Caso Aristegui: una oportunidad para renovar el periodismo
Por muchas razones no se puede decir que la censura ejercida contra Julio Scherer y su equipo en el diario Excélsior, en el año de 1976, es una copia fiel del despido de Carmen Aristegui, en MVS noticias, ocurrido hace unos días (viernes 13 de marzo de 2015) , sobre todo porque la manera en que se operó es completamente distinta; son otros tiempos, en donde se tiene que cumplir más con las formas; sin embargo, hay algo en común que incluso nos debiera interesar más a quienes nos preocupa el futuro del periodismo mexicano: la oportunidad de renovar el oficio periodístico.
Con el golpe a Excélsior surgió un nuevo periodismo
De aquel golpe contra Excélsior se fundaron el semanario Proceso (1976), la revista Vuelta (1976), y el diario Unomásuno (1977). Más tarde, en 1984, apareció La Jornada, consecuencia de la ruptura de distintos periodistas con Manuel Becerra Acosta, quien dirigía Unomásuno. Entre los sesenta y los ochenta, el periodismo mexicano tuvo la capacidad de reinventarse, a pesar de padecer el autoritarismo del partido hegemónico de aquellos años.
Su renovación llegó no sólo a través de la fundación de periódicos y revistas, sino desde el propio ejercicio periodístico, con lo que se llamó el “nuevo periodismo”, consistente en la mezcla de géneros, alimentados sobre todo por la crónica. La literatura refrescó el oficio, y ésta a su vez, se nutrió de nuevos autores. No hay que olvidar que el periodismo es un espacio vital para la formación de escritores, para la preservación de la memoria, de la reflexión y el empoderamiento de los ciudadanos con el flujo de información. Si los medios de comunicación son silenciados, se reducen las posibilidades antes mencionadas.
Hace falta un gran medio alternativo
El problema es que en este momento (19 de marzo de 2015) nuestro país carece de aquellos grandes medios que representaron una ruptura con todo lo anterior, que señalaron el rumbo de una época, que formaron escritores, fotógrafos, caricaturistas. Desde hace mucho que no surge un gran medio de comunicación alternativo. Y este es el momento justo para que aparezca. Carmen Aristegui tiene en sus manos una invaluable oportunidad para impulsar la creación de un medio de comunicación que esté a la altura de las necesidades actuales.
De lo que se trata es de darle vida a un nuevo tipo de comunicación. El financiamiento es un tema obligado, pero no imposible de resolver. Las publicaciones antes mencionadas fueron el fruto de distintos esfuerzos de artistas e intelectuales que subastaron su obra, recolectaron y donaron apoyo económico. La coyuntura de la indignación permitió eso y más. Aglutinó gente valiosa, detonó la imaginación, obligó a la ruptura.
“La tradición de todas las generaciones muertas oprime el cerebro de los vivos” nos dice Marx. Y la mejor forma de honrar el pasado y a los muertos, será siempre encontrarles un sitio en el actual devenir, con la intención de incidir en el curso de los acontecimientos. En la lista de periodistas que Aristegui mencionó como su modelo a seguir, faltó Manuel Buendía, quien formó a Miguel Ángel Granados Chapa, dio su vida por el oficio y a quien se le debe mucho. Hay una esencia del periodismo que permite distinguir el trabajo que vale la pena, del que no: la ética periodística, ésta seguirá vigente sin importar el medio en que se comunique.
La oportunidad que nunca fue
Por encima de la demanda legal hacia MVS noticias, antes de lograr una buena oferta de cualquier otro medio ya establecido, la mejor apuesta es la creación de uno nuevo, fundamentado en un modelo periodístico distinto, para evitar cualquier tipo de censura en un futuro. El día de hoy 19 de marzo, Aristegui dará una conferencia de prensa a las 14:00 horas en el museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México, esperemos que dentro de sus planteamientos, se pronuncie en este sentido, de lo contrario, se dejará pasar una gran oportunidad.
La historia de los medios comunicación está imbricada a la vida de una nación, en ellos se sintetiza el anhelo de libertades políticas. Reflejan una época, responden a su tiempo, o incluso se adelantan a él. Esperemos que este hecho ominoso de la censura hacia Aristegui, sea la antesala del surgimiento, mejor dicho, la consolidación de nuevas formas de comunicación en México.
Foto: politicasmedia.com