivar en cárcel o paredón, han adquirido préstamos impagables con el peor agiotista del mundo. El dinero, por supuesto, fluye, pero la inmoralidad no deviene sólo en la enorme cantidad de intereses, sino en que el préstamo viene acompañado de ciertas cláusulas perversas: te presto, pero tienes que hacer algunas cosas por mí…

En México, como en distintos países del mundo, el FMI ha ordenado que los recursos con que un país cuenta sean puestos a disposición de quien pueda pagar por ellos. Hemos visto, a lo largo de la historia de América Latina, cómo los compromisos con esta institución financiera han derribado gobiernos y empobrecido países, arrancándoles su soberanía y rematándola en mercados internacionales. Siempre hay tres recursos que son de su interés: los energéticos, los recursos humanos y la educación. De estos tres, por ejemplo, el gobierno mexicano, en manos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, ya han pagado dos, porque el último se resiste a ser sometido.

El otro problema para el gobierno de EPN es que miles de mexicanos están a punto de la rebelión. La venta de la
educación mexicana le ha traído al gobierno mucho más conflictos de los que esperaba. La impericia de todo su gabinete lo ha llevado a tropezarse una y otra vez, y su falta de astucia política tiene a México al borde del colapso. Lo que comenzó como una defensa laboral por parte del magisterio, se convirtió en una sublevación por las décadas de agravios contra la población. Pensaron, ignorantes, que iba a ser sencillo instalar una reforma a la educación pasando sobre los derechos de cientos de miles de profesores organizados; creyeron que denostando en los medios iban a conseguir que la ciudadanía odiara con ahínco al magisterio porque no conocen la profunda solidaridad que existe entre los profesores y las comunidades rurales; imaginaron que sus trajes caros les otorgarían el carisma suficiente para que los estados del sur dejaran de ser combativos, renuentes, insurgentes. Ofrecieron, otra vez, cuentas de vidrio al indio; otra vez, su desprecio hacia nosotros está generando la revuelta.

Peña Nieto debe tomar una decisión y preocupa que los peores asesores del mundo político (en el mundo), se encuentren hablándole al oído. Hace poco, la iglesia católica dijo del presidente que “le habían asesorado mal” al promover el matrimonio igualitario. Le quitaron la capacidad del criterio y de la decisión y culparon a sus asesores, reduciéndolo a una triste caricatura bidimensional. Es difícil estar de acuerdo con la cúpula católica, pero tienen razón: pensamos, la mayoría de los mexicanos, que el presidente debe usar zapatos con velcro –o mocasines– que no impliquen el esfuerzo intelectual de amarrarse las agujetas.

Osorio-chong_ plumas libresEl día de ayer, 1 de julio, al parecer ya tomó una decisión y la anunció el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong: anunciaron la represión contra Oaxaca y Chiapas. La insensatez le está llevando a pagar su deuda con el Fondo Monetario, en lugar de servir a su país. Esa puede, y debe, ser la decisión más costosa de su vida y de la vida de todos los políticos mexicanos. No olvidemos –de verdad, NUNCA lo olvidemos–, que un tal Roberto Gil Zuarth dijo públicamente, que el senado mexicano aprueba el uso de la fuerza para “reestablecer el orden público”. La traducción es: mataremos a quien se ponga en nuestro camino porque la ley nos protege.

Pero no es tan fácil. A pesar de saber que el Estado –en manos del gobierno de Enrique Peña Nieto– tiene las armas y los ejércitos, y  al conocer el ultimátum que dio Osorio Chong para que los oaxaqueños y chiapanecos olviden la revuelta, lo que sucedió fue el reforzamiento de la rebelión: las manifestaciones masivas nacionales de descontento y las internacionales de desaprobación.

Entre los errores terribles que este gobierno ha cometido está el uso de armas de fuego en la represión de Nochixtlán y Hacienda Blanca, Oaxaca. Es, éste, un error doble: por un lado, quedó clara, ante todo el mundo, la tendencia asesina de quienes gobiernan; por otro, anunciaron que la siguiente ocasión llegarán con armas. Ahora, los oaxaqueños y los chiapanecos lo saben. Y la respuesta ante un ataque de esas magnitudes, es probable que también sea de esas magnitudes.

El mundo sabe quién es Enrique Peña Nieto; el mundo lo desprecia. De un buen amigo entendí que, en política, no existen las casualidades. Es probable que el presidente no esté buscando a quien se la hizo, sino a quien se la pague. Los desprecios sufridos en Canadá por Barack Obama y Justin Trudeau, no fueron una casualidad, sino una muestra de malestar que un personaje como el presidente mexicano les produce, porque debe ser difícil estrecharle la mano, sin asco, a un tipo como Peña Nieto. Ser sanguinario, incapaz e ignorante no es algo que, en esta ocasión, haya sido perdonado por dos líderes del primer mundo. No debe haber nada más triste para un político neoliberal, que el representante del capitalismo mundial regañe tus pobres argumentaciones políticas y te dé la espalda frente al mundo, a pesar de que seas uno de los más serviles empleados que el capitalismo pueda tener.

Deben saber bien, tanto Peña Nieto como Osorio Chong, que lo que están a punto de hacer tiene dos finales: el primero es bueno para ellos, pues liquidan a la resistencia y son premiados por las empresas que vienen a apoderarse del país, por el FMI y por los gobiernos de los estados, quienes ahora podrán tener una impunidad a prueba de ciudadanos; pero el otro final es que dos estados, Chiapas y Oaxaca, inicien una rebelión armada y, poco a poco, se sumen más entidades y los militares no serán suficientes para contener a las multitudes. Es decir, si tienen una mínima capacidad de análisis histórico y político, saben que pueden ganar tanto como perder. ¿De verdad van a apretar el gatillo y disparar?

oaxaca-against-education_elenemigocomin_netAquello de lo que tanto se ha hablado, una nueva revolución, las rebeliones de las masas, está a punto de ser inaugurada con una sola orden: “disparen”. Si Enrique Peña Nieto o Miguel Ángel Osorio Chong la ordenen, entonces que llegue la Historia, porque desde hace tiempo que en México la estamos esperando. Lo mejor que pueden hacer es hacer aquello por lo que les pagamos cantidades inmensas de dinero: hacer política.

Hace apenas unos días, Enrique Peña Nieto dio pasos atrás en una ley porque afectaba a empresarios; días más tarde, afirmó, contundente, que no habrá diálogo sobre la reforma educativa pues “la ley no se negocia”. Con este tipo de acciones es con las que se diagnostica la esquizofrenia. Pero, o inicia el diálogo, o comienza una masacre que puede derivar en una guerra civil. La opción es sencillísima, pero la soberbia no deja actuar a la actual corporación de políticos. Los creo muy capaces de iniciar una guerra sólo porque su gigantesco ego les nubla sus mínimas competencias políticas.

Durante años he escuchado que los ciudadanos en México no podemos organizarnos porque es un país de caudillos, y mientras no llegue un mesías, jamás tendremos esa suficiencia y moriremos solos y encuerados, besando la tierra. La realidad, por lo visto, es otra. La organización social está cobrando un auge que sólo desde las sordas cúpulas políticas se mostraba inviable. Estos inventos sobre la personalidad de la masa lo dicen sólo para acobardarnos. Pero eso se acabó. #ElTiempoSeHaAgotado. Si se acabó para nosotros, entonces que se acabe para todos.

Editor de contenidos en la Revista Consideraciones. Profesor de la UNAM y estudioso del comportamiento de los gatos. El lenguaje lo es todo.