De Norte a Sur Opinión

Porque anular sí puede ser opción


31 mayo, 2015 @ 4:02 pm

Porque anular sí puede ser opción

Circula en la redes sociales un vídeo en contra del voto nulo titulado “La realidad el voto nulo”, el cual se hizo viral y para algunos, les dio “luz” en esta tremenda oscuridad. Sinceramente creo que los argumentos que esgrime Roberto Duque son faltos de miras, ya que parte de hechos concretos, demostrables con números, bajo la mirada jurídica, pero carente de una lectura social y política.

Lo anterior le impide diferenciar entre anular y abstenerse. Son dos expresiones del voto que tienen el mismo efecto legal -pues ninguno de los dos son considerados dentro de la votación nacional emitida-, pero que tienen un origen político distinto. Abstenerse es indolencia, anular es protestar dentro del marco electoral.

En su ejemplo imaginario donde supone un escenario con un 38% de votos nulos; como está tan preocupado por los numeritos, se olvida que si tuviésemos casi un 40% de ciudadanos que anularan su voto este próximo 7 de junio, sería resultado de una fuerte movilización de organizaciones sociales y políticas bajo el esquema de un frente amplio, listos para exigir que ese altísimo porcentaje, a pesar de que en este momento no tiene un valor jurídico, sea respetado. Listos para impulsar una verdadera reforma electoral no tan cómoda para los partidos políticos.

Si hoy el voto nulo no cuenta para los porcentajes, es porque la partidocracia se ha apoderado de nuestra democracia, y de lo que se trata es de recuperar esos pequeños espacios perdidos, hacer valer nuestra voz, lograr que en México, anular sea una expresión política reconocida y valorada como sucede en otros países.

Entiendo que tampoco existe en este momento ni ese frente amplio, ni movilizaciones que aglutinen las distintas expresiones anulistas, pero precisamente se trata de empezar a construir a largo plazo, y superar de una vez por todas las posiciones políticas de coyuntura.

Dos ejemplos ayudan sobre el caso:

a) Las elecciones intermedias de Oaxaca en 2007, con un 60% de abstencionismo, ¿el resultado? De los 25 Distritos para el Congreso del estado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó todos, los otros 17 escaños para diputados plurinominales, se repartieron entre el resto de los siete partidos en contienda; sin embargo, esto sirvió para aglutinar al movimiento social de la APPO y la CNTE que ya en alianza con el candidato de oposición lograrán la transición en 2010.

b) Las elecciones intermedias de Colombia en 1990. Los estudiantes, hartos de la violencia, impulsaron un movimiento social denominado “La séptima papeleta”, porque en la boleta electoral sólo había siete opciones, los colombianos le apostaron a una séptima opción que originalmente no fue reconocida por el tribunal electoral, pero fue tal la presión y la cantidad de votos anulados que la Suprema Corte se vio obligada a reconocer el sentir social. El resultado fue un Constituyente Nacional en 1991, con una limpia de buena parte de la clase política colombiana.

Yo pregunto ¿si ningún partido nos convence, si la democracia está secuestrada, qué opciones tenemos? ¿Votar por el menos malo? No, el objetivo es organizarse al margen de los partidos, y dentro de la democracia.

Lo que no entiende el abogado del vídeo es que la esencia de anular no es darle un golpe moral o baño de conciencia a los partidos, de lo que se trata es de construir una correlación de fuerzas favorable, aunque esto nos lleve tres años hacerlo, prepararnos para el 2018, y no únicamente para la siguiente semana.

MÉXICO, D.F., 15FEBRERO2015.- Mauricio Tabe asistio esta mañana a las urnas electorales localizadas en el parque de los venados en la delegacion Benito Juarez. El presidente del PAN D.F., sin necesidad de hacer fila en el momento en que llegó paso por sus boletas electorales. Se llevaron a cabo los votos para elegir a los diputados locales y federales quienes contenderán por el blanqui azul. FOTO: ISABEL MATEOS /CUARTOSCURO.COM

Quedarnos sólo con la lectura del código electoral es quedarnos precisamente con lo que los partidos definen para la sociedad. El planteamiento completo es anular con la leyenda: “Constituyente Nacional”. El objetivo político es sumar al mayor número de organizaciones, al mayor número de ciudadanos hastiados. El reto social es impulsar opciones fuera de la partidocracia, confluir en una nueva Constitución. Construir con paciencia, con objetivos a largo plazo, y no sólo ver lo que dice el código electoral y después hacer un vídeo que ilumine a algunos cuantos.

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