Al maestro Óscar Uribe Villegas
@octaviosolis
En este espacio he escrito sobre la vida y obra de distintos universitarios destacados, ya sea por alguna efeméride luctuosa o algún reconocimiento del personaje en cuestión. Pero en esta ocasión, quiero escribir sobre un universitario que ha sido poco valorado por nuestra máxima casa de estudios: Óscar Uribe Villegas.
Académico entrañable del Instituto de Investigaciones Sociales, autor de una vastísima obra, políglota incansable; entre los idiomas que domina son el sánscrito, latín, inglés, francés, por mencionar algunos. Apasionado de la vida, renegado siempre; ha optado por la soledad del autor incomprendido. Erudito formado en la vieja escuela, conocedor de nuestra cultura prehispánica y la grecolatina como pocos. Aunque él mismo se define como un combatiente.
Recuerdo su idea acerca del simbolismo que ha representado el caballo en nuestra historia. Maquinaria de guerra desde los tiempos de Aníbal, en México sirvió no sólo como instrumento para la conquista española, sino como encarnación del poder. Ningún indígena podía montar a caballo durante la Colonia. Luego vendría la Revolución de 1910, guerra hecha por los mexicanos a caballo, además del tren. Con ello, aprendimos a tomar el poder en nuestras manos, a tomar las riendas de nuestro propio destino, a darle dirección a nuestra historia.
Óscar Uribe es ante todo una persona sencilla y humilde. El día que lo conocí fue por accidente. Entré a su cubículo y sin preguntarme nada, dejó de escribir en su computadora con la siguiente frase: “No, no, lo más importante, antes que cualquier texto, son las personas. Dime, cómo te llamas.” Antes de que me permitiera decirle que me había equivocado de oficina. Fue una larga charla, increíble, sobre muchos temas. Desde la naturaleza del pueblo ruso, hasta la aportación de Ponciano Arriaga a la Constitución del 57.
Fundador junto con Raúl Benítez Centeno, del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO). Autor de decenas de libros que versan sobre distintos temas como Identidad mexicana, nivel mesoamericano (2001), La literatura profana en sánscrito y su irradiación mundial (2000), El huso, la lanzadera y el telar humanísticos y el modelo IIS-UNAM-CIDE (2004), Rasgos identitarios de India-asiática (1995), La matemática, la estadística y las ciencias sociales (1963), por mencionar algunos.
Considerado como uno de los precursores de la sociología en México, pero sobre todo de la sociolingüística y la semiología mexicanas (Precursores de la sociología moderna en México: 2008). Perteneciente al grupo conocido como “generación de Medio Siglo”, en el que también Carlos Fuentes fue parte.
Impulsor junto con el oaxaqueño Lucio Mendieta y Núñez, de los Congresos nacionales de sociología, donde se abordaban los problemas nacionales del momento.
Óscar Uribe se encuentra en este momento prácticamente congelado como investigador. Aunque no ha dejado de producir y escribir, sólo que él mismo publica sus libros con sus propios recursos. Hoy cuenta con más de 85 años. Sirva pues, esta pequeña semblanza a modo de homenaje a quien como todos los grandes, ha dedicado cada día de su vida a enriquecer no sólo su realidad concreta inmediata, sino que con pasión, ejemplo y sabiduría, ha sabido heredar una obra, que a pesar de encontrarse hoy en el ostracismo, no tardará en ofrecer sus frutos.