Marcha del #1DcMx2014
@octaviosolis
La marcha empezó puntual a las 4pm. La consigna general encarnada en el hashtag #1DicMXVoyenPaz predominó en el ánimo de las miles de personas que una vez más vencieron no sólo la apatía, sino además el miedo que algunos medios de comunicación han tratado de imponer, a través de una campaña de criminalización de la protesta social y como consecuencia de la estrategia de represión selectiva e indiscriminada por parte del Estado mexicano.
El contingente que salió del Zócalo rumbo al Ángel de la Independencia fue encabezado por los padres de los 43 normalistas desaparecidos el pasado 26 de septiembre.
La marcha transcurrió en calma, aunque con la misma euforia de reclamo de todas las anteriores. En el monumento al Ángel de la Independencia se realizó el mitin donde hablaron algunos padres de los normalistas, un alumno y la periodista Denise Dresser. Ésta última mencionó que si de verdad Peña Nieto tenía intenciones de acabar con la corrupción en México, tendría que empezar por encarcelar a Arturo Montiel, quien fuera gobernador del Estado de México acusado de corrupción en su gestión.
Eran ya las 19:30 horas y los contingentes aún no dejaban de llegar al Ángel, a donde ya había llegado la movilización que salió del Zócalo y los que se sumaron después de partir de otros puntos, encontrados unos en Eje Central y 5 de Mayo, y otros en Bellas Artes.
Casi al final de la movilización, a las 19:20 aproximadamente, se escucharon dos explosiones por petardos, lo que propició la desintegración de los contingentes en forma pacífica y ordenada; sin embargo, cerca de las veinte horas, después de una fuerte y muy distinta detonación, aparecieron cientos de granaderos desde la calle de Amberes y se dirigieron hacia Insurgentes y Reforma. Se calcula que fueron entre mil 500 y dos mil efectivos, los cuales encapsularon a un contingente de la marcha que no logró disgregarse en las inmediaciones del Senado. Desde ahí se organizaron para continuar juntos, en un solo contingente, hacia el metro Hidalgo, y evitar que los policías los golpearan y detuvieran.
La escolta de granaderos era inmensa en comparación con el mínimo grupo de manifestantes que trataba de evitarlos, pero el acoso policial era tal que varios defensores de derechos humanos los protegieran y gestionaran su entrada al metro en grupos de veinte, sin embargo, esto no fue suficiente, ya que varias personas fueron golpeadas con suma violencia por las fuerzas armadas.
Lo que fue promovido como una marcha pacífica, nuevamente tuvo un final violento, especialmente porque la policía atacó, como se está haciendo una práctica común, a los manifestantes cuya conducta se demostró pacífica.
Sin embargo, entre el caos, la presencia de más de un millar de policías, los tamales oaxaqueños, no dejan nunca de venderse…